jueves, 1 de enero de 2015

Abordar las inquietudes relacionadas con la infección del virus del Ébola en escuelas primarias y secundarias (K-12): directrices provisionales para autoridades escolares y de distrito. | Enfermedad del Ébola (Enfermedad del virus del Ébola) | CDC

Abordar las inquietudes relacionadas con la infección del virus del Ébola en escuelas primarias y secundarias (K-12): directrices provisionales para autoridades escolares y de distrito. | Enfermedad del Ébola (Enfermedad del virus del Ébola) | CDC



CDC. Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. CDC 24/7: Salvando vidas, protegiendo a las personas.



Informes de MMWR sobre la enfermedad del Ébola

Abordar las inquietudes relacionadas con la infección del virus del Ébola en escuelas primarias y secundarias (K-12): directrices provisionales para autoridades escolares y de distrito.





A quién van dirigidas: autoridades distritales y escolares de nivel (K-12) (educadores)
Objeto: ayudar a abordar las inquietudes sobre el riesgo de la enfermedad del Ébola en escuelas K-12 y recomendar acciones para que las escuelas puedan prevenir el contagio de esta enfermedad en escuelas primarias y secundarias (K-12).

Puntos clave

  • En los Estados Unidos, la enfermedad del Ébola sigue siendo muy poco frecuente y solo ha afectado a unas pocas personas. No hubo casos de contagio de la enfermedad del Ébola en los Estados Unidos en entornos escolares ni comunitarios.
  • La mayoría de las situaciones relacionadas con la exposición a la enfermedad del Ébola con la que se enfrentarán los educadores tendrá que ver con percepciones, más que con riesgos reales. Los educadores deben estar en condiciones de reconocer dichas situaciones y abordarlas de manera oportuna y adecuada, sin reaccionar de manera exagerada.
  • La enfermedad del Ébola solo se propaga a través del contacto directo con sangre o líquidos corporales de una persona que tenga la enfermedad del Ébola que manifieste síntomas. Las personas sin síntomas de enfermedad del Ébola no propagan la enfermedad. Hay muchas otras enfermedades comunes que se presentan con los mismos síntomas, incluida la influenza y otros virus comunes. Es mucho más probables que estas otras infecciones sean las que causan la enfermedad, y no el virus del Ébola, aun en una persona que acaba de llegar de un país con un brote grande de enfermedad del Ébola o con un brote más reducido pero que puede ser difícil de controlar.
  • Es clave que los educadores establezcan de manera proactiva un sistema de comunicación con su departamento de salud pública local para intercambiar información relacionada con la enfermedad del Ébola de manera oportuna y consultarlos en la medida que lo necesiten.
  • Los educadores deben comprender las medidas que pueden tomar las autoridades de salud pública en sus jurisdicciones con respecto a las personas expuestas al virus del Ébola. Pero no deben adjudicarse el rol ni las responsabilidades de las autoridades de salud pública locales.
  • Son las autoridades de salud pública locales las que deben decidir si un estudiante o docente con una posible exposición reciente (en los últimos 21 días) al virus del Ébola debe o no asistir a la escuela.
  • Los educadores deben prevenir la discriminación, la estigmatización, el acoso y el maltrato relacionados con la percepción del riesgo de enfermedad del Ébola.

Objeto de las directrices

Estas directrices provisionales tienen por objeto ofrecer a las autoridades distritales y de escuelas primarias y secundarias (K-12) (educadores) información sobre medidas de salud pública relacionadas con la enfermedad del virus del enfermedad del Ébola, ayudar a abordar sus inquietudes acerca del riesgo de enfermedad del enfermedad del Ébola en escuelas K-12 en los Estados Unidos, ofrecer a los educadores información acerca de las situaciones que no representan riesgos reales de enfermedad del Ébola, darles herramientas para que eviten la estigmatización asociada a la percepción del riesgo de enfermedad del enfermedad del Ébola y recomendar acciones para que, trabajando en conjunto con las autoridades de salud pública, reduzcan el riesgo potencial de transmisión del virus del enfermedad del Ébola en escuelas. En particular, estas directrices ofrecen un resumen de los roles y responsabilidades potenciales de las autoridades de salud pública y los educadores, describen los niveles de riesgo y monitoreo según lo dispuesto por las autoridades de salud pública y explican sus implicancias para las escuelas. Estas directrices deberán actualizarse según sea necesario, si se dispone de más información.

