domingo, 2 de noviembre de 2014

PEGFR en sangre mide la respuesta a cetuximab - DiarioMedico.com

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MÉTODO NO INVASIVO

PEGFR en sangre mide la respuesta a cetuximab

Esta proteína secretada en plasma podría convertirse en biomarcador para monitorizar la eficacia del tratamiento en pacientes con cáncer colorrectal.
María Sánchez-Monge. Madrid | Maria.Sanchez@diariomedico.com   |  30/10/2014 17:01
  

Josep Villanueva
Josep Villanueva, investigador principal del Grupo de Biomarcadores Tumorales del VHIO. (DM)
Los niveles sanguíneos de pEGFR, la forma activa del receptor del factor de crecimiento epidérmico, se correlacionan con la respuesta al tratamiento con cetuximab en individuos con cáncer colorrectal. Un equipo del Valle de Hebrón Instituto de Oncología (VHIO), de Barcelona, ha publicado en Clinical Cancer Research un estudio que abre la puerta a un nuevo método práctico y no invasivo para la monitorización del tratamiento en estos pacientes. Si se confirman los resultados con estudios más amplios, se podría analizar la presencia de pEGFR en sangre prescindiendo del TC de control.
  • Para los análisis 'in vitro' se recurrió al cultivo celular en tres dimensiones para poder estudiar correctamente la respuesta de las células al fármaco
El trabajo ha sido dirigido por Josep Villanueva, investigador principal del Grupo de Biomarcadores Tumorales del VHIO, quien ha indicado que el objetivo de su investigación es "buscar marcadores tumorales de respuesta a cetuximab". Para ello, en vez de utilizar las técnicas genómicas habituales, se apoyan en la proteómica empleando espectrometría de masas. Otra novedad es que para los análisis in vitro se recurrió al cultivo celular en tres dimensiones (3D) para poder estudiar correctamente la respuesta de las células al fármaco.
Análisis del secretoma
Villanueva expone que, dado que la eficacia de cetuximab depende de si existen o no mutaciones en el genKRAS, lo que hicieron fue "buscar marcadores teniendo en cuenta esta mutación". Además, se centraron en "proteínas secretadas por la célula, es decir, en el secretoma, que constituiría un paso intermedio entre estudiar directamente el tumor y el análisis en sangre". El estudio de líneas celulares y sus secretomas les llevó hasta el receptor de EGF, que se secretaba más en las células que estaban respondiendo al fármaco. En otras palabras, constataron que pEGFR se secreta como respuesta a la terapia anti-EGFR.
  • Si se confirman los resultados con estudios más amplios, se podría analizar la presencia de pEGFR en sangre prescindiendo de las TC de control
Hallazgo sorprendente
En palabras de Villanueva, este hallazgo "resulta sorprendente porque, biológicamente, las proteínas de membrana, como EGFR, no están en sangre". El equipo de investigadores está estudiando por qué en este caso sí que se encuentra en la sangre. De hecho, así lo han constatado en una muestra de 18 pacientes con cáncer colorrectal, de los que recogieron muestras de plasma antes y durante el tratamiento con cetuximab.
Menor uso de TC
Para el seguimiento cada dos meses a los participantes se aprovechó el momento en el que acudían a realizarse una TC, que sirvió para contrastar los resultados del análisis sanguíneo. Esta es la prueba estándar en la actualidad. "En el futuro, se podría minimizar el uso de TC, reduciendo los niveles de radiación que reciben los pacientes y el número de visitas al hospital". La prueba radiológica se reservaría para aquellos casos en los que se aprecien grandes cambios en la respuesta al tratamiento.
"Tenemos unos resultados preliminares muy prometedores", ha concluido Villanueva. "Ahora, el siguiente paso será validar los resultados ampliando el número de pacientes. Para ello, es muy posible que recurran a la realización de un estudio multicéntrico, ya que para obtener los datos que se acaban de publicar han empleado tres años en seleccionar y evaluar a los 18 pacientes participantes con los que han contado.

En busca de nuevas vías terapéuticas

Además de analizar en profundidad por qué pEGFR, en contra de lo que cabría esperar, se secreta y, por lo tanto, se puede hallar en sangre, el equipo de Josep Villanueva quiere ir más allá del diagnóstico.
Una vez demostrado que esta proteína puede constituir un biomarcador muy eficaz y no invasivo, el siguiente reto es intentar aprovechar terapéuticamente los hallazgos descritos. Por ejemplo, explica el investigador, se podría intentar "bloquear la secreción del receptor".
Por otro lado, se está estudiando si otros anticuerpos monoclonales contra EGFR permiten una monitorización a través del plasma, así como la evaluación de otros tumores.

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