sábado, 22 de noviembre de 2014

Las normas de EE. UU. para las comidas escolares podrían resultar contraproducentes para una buena nutrición, señala un estudio: MedlinePlus

Las normas de EE. UU. para las comidas escolares podrían resultar contraproducentes para una buena nutrición, señala un estudio: MedlinePlus

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Las normas de EE. UU. para las comidas escolares podrían resultar contraproducentes para una buena nutrición, señala un estudio

Los requerimientos federales no limitan el azúcar añadido ni los carbohidratos, apuntan los investigadores
Mary Elizabeth Dallas
Traducido del inglés: jueves, 20 de noviembre, 2014
Imagen de noticias HealthDay
MIÉRCOLES, 19 de noviembre de 2014 (HealthDay News) -- Los nuevos requisitos federales que controlan los tipos de comidas servidas en las escuelas de EE. UU. podrían en realidad fomentar unos hábitos vinculados con la obesidad y la diabetes, sugiere un estudio reciente.
Aunque ahora es obligatorio que las comidas escolares contengan menos grasa y más granos integrales, frutas y verduras, no hay normas sobre el azúcar añadido ni los carbohidratos adicionales, explicaron investigadores de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins.
Los investigadores hallaron que las escuelas están sirviendo principalmente granos integrales procesados, que se convierten en azúcar con facilidad durante la digestión. Mientras tanto, muchas escuelas están sirviendo fruta enlatada, jugo de fruta y leche con sabores, artículos que contienen azúcar añadido, encontró el estudio.
Los autores del estudio dijeron que ampliar las normas federales para las comidas escolares para que incluyan un aumento en la cantidad de granos integrales y productos de alimentos integrales servidos, además de limitar el azúcar añadido y los alimentos procesados, podría ayudar a garantizar que los niños estén comiendo los carbohidratos adecuados.
También recomendaron que un panel independiente de expertos reevalúe las restricciones de las comidas escolares para garantizar que no se estén reemplazando las grasas saturadas con carbohidratos procesados.
"La locura por la reducción en las grasas en las dos últimas décadas ha hecho que los estadounidenses cambien a una dieta rica en carbohidratos y baja en grasa", apuntó en un comunicado de prensa de la Universidad de Johns Hopkins Sadie Barr, estudiante en un programa dual de MPH-MBA en la Facultad de Salud Publica Bloomberg y la Facultad de Negocios Carey de la universidad.
"Este [cambio] se ha vinculado firmemente con la obesidad, la diabetes y otras enfermedades relacionadas con la dieta, en gran parte porque la mayoría de los carbohidratos que comemos son procesados. Los almuerzos escolares, incluso con estas nuevas regulaciones, siguen reflejando esta dieta en gran medida", dijo Barr.
Las comidas escolares tienen implicaciones significativas para la salud de los niños. Más de 30 millones de niños participan en los programas de desayuno y almuerzo escolar, según los investigadores. Eso significa que las comidas escolares podrían conformar más de la mitad de las calorías que esos niños consumen a diario, dijeron los investigadores.
La Ley de Niños Saludables y Sin Hambre (HHFKA, por su sigla en inglés), promulgada en 2010, amplío las normas ya existentes sobre unas comidas escolares más saludables para los niños de todos los cursos.
La ley más reciente obliga a que las comidas escolares tengan un 51 por ciento de granos integrales, según los investigadores. La legislación también requiere que se ofrezcan más frutas y verduras a los estudiantes. Por otro lado, las grasas saturadas de las comidas escolares se deben limitar a menos del 10 por ciento del total de calorías. Los estudiantes deben beber solo leche al 1 por ciento o sin grasa. La leche con sabores debe ser sin grasa, reportaron los investigadores.
Para el estudio, Barr y sus colaboradores examinaron las nuevas regulaciones escolares y compararon las comidas escolares actuales con las comidas servidas a los estudiantes en el año escolar que comenzó en otoño de 2009. También analizaron el grupo de escuelas que ya habían establecido de forma voluntaria unos programas de alimentación más saludables.
El estudio, que se presentará el martes en la reunión anual de la Asociación Americana de Salud Pública (American Public Health Association), en Nueva Orleáns, mostró que los almuerzos servidos en las escuelas que eligieron adoptar los estándares de alimentación más saludables contenían más de un 54 por ciento de carbohidratos, ligeramente más que las escuelas que no participaron en el programa voluntario. Esos carbohidratos eran mayormente procesados. Los investigadores anotaron que esas comidas son muy similares a las que se sirven ahora bajo los nuevos requisitos federales.
"Una cosa que me chocó es que los requisitos regulatorios de la HHFKA no mencionan a los carbohidratos. La palabra 'grasa' quizá se menciona cientos de veces. Pero la palabra 'carbohidrato' no se menciona ni una vez", comentó Barr. "No reconocieron al macronutriente primario. Obligar a que al menos el 51 por ciento de los granos servidos sean integrales es un paso en la dirección correcta, pero no es suficiente para garantizar que las comidas servidas sean más integrales y menos procesadas, lo que sería más ventajoso para la salud".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Johns Hopkins University Bloomberg School of Public Health, news release, Nov. 18, 2014
HealthDay
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