Información general acerca de la enfermedad del Ébola

Hasta la fecha no se han identificado casos de enfermedad del Ébola en escuelas en los Estados Unidos, y no ha habido casos de transmisión dentro de los Estados Unidos. Los CDC y sus asociados están tomando las precauciones necesarias para prevenir la diseminación del virus del Ébola dentro de los Estados Unidos. El brote de enfermedad del Ébola de 2014 afecta principalmente a países de África Occidental. La nómina de países afectados se actualiza con frecuencia. En los Estados Unidos, la enfermedad del Ébola sigue siendo muy poco frecuente.
Las personas infectadas con el virus del Ébola pero que no tienen síntomas no contagian la enfermedad del Ébola a otras personas. Solo una persona realmente enferma y con síntomas representa un riesgo de contagio de enfermedad del Ébola. Los CDC han publicado guía para garantizar que las personas que pudieron haber estado expuestas a la enfermedad del Ébola (por ejemplo, viajeros que regresaron a Estados Unidos provenientes de un país con un brote de la enfermedad del Ébola significativo o menor que podría ser difícil de controlar) serán monitoreadas de manera activa, diariamente, para que se puedan tomar medidas inmediatas de salud pública en cuanto aparezcan los síntomas.
La enfermedad del Ébola es una afección poco frecuente pero grave, que puede provocar la muerte. La enfermedad del Ébola se propaga[PDF - 1 página]a través del contacto directo (a través de piel desgarrada o membranas mucosas como los ojos o la boca) con la sangre o los líquidos corporales (incluidos, entre otros, orina, salvia, sudor, heces y vómito) de una persona enferma. También de transmite a través del contacto directo con objetos (como agujas y jeringas) contaminados con sangre o líquidos corporales infectados. Las superficies y objetos que no estén contaminados con sangre o líquidos corporales de una persona con enfermedad del Ébola no transmiten el virus del Ébola. Esta enfermedad no se contagia por el aire (es decir, tosiendo o estornudando), o el agua ni alimentos cocidos.
Los síntomas de la infección del virus del Ébola incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, fatiga, dolor muscular, vómitos, diarrea, dolor de estómago y sangrado o moretones sin causa aparente. El período más largo registrado entre la exposición al virus del Ébola y la aparición de síntomas de enfermedad del Ébola fue de 21 días, aunque los síntomas pueden aparecer hasta 2 días después de haberse infectado. Muchas otras enfermedades comunes pueden presentar estos mismos síntomas, incluida la influenza. Es mucho más probables que estas otras infecciones sean las que causan la enfermedad, y no el virus del Ébola, aun en una persona que acaba de llegar (en los últimos 21 días) de un país con un brote de la enfermedad del Ébola significativo o menor que podría ser difícil de controlar.

Roles y responsabilidades de los educadores y las autoridades de salud pública

Las autoridades de salud pública tienen un rol fundamental en la identificación del riesgo de una persona a la exposición al virus del Ébola y en informar las acciones de salud pública para personas con riesgo de haber contraído la enfermedad del Ébola. Los educadores tienen un rol fundamental en abordar las inquietudes y dudas que surjan de los estudiantes, sus padres y el personal acerca de la enfermedad del Ébola, y en tomar medidas oportunas para responder a las recomendaciones de las autoridades de salud pública para comunidades educativas. Los educadores deben comprender los roles y responsabilidades de las autoridades de salud pública y consultarlos acerca de las dudas o cuestiones relacionadas con al enfermedad del Ébola. En cambio,lo que no deben hacer los educadores es asumir ninguno de los roles o responsabilidades de las autoridades de salud pública.
El trabajo conjunto entre autoridades de salud pública y educadores debe propiciar de manera proactiva la comunicación directa y definir de manera clara los roles y responsabilidades de cada parte. Los esfuerzos conjuntos iniciales entre las autoridades de salud pública y los educadores deben incluir la identificación de puntos de contacto para la comunicación, la creación de procedimientos para compartir información según lo dispuesto por la Ley de Privacidad y Derechos Educacionales de la Familia (FERPA) y las leyes de privacidad estatales y locales, y la creación de protocolos para la implementación de las recomendaciones de salud pública.
Si bien la disposición de privacidad de la Ley Federal de Responsabilidad y Portabilidad del Seguro Médico (HIPAA, por sus siglas en inglés) no se aplica a los registros educativos protegidos por la FERPA, en ciertos casos la disposición de privacidad de la HIPAA puede aplicarse a los registros de salud de los estudiantes (por ejemplo, si quien lleva esos registros es un proveedor de servicios de salud cubierto por las disposiciones de la HIPAA que no es empleado de la escuela). Se alienta a los educadores a crear un protocolo de comunicación para estar en contacto con sus autoridades de salud pública locales y conocer los planes de las autoridades de salud pública locales para abordar cuestiones relacionadas con la enfermedad del Ébola en la comunidad. Además, los educadores deben trabajar en conjunto con sus autoridades de salud pública locales para revisar y garantizar el cumplimiento de los códigos de salud pública, directrices de control de infecciones y estándares aplicables de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés).

