miércoles, 7 de enero de 2015

Los retretes no son una amenaza microbiana tan grande como parece - Investigación y Desarrollo

Los retretes no son una amenaza microbiana tan grande como parece - Investigación y Desarrollo





LOS RETRETES NO SON UNA AMENAZA MICROBIANA TAN GRANDE COMO PARECE

EL .


Se sabe desde hace algún tiempo que objetos que no tendemos a ver como grandes depósitos de microbios, por ejemplo teclados de ordenador, sí lo son a menudo. Ahora, en una nueva investigación se ha analizado qué clase de bacterias pululan en los retretes, a los cuales sí consideraríamos mucho más peligrosos que ese sucio teclado de ordenador, y los resultados han sido sorprendentes.
La sucesión de bacterias que se inicia en un retrete tras esterilizarlo y poner de ese modo “el contador a cero”, empieza con las del intestino y los genitales, y son seguidas poco después por microbios de la piel.
Los retretes están dominados por una comunidad estable de bacterias que suelen vivir en la piel y otras que acostumbran hacerlo a la intemperie, mientras que hay pocas patógenas que hagan a las comunidades microbianas similares a las de otros entornos en edificios, como por ejemplo las demás habitaciones de una vivienda normal.
En el estudio, el equipo de Jack Gilbert, del Laboratorio Nacional de Argonne en Illinois, Estados Unidos, caracterizó la estructura, función y abundancia de la comunidad microbiana en suelos, inodoros y dispensadores de jabón, tras descontaminar las diferentes zonas. Analizaron las superficies cada hora al principio y después diariamente, hasta un total de ocho semanas.
La ecología microbiana de las superficies de los retretes se mantuvo notablemente estable, alcanzando el mismo estado final en cada ocasión.
En el caso de cuartos de baño usados solo por hombres o solo por mujeres, se observó una diferencia clara en las poblaciones microbianas de los asientos de los inodoros (váteres), con las Lactobacillus y Anaerococcus (típicas de la flora vaginal) dominando los inodoros de las señoras, y las Roseburia y Blautia, relacionadas con el intestino, más abundantes en los inodoros de los cuartos de baño de caballeros.
Sin embargo, las bacterias de esta clase no sobreviven con facilidad fuera de su medio típico, en tanto que las bacterias de la piel están mejor preparadas para sobrevivir fuera de los humanos.
Y así, tal como se comprobó, estas bacterias de la piel, así como otras provenientes de espacios cercanos al aire libre, acabaron conformando entre el 68 y el 98 por ciento de las comunidades cultivadas, con los taxones fecales representando un porcentaje que nunca superó el 15 por ciento, y que a veces estaba incluso por debajo del uno por ciento.
Significativamente, los taxones típicos de los exteriores predominaban en retretes antes de la esterilización, así como en las comunidades estables que se acababan formando después de ella, lo que sugiere que a largo plazo, son estas especies de microbios, capaces de medrar a la intemperie, las que logran aposentarse con más éxito en los cuartos de baño.
Un criterio clave de salubridad o insalubridad podría ser la abundancia relativa de patógenos muy peligrosos. No fue ese el caso. En general, la investigación sugiere que el retrete no es más salubre o insalubre que otros espacios de una vivienda o local típicos.
Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología

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