LOS MURCIÉLAGOS

EL 04 FEBRERO 2015.

Bien sabido es que los murciélagos son seres que cuentan con una mala reputación porque se tienen ideas erróneas y grotescas sobre ellos. Se les relaciona con los malos augurios, el demonio, la obscuridad, la noche y el vampirismo, aunado a que es una generalidad creer que todos son portadores de enfermedades, principalmente la rabia, y que son animales sucios. Pero estas ideas están muy lejos de reflejar la realidad.

Primero debemos definir que un murciélago es un mamífero, es decir, que tiene pelo, que alimenta a sus crías con leche materna, nacen vivos de sus madres y mantienen una temperatura corporal estable, lo que los hace parecidos a nosotros. Después hablemos de la creencia que posiblemente sea la más popular, que todos se alimentan de sangre gracias a lo cual han recibido el nombre de vampiros. Es cierto que existen murciélagos que se alimentan de sangre, eso no lo podemos negar, pero hay que aclarar que únicamente 3 especies de las más de 1,300 que hay en el mundo tienen este tipo de alimentación. El restante 99.8 por ciento come insectos, fruta, polen, néctar, peces, ranas, ratones y en ocasiones cuando ya no tienen de otra hojas ¡A que no te imaginabas! ¿Verdad? Y gracias a esta característica llegan a ser indispensables en el mantenimiento de los ecosistemas donde habitan ¿A qué me refiero con mantenimiento de los ecosistemas? Bueno, empecemos con los que comen insectos, ya que son la mayoría, alcanzan el 70 por ciento de la diversidad de especies. Estos murciélagos insectívoros (que comen insectos) cada vez que salen a comer por las noches se encargan de controlar plagas de insectos de interés agrícola y comercial; por ejemplo, una colonia del murciélago guanero o murciélago de cola libre de un millón de individuos llega a comer cerca de una tonelada de insectos por noche ¡Woooow! Y pensarán “¡Qué exageración, si ni los he visto! ¿Tantos murciélagos? Han de ser todos los del mundo”. Pues cómo ven que no, el murciélago guanero es el animal que forma las colonias de mamíferos más grandes: cerca de 25 millones de individuos. Y pensando que esta es solo una especie, hay que imaginar a las demás que llegan a tener colonias de cien a un millón de animalitos. Si estos murciélagos insectívoros se extinguieran, se calcula que las cosechas de los seres humanos desaparecerían en seis meses, ya que los insectos se comerían las plantas y pondrían en riesgo plantaciones de maíz, frijol, pepino y algodón, por mencionar algunas.

Ahora pasemos a los que comen fruta, los cuales son indispensables en la función de dispersar semillas de las plantas de las que comen su fruto. Al llevarse a comer la pulpa del fruto a otro lado, dejan la semilla en el lugar donde se alimentaron y hacen que la nueva planta crezca lejos de la planta madre y con esto evitan la endogamia (que se define como la pérdida de la diversidad genética) y mayor dispersión de las especies. Gracias a esta característica se sabe que han ayudado a regenerar los árboles de islas que fueron totalmente deforestadas. Los árboles de los que ayudan a dispersar sus semillas son, por ejemplo: mango, anona, pitahaya, papaya, ciruela, plátano, guayaba, níspero, zapote, chicozapote, uva, café, tomate, chile y variedades de higos.

Por otra parte, los que se alimentan del néctar y del polen de las flores, cuando toman su alimento se encargan de polinizar las flores de plantas como los cactus y los agaves, gracias a lo cual se forman frutos que contienen semillas que sirven para que estas plantas se reproduzcan. Gracias a la intervención de estos murciélagos en el ciclo de vida de estas plantas, es posible que se sigan produciendo las bebidas más representativas de nuestro país: el mezcal y el tequila. Según cálculos hechos por investigadores, sí estos murciélagos polínivoros y nectarívoros (que comen polen y néctar) llegaran a desaparecer, gran cantidad de especies de cactus y agaves se extinguirían generando que estas bebidas ya no se produjeran en la misma cantidad y calidad o inclusive que se llegaran a extinguir. Así que cada vez que tomemos una copa de estas bebidas, brindemos por los murciélagos. En lo que respecta a los que se alimentan de carne como de peces, ranas o ratones, no tienen una relevancia tan grande sobre el control de las poblaciones de estos animales, ya que son contadas las especies que tienen este tipo de alimentación.