Vigilancia y traslado de las personas potencialmente expuestas al virus del Ébola: implicancias para las escuelas

Los CDC publicaron las Directrices provisionales para los EE. UU. sobre la vigilancia y el traslado de personas potencialmente expuestas al virus del Ébolaque las autoridades de salud pública estatales y locales utilizan para realizar evaluaciones caso por caso del riesgo de enfermedad del Ébola. Estas directrices describen cuatro categorías de riesgo específicas (sin riesgo identificable, riesgo bajo [pero no nulo], algo de riesgo y riesgo alto) y recomiendan las medidas que las autoridades de salud pública deben tomar en función de cada categoría de riesgo de exposición. Las autoridades de salud pública determinarán cómo se vigilará a la persona durante los 21 días posteriores a una exposición potencial (es decir, vigilancia activa o vigilancia directa activa) según el nivel de riesgo de exposición de la persona y si es necesario implementar más restricciones de salud pública (como la exclusión de lugares públicos, reuniones y lugares de trabajo). Para el caso de las personas bajo vigilancia activa o vigilancia directa activa, son las autoridades de salud pública las que deben decidir acerca de la asistencia o no a clases.
Cuadro 1[PDF, 3 páginas]: es un resumen de las medidas de salud pública que deben tomar las autoridades de salud pública en función de una evaluación de riesgo individual realizada por ellas, y medidas recomendadas para las escuelas en cada categoría de riesgo de exposición.

Planificación para prevenir o responder a casos de infección por virus del Ébola en escuelas primarias y secundarias (K-12): acciones generales de preparación para educadores

En su trabajo diario con los estudiantes y el personal de la escuela, los educadores deben estar al tanto de medidas prácticas que pueden tomar para responder a situaciones relacionadas con la enfermedad del Ébola. Como parte de su preparación para prevenir o responder a una posible infección con virus del Ébola en escuelas primarias y secundarias (K-12), los educadores deben tener en cuenta las siguientes medidas prácticas:
  • Revisar los planes de operaciones de emergencias de sus escuelas y modificarlos de ser necesario para abordar la enfermedad del Ébola y otras enfermedades infecciosas.
  • Comunicar a las autoridades de salud pública su plan con respecto a la enfermedad del Ébola para la comunidad.
  • Involucrar a los docentes y sus auxiliares para que se comuniquen con sus alumnos y los padres de sus alumnos acerca de la enfermedad del Ébola, lo que incluye mensajes que garanticen que no se estigmatice a niños a raíz de su raza, país u origen, ni por ninguna otra razón.
  • Enseñar a estudiantes, docentes y personal a tomar medidas preventivas diarias (como quedarse en casa si están enfermos, lavarse las manos con frecuencia, limpiar superficies y objetos que se tocan con frecuencia y evitar el contacto con personas enfermas). Poner en práctica un buen sistema de control de infecciones permitirá prevenir la propagación de muchas enfermedades infecciosas.
  • Revisar los protocolos y garantizar que las escuelas cumplan con las normas de la OSHA relacionadas con los patógenos transmitidos por sangre (29 CFR 1910.1030) y de comunicación de riesgos (29 CFR 1910.1200) para el manejo de la exposición a sangre u otros materiales infecciosos.
  • Alentar a los docentes, personal de la escuela y padres a vacunarse contra la influenza todos los años. Esto puede reducir la cantidad de adultos y niños que ingresen a la escuela con fiebre.
  • Capacitar a maestros, sus auxiliares y enfermeras de la escuela para reconocer en forma temprana a niños con síntomas como fiebre, y para determinar si estos síntomas aparecen en una persona con una posibilidad reciente (en los últimos 21 días) de exposición a la enfermedad del Ébola. Los síntomas que aparezcan en una persona que no haya tenido una posibilidad de exposición reciente (en los últimos 21 días) a la enfermedad del Ébola NO están relacionados con la enfermedad del Ébola, sino con alguna otra enfermedad.

