lunes, 26 de enero de 2015

Descubren una proteína capaz de reparar el músculo cardíaco tras un infarto

Descubren una proteína capaz de reparar el músculo cardíaco tras un infarto

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26 de Enero de 2015

Descubren una proteína capaz de reparar el músculo cardíaco tras un infarto

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Estimula la curación del miocardio y puede evitar la debilidad permanente del músculo dañado.
El tejido de cicatrización generado en el músculo cardíaco post-infartado da lugar a la insuficiencia cardíaca (IC), una patología caracterizada por el debilitamiento permanente de la contractilidad del órgano. Aunque existe una nueva terapia basada en células de médula ósea para el tratamiento de la IC, esta terapia es técnicamente compleja y presenta el inconveniente adicional de que la funcionalidad de las células es, con frecuencia, baja. Ello resulta en que muy pocos pacientes se beneficien. Para paliar esta limitación, científicos de la Escuela Médica Superior de Hannover han puesto en marcha un programa dirigido a identificar factores de crecimiento liberados por las células de la médula ósea de pacientes infartados, hallando que el factor de crecimiento derivado de las células mieloides (MYDGF) exhibe propiedades curativas en el miocardio. En un modelo murino de infarto de miocardio se pudo demostrar que la ausencia de MYDGF perturba la curación del músculo cardíaco post-infartado, mientras que en ratones tratados durante 7 días con este factor la rehabilitación del tejido fue mejor, con reducciones en el tamaño del tejido de cicatrización y en la disfunción contráctil. En pacientes infartados se constató asimismo una elevación de los niveles circulantes de MYDGF.
El hallazgo, publicado en la revista Nature Medicine, abre un enfoque terapéutico completamente nuevo, según indica Johann Bauersachs, director de la clínica donde ha sido llevado a cabo el estudio. A diferencia de la terapia celular, la terapia con proteínas puede ser administrada por vía subcutánea y es más segura, ya que las proteínas pueden ser generadas en grandes cantidades y con elevada pureza, haciendo innecesaria la punción ósea y el cateterismo cardíaco necesario para administrar las células. Los investigadores buscan ahora un socio en la industria farmacéutica que contribuya al desarrollo de la nueva terapia y a su introducción en clínica.

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