Recordar la felicidad nos hace sonreír, al pensar en la tristeza hacemos muecas y recordar la ira nos hace fruncir el ceño. Estas expresiones faciales nos ayudan a recuperar ciertos recuerdos. Este es el resultado de un estudio italiano publicado en "Acta Psychologica".
Según estas teorías, reproducimos la expresión facial de una emoción, lo que nos permite procesarla. Los investigadores de la SISSA (Escuela internacional para estudios avanzados [International School for Advanced Studies]) de Trieste aplicaron este conocimiento al funcionamiento de la memoria y a la evocación de recuerdos. Se pidió a los participantes que llevaran a cabo pruebas de memoria que implicaran emociones. A la mitad de los sujetos del estudio les bloquearon los músculos faciales con un tipo de máscara, mientras que a la otra mitad les dejaron mover los músculos faciales libremente.
El estudio demostró claramente que los pacientes a los que bloquearon los músculos faciales obtuvieron una puntuación significativamente peor que los participantes con una cara "normal". "Los datos confirman la hipótesis de que 'recrear' el patrón motor asociado con la emoción ayuda a recordar esa emoción. Esto sugiere que incluso durante la fase de almacenamiento de los recuerdos, también codificamos la información motora y la reutilizamos durante su recuperación", comentó la coordinadora del estudio, Raffaella Rumiati.
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