Continuidad educativa

Los educadores deben ser conscientes de que habrá personas que se ausentarán de la escuela por un período extenso de tiempo si se encuentran bajo vigilancia directa activa, o debido a una licencia otorgada por la escuela, y deberán ofrecerles oportunidades que garanticen la continuidad educativa. Vea las directrices complementarias del Departamento de Educación de los EE. UU., disponibles en: http://rems.ed.gov/KeepSchoolsSafeFromDiseases.aspx.

Cuestiones relacionadas con derechos civiles: prevención del miedo y la estigmatización

Una persona que estuvo bajo vigilancia directa activa o activa y que no desarrolló la enfermedad del Ébola dentro de los 21 posteriores a su posible exposición, no está infectada con el virus del Ébola, no puede contagiar la enfermedad y no representa ningún riesgo para la salud de los demás. De la misma manera, una persona que se recuperó de la enfermedad del Ébola, que fue dada de alta del área de aislamiento y cuya recuperación total está documentada con pruebas de laboratorio, no puede contagiar la enfermedad y no representa ningún riesgo para la salud de los demás. Las personas protegidas por legislación federal de derechos civiles y que corren en la actualidad un riesgo alto de ser agredidas o acosadas incluyen las personas oriundas de, o que se perciben como oriundas de África Occidental, así como las personas que tuvieron la enfermedad del Ébola y se recuperaron, y aquellas que estuvieron bajo vigilancia directa activa o activa aun si no desarrollaron la enfermedad del Ébola. Los educadores tiene un rol fundamental al momento de prevenir y abordar las situaciones de agresión y acoso en las escuelas. Para obtener más información sobre la prevención del miedo y la estigmatización, consulte la Hoja informativa: cómo implementar las directrices de los CDC para la enfermedad del Ébola en escuelas al tiempo que se protegen los derechos civiles de los estudiantes y demás personas. Si tiene consultas, desea obtener más información o cree que una escuela viola las leyes federales que protegen los derechos civiles, puede visitar el sitio web de la Oficina de derechos civiles (OCR, por sus siglas en inglés) enwww.ed.gov/ocr o ponerse en contacto con la OCR por teléfono al 800-421-3481 (TDD: 800-877-8339) o en ocr@ed.gov. Otros documentos de directrices del Departamento de Educación de los EE. UU. respecto del cumplimiento de obligaciones con los derechos civiles, garantizar la continuidad educativa y ofrecer educación especial, disponibles en: http://rems.ed.gov/KeepSchoolsSafeFromDiseases.aspx

Situaciones que no representan riesgo de contagio de la enfermedad del Ébola

En el último tiempo, los educadores se han visto enfrentados al desafío de ofrecer una respuesta efectiva a la percepción de riesgo de exposición o transmisión de la enfermedad del Ébola, en casos en los que en realidad no existía riesgo real de exposición o transmisión de la enfermedad del Ébola. Las personas que NO tienen un riesgo identificable de infección por virus del Ébola no representan ningún riesgo de contagio de la enfermedad del Ébola para otras personas en la escuela. Además, las personas que viven en la misma casa con una persona que regresó de un despliegue militar en un país con un brote grande de enfermedad del Ébola, o con uno pequeño que puede ser difícil de controlar, no tiene síntomas y está bajo vigilancia directa activa o activa, no representan ningún riesgo para la comunidad. Los siguientes son ejemplos de situaciones que NO representan un riesgo idenficable de enfermedad del Ébola:

Cómo responder a situaciones que representan un posible riesgo de transmisión de enfermedad del Ébola: acciones para educadores de escuelas K-12

Si bien el riesgo de enfermedad del Ébola en los Estados Unidos es muy pequeño y es poco probable que los educadores deban enfrentarse a una situación que implique un riesgo real para la salud de la población de su escuela, los educadores deben conocer las medidas que deberían tomar durante el día si asiste a la escuela una persona que pudo haber estado expuesta a la enfermedad del Ébola, presente o no síntomas.