Un tema que también inspira temor hacía los murciélagos es que cuando uno entra a las cuevas en donde habitan, hay el riesgo de contraer una enfermedad que puede causar la muerte. Esta enfermedad, llamada histoplasmosis, es causada por un hongo que puede crecer en el guano (excremento) de los murciélagos cuando se llega a acumular en grandes cantidades y pueden ser igual de altas como un niño pequeño. Pero no siempre encontraremos a este hongo creciendo en el guano, ya que necesita condiciones muy específicas de temperatura y humedad para que se desarrolle y produzca las esporas necesarias para causar algún tipo de daño. No dejemos de mencionar que este hongo crece también en el excremento de las gallinas y palomas, animales con los que es probable que tuvimos contacto desde que somos pequeños, por lo que quizás poseamos anticuerpos en nuestro organismo para combatir esta enfermedad. Pero siempre será adecuado no entrar a explorar lugares en donde se pueda congregar una gran cantidad de murciélagos y que no haya sido visitada antes. A pesar de esto, el guano es extraído en ciertas cuevas de todo el mundo, en donde llega a ser tal su producción que ya es redituable para comercializarlo en grandes cantidades como fertilizante para las plantas, ya que por su alto contenido de nitrógeno resulta excelente para ocuparlo con este fin.

Con lo explicado podremos entender la gran importancia ecológica que tienen los murciélagos en el mantenimiento de los ecosistemas y que sin su presencia es casi seguro que no podríamos tener los cultivos con los que contamos actualmente o las selvas no se podrían regenerar de la misma manera, ni tampoco podríamos tener frutas o bebidas tan representativas de nuestro país. Pero no todas las culturas han considerado a los murciélagos como nocivos, como actualmente lo hace la occidental. Por ejemplo los zapotecas tenían un dios murciélago llamado Camazotz, el cual estaba relacionado con la fertilidad y el cultivo del maíz o la cultura japonesa que los considera como un símbolo de buena suerte y de longevidad, por lo que su imagen se encuentra en algunas de sus monedas.

En el ámbito medico también son vistos con buenos ojos a partir de que se empezó a conocer más de ellos. En la actualidad el murciélago vampiro común (especie Desmodus rotundus) es valorado porque a partir de la composición de su saliva, se sintetiza una sustancia llamada antigregante plaquetario, la cual es auxiliar en el tratamiento de la trombosis (formación de coágulos en el torrente sanguíneo que se desplazan al cerebro, pulmones o corazón y pueden causar grandes daños).

Por último aclararemos dos mitos sobre estos animales: que todos los murciélagos son ciegos y que a los ratones viejos les salen alas y se convierten en murciélagos. Primeramente, ningún murciélago es ciego, todos los murciélagos ven con sus ojos pero como dominaron los ambientes nocturnos “ven” mejor con sus orejas, ya que su visión ocular no sirve en un ambiente en donde no hay luz. Esto lo compensaron al desarrollar un sistema de emisión y recepción de sonidos de baja frecuencia denominado ecolocalización que sirve como una especie de radar, que al lanzar las ondas por el aire éstas revotan en los objetos y al regresar la onda hasta sus orejas pueden saber de qué tamaño y a que distancia se encuentra el objeto. Entonces todos los murciélagos tienen ojos, aunque son más pequeños de lo normal porque simplemente no los necesitan como nosotros. Segundo, los ratones no se transforman en murciélagos. Los murciélagos ya son como los conocemos actualmente desde hace 52 millones de años y, de acuerdo con estudios sobre su evolución, es probable que hayan evolucionado a partir de un animal parecido a una musaraña que era arborícola y se alimentaba de insectos. Es probable que a este ancestro se le comenzaron a alargar los dedos y a formar una membrana de piel muy fina en forma de ala entre ellos, con lo cual logró volar.

Espero que con las líneas anteriores, ustedes lleguen a conocer más sobre los murciélagos y entender lo necesarios que son para que nosotros sigamos habitando este planeta. Al conocer más sobre estos hermosos animales y conservarlos, también estamos garantizando nuestra supervivencia.

Nubia Erandi Maldonado Pérez