lunes, 15 de diciembre de 2014

Foxp1 induce progresión en cáncer de páncreas - DiarioMedico.com

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INVESTIGACIÓN MULTICÉNTRICA

Foxp1 induce progresión en cáncer de páncreas

Una investigación española en 'Nature Genetics' señala a este transposón como favorecedor tumoral.
Covadonga Díaz. Oviedo | dmredaccion@diariomedico.com   |  12/12/2014 13:56
 
 

Juan Cadiñanos, director del Laboratorio de Medicina Molecular del Imoma, de Oviedo, en Asturias.
Juan Cadiñanos, director del Laboratorio de Medicina Molecular del Imoma, de Oviedo, en Asturias. (Covadonga Diaz)
Un equipo de investigación multicéntrico ha identificado una serie de nuevos genes implicados en el cáncer de páncreas, empleando para ello una metodología novedosa basada en la utilización de transposones. Asimismo, han probado que uno de estos genes, llamado Foxp1, favorece la progresión tumoral y se correlaciona con la presencia de metástasis.
El estudio ha sido llevado a cabo por un equipo científico internacional, del que han formado parte el Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (Imoma) y el Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria.
  • Los transposones son elementos genéticos capaces de movilizarse de un lugar a otro del genoma, activando o inactivando genes y aumentando la predisposición tumoral
La investigación, publicada en Nature Genetics, es novedosa tanto en lo que a los hallazgos se refiere como en la tecnología aplicada. Una de las líneas de investigación del cáncer más prolífica actualmente es la basada en la secuenciación del genoma de los tumores para detectar así los genesque se encuentran mutados.
Este trabajo, en cambio, ha seguido otra metodología, que permite la identificación de genes implicados en esta enfermedad mediante transposones, que son elementos genéticos capaces de movilizarse de un lugar a otro del genoma, activando o inactivando genes y aumentando así la predisposición al cáncer.
Genes inactivados 
A pesar de que no son muy conocidos, los transposones son muy abundantes en la naturaleza. 
"El 45 por ciento de la secuencia del genoma humano deriva de transposones, pero la inmensa mayoría de éstos están inactivados y no pueden movilizarse", según Juan Cadiñanos, director del Laboratorio de Biología Molecular del Imoma, y uno de los firmantes del artículo, junto con Nacho Varela, del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria. El trabajo ha sido coordinado por los investigadores Roland Rad y Lena Rad, de la Universidad Técnica de Múnich (Alemania), y dirigido por Allan Bradley, del Wellcome Trust Sanger Institute de Cambridge (Reino Unido).
Elemento móvil 
Para el desarrollo del trabajo se han utilizado ratones modificados genéticamente que contienen el transposónpiggyBac, "un elemento genético móvil activo capaz de saltar de un lugar a otro del genoma, creando mutaciones activadoras o inactivadoras que favorecen el desarrollo de los tumores y que además pueden ser identificadas con facilidad, permitiendo conocer así qué genes han alterado", ha explicado Cadiñanos.
La novedad tecnológica del trabajo es que estos ratones se pueden configurar para desarrollar un tipo de cáncer específico evitando que padezcan otros tumores al mismo tiempo, "algo que no se había conseguido hasta la fecha con este transposón y que permite abordar el estudio de la enfermedad de manera más controlada".
Para este trabajo crearon tres tipos de ratones que desarrollaban cáncer en el páncreas, el hígado o el intestino específicamente y, posteriormente, estudiaron más a fondo los ratones con cáncer de páncreas.
Los transposones, al insertarse en el interior o en las proximidades de un gen, provocan su activación o inactivación. Esto facilita el desarrollo tumoral. Tras ello, se analiza el ADN de los tumores para determinar en qué posiciones del genoma se han insertado los transposones. 
El 60 por ciento de los tumores estudiados presentaban transposones que habían caído en el gen Foxp1 o en el gen Foxp2, lo que sugiere que estos genes son relevantes para el desarrollo del cáncer de páncreas.
Además, la investigación ha permitido comprobar que el gen Foxp1 se relaciona con un desarrollo más rápido de la enfermedad en los ratones y con más incidencia de metástasis en pacientes humanos.
Para llegar a esta conclusión, los científicos procedieron a analizar a través de inmunohistoquímica la expresión de la proteína FOXP1 en muestras de pacientes con cáncer de páncreas. Los investigadores también han observado otro hecho destacado y es el relacionado con la expresión, "que era más elevada en pacientes con metástasis ganglionares".

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