Cómo responder en situaciones en las que una persona que pudo haber estado expuesta a la enfermedad del Ébola recientemente (en los últimos 21 días) asiste a la escuela y no se conoce el estado de su evaluación de riesgo

En una situación ideal las personas que pudieron haber estado expuestas a la enfermedad del Ébola en los últimos 21 días habrán sido identificadas por una autoridad de salud pública antes de asistir a la escuela, y la autoridad de salud pública habrá evaluado su riesgo de enfermedad del Ébola y recomendado cualquier medida de salud pública que deba tomarse. Las autoridades de salud pública y los educadores deben generar de manera proactiva un proceso para compartir información, de manera adecuada y oportuna, acerca de los estudiantes y miembros del personal que estén bajo vigilancia en su comunidad educativa. No obstante, es posible que los educadores se enteren de una fuente que no sea una autoridad de salud pública acerca de un estudiante o miembro del personal que pudo haber estado expuesto al virus del Ébola recientemente (por ejemplo si viajó a un país con un brote significativo de enfermedad del Ébola, o a uno con un brote pequeño pero que puede ser difícil de controlar, en los últimos 21 días, o si estuvo cerca de un paciente con enfermedad del Ébola sintomático en los últimos 21 días), y que no esté claro si las autoridades de salud pública llevaron adelante una evaluación para medir su riesgo de exposición a la enfermedad del Ébola. En dichas situaciones, los educadores deben consultar a las autoridades de salud pública para que puedan llevar adelante la evaluación de riesgo de ser necesario. Si se enteran de una situación de exposición potencial de este tipo en una persona en la escuela, los educadores deben determinar si la persona tiene síntomas1 que sugieran que podría tener la infección del virus del Ébola y seguir los pasos explicados en la imagen 1[PDF - 1 página].
Descripción de las medidas especificadas en la imagen 1:
  • Los educadores deben averiguar si la persona tiene síntomas1 que sugieran una infección con el virus del Ébola, al tiempo que mantienen la privacidad de la persona.
  • Si la persona NO tiene síntomas, no hay urgencia para divulgar toda su información personal con las autoridades de salud pública, pero los educadores deben ponerse en contacto con las autoridades lo antes posible para decidir el mejor plan de acción:
    • Contactar a las autoridades de salud pública para hablar de la situación en térmios generales, sin divulgar información de los registros educativos que permita identificar a la persona con una presunta exposición al virus del Ébola, para que las autoridades de salud pública decidan si es necesario realizar una evaluación de riesgo individual,
    • Si las autoridades de salud pública consideran que no es necesario realizar una evaluación de riesgo individual y que la persona no representa un riesgo para la comunidad escolar, los educadores deberán trabajar para calmar las inquietudes ofreciendo información educativa acerca de los riesgos de la enfermedad del Ébola al personal y a la comunidad escolar. Se alienta a los educadores a que trabajen para prevenir el acoso y el maltrato ofreciendo información a la comunidad, al tiempo que toman todas las medidas necesarias para garantizar la privacidad individual,
    • Si las autoridades de salud pública determinan que es necesario realizar una evaluación de riesgo individual a un estudiante menor de 18 años, los educadores deberán informar a sus padres/tutores y obtener su autorización escrita para divulgar información personal de los registros escolares del estudiante, que permita identificar al menor,
    • Si el padre o tutor no da su consentimiento, la escuela debe pedir al padre o tutor que se comunique con las autoridades de salud pública directamente para acceder a la evaluación de riesgo individual, e informar a la escuela de sus resultados. Sin el consentimiento del padre, la escuela no debe suministrar información personal de los registros educativos que permita identificar a un estudiante menor de 18 años sin síntomas. No obstante, la negativa de un padre o tutor, o de un estudiante, a involucrar a autoridades de salud pública en cuestiones de posible riesgo para la salud pública no deberá impedir que la escuela se contacte con las autoridades de salud pública para hablar de la situación en términos generales, sin divulgar información personal de registros educativos que permita identificar a la persona con presunta exposición al virus del Ébola,
    • Si el estudiante tiene más de 18 años, o si la situación involucra a un docente o miembro del personal, la escuela deberá pedir su consentimiento directamente a esa persona y
    • Esperar indicaciones de las autoridades de salud pública en función de la evaluación de riesgo individual antes de tomar ninguna otra medida.
  • Si la persona tiene síntomas1, vea la próxima sección, acerca de cómo Responder cuando asiste a la escuela una persona con síntomas que sugieren la presencia del virus del Ébola y la imagen 2.

Cómo responder cuando asiste a la escuela una persona con síntomas que sugieren la presencia de la enfermedad del Ébola

Los niños, especialmente los niños más pequeños, suelen presentar síntomas (como fiebre, dolor de cabeza o vómitos) que son comunes a muchas enfermedades, como la influenza. Como la enfermedad del Ébola es muy poco frecuente en los Estados Unidos, es mucho más probable que sean estas otras enfermedades las que causan los síntomas, y no el virus del Ébola. Una cuestión clave a tener en cuenta es que debe haber tanto una combinación desíntomas1 que sugieran la presencia de la enfermedad del Ébola y una posible exposición al virus del Ébola en los 21 días anteriores a la aparición de los síntomas (ver imagen 2[PDF - 1 página]). Por consiguiente, si un estudiante o miembro del personal tienen síntomas que sugieran la presencia de enfermedad del Ébola mientras están en la escuela, lo primero que deben hacer los educadores es averiguar si esa persona tuvo una posible exposición reciente (en los últimos 21 días) a la enfermedad del Ébola, de las siguientes formas:
  • a partir de la información obtenida de una evaluación de riesgo individual llevada adelante por las autoridades de salud pública y la consiguiente vigilancia directa activa o activa,
o, si esa información no está disponible en la escuela,
Ninguna otra situación que nos sea las que se describen en detalle más arriba debe considerarse un caso de posible exposición a la enfermedad del Ébola. Para acceder a una descripción detallada de las situaciones que no representan un riesgo real de exposición a la enfermedad del Ébola, vea la sección Situaciones que no representan riesgo de transmisión de la enfermedad del Ébola.
Si la persona con síntomas también tuvo una posible exposición reciente (en los últimos 21 días) a las enfermedad del Ébola, los educadores deben seguir los pasos descritos en la imagen 2[PDF - 1 página]. Es importante saber que, en esta situación, cuando una persona con síntomas que sugieren la presencia de esta enfermedad y una exposición posible al virus del Ébola en los 21 días anteriores a la aparición de los síntomas asistió a la escuela, los educadores pueden divulgar inmediatamente toda la información necesaria a las autoridades de salud pública (esto puede incluir información personal de los registros educativos que permita identificar al paciente) para facilitar una investigación en tiempo y forma, porque se aplica la excepción de emergencia de salud y seguridad de FERPA.
Descripción de las medidas especificadas en la imagen 2:
  • Tome medidas para separar rápidamente a la persona enferma del resto (ver abajo),
  • Notifique a las autoridades de salud pública de la situación para que coordinen el traslado de la persona enferma a centros de atención médica para la evaluación médica, de ser necesario, y
  • Informe a los padres/tutores acerca de la situación y acerca de la necesidad de llevar adelante una prueba de riesgo personal (si no se hizo antes) y un examen médico, si la persona enferma es un estudiante/menor.
Si una emergencia médica (como vómitos profusos) no da tiempo de consultar a las autoridades de salud pública, los educadores deben llamar al 911 e informarles de la emergencia, del viaje reciente de la persona o de su potencial contacto con el virus del Ébola (si se conoce), y luego contactar a las autoridades de salud pública y a los padres/tutores lo antes posible. Los educadores deben estar preparados para ofrecer toda la información relevante conocida respecto de la persona enferma.
Mientras esperan el arribo de los primeros respondientes y las autoridades de salud pública, los educadores deberán inmediatamente:
  • Trasladar a todos los estudiantes, docentes y miembros de personal que no fueron afectados directamente por una posible contaminación (por ejemplo, la salpicadura del vómito) lejos de la sala donde está la persona enferma y de todas las áreas posiblemente contaminadas,
  • Si hubo otras personas directamente afectadas por una posible contaminación (por ejemplo, por salpicadura de vómito), verificar que se quiten cualquier prenda sucia lo antes posible, sin tocarse el rostro con la ropa sucia ni con las manos. La ropa sucia se debe poner en una bolsa plástica,
  • Verificar que cualquier persona que se haya visto afectada directamente por una posible contaminación se lave rápidamente las manos y cualquier otra porción expuesta de su piel con agua y jabón, y que permanezca separada en una sala que no sea donde está el resto de los alumnos y el personal,
  • Limitar la cantidad de miembros del personal que permanezca en la sala con la persona enferma a uno o dos,
  • Garantizar que los miembros del personal designados para quedarse con la persona enferma se mantengan a al menos 3 pies de distancia para evitar cualquier contacto con sangre o líquidos corporales (como vómito, orina, saliva, heces),
  • Mantener un registro de todas las personas que pudieron habr estado en contacto con la sangre o líquidos corporales de la persona enferma, en caso de que se necesite esta información posteriormente y
  • Garantizar que todas las áreas de la escuela (el autobús escolar, si el incidente ocurrió en el autobús) que podrían estar contaminadas con sangre o líquidos corporales queden clausuradas a los estudiantes y el personal hasta que se completen las tareas de limpieza y desinfección, en conjunto con las autoridades de salud pública y según lo establecido en las directrices[PDF - 4 páginas]. El personal de la escuela no debe intentar limpiar las áreas contaminadas sin consultar a las autoridades de salud pública.
Las autoridades de salud pública evaluarán el riesgo de exposición a la enfermedad del Ébola de la persona y sus condiciones clínicas para decidir las acciones de salud pública adecuadas. También decidirán si es necesario realizar pruebas de laboratorio para descartar la infección por virus del Ébola. Las autoridades de salud pública decidirán si la persona enferma debe permanecer en su casa después del examen médico inicial (por ejemplo, si la persona tiene una enfermedad infecciosa que no sea la enfermedad del Ébola, como influenza o enterovirus), o si debe permanecer aislada en un hospital, si se sospecha que puede tener la enfermedad del Ébola.
Con poca frecuencia, mientras se esperan los resultados de las pruebas de laboratorio para descartar la enfermedad del Ébola (en general un día o dos, aunque los tiempos reales dependen del estadio de la enfermedad y de circunstancias locales), se puede considerar una licencia temporaria de la escuela, decisión que se tiene que tomar en conjunto con las autoridades de salud pública. Los siguientes son ejemplos de cuándo es adecuado otorgar una licencia escolar:
  • Cuando se contaminaron varias áreas de la escuela con sangre o líquidos corporales (como vómitos, orina o heces),
  • Cuando resulta imposible determinar si hubo o no contaminación o
  • Cuando se contaminó un área que es esencial para el funcionamiento de la escuela (como la cafetería).
Una prueba de laboratorio positiva para el virus del Ébola significa que está confirmada la infección por virus del Ébola. Las autoridades de salud pública llevarán adelante una investigación de salud pública que incluye el rastreo de todos los contactos posiblemente expuestos. Los educadores deberán trabajar en colaboración con las autoridades de salud pública durante la investigación, y proporcionar toda la información solicitada (como listados de personas presentes en la escuela durante el día) que pueda resultar de utilidad durante la investigación. Durante la investigación, las autoridades de salud pública quizá identifiquen a algunas personas en la escuela en riesgo de exposición a la enfermedad del Ébola (riesgo alto, algún riesgo o riesgo bajo [pero no nulo]). Según el nivel de exposición individual, las autoridades de salud pública decidirán si alguna de estas personas necesitará vigilancia directa activa (con o sin exclusión de áreas públicas, reuniones, lugar de trabajo y escuela) o vigilancia activa.

Recursos para acceder a más información

Enlaces relacionados

Recursos de los CDC

Otros recursos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU.

Recursos del Departamento de Educación de los EE. UU.

Recursos del Departamento de Trabajo de los EE. UU.

Notas a pie de página

  1. Los síntomas de la enfermedad del Ébola incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolor muscular, debilidad, fatiga, diarrea, vómitos, dolor abdominal (de estómago), hemorragias sin razón aparente (sangrado o moretones).

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