UNIVERSIDAD DE MURCIA
Un nuevo sistema de evaluación visual personaliza la elección de las lentes
Desarrollado en la Universidad de Murcia, combina una serie de instrumentos oftálmicos que podrían sustituir, con mejoras ostensibles, a los que se emplean en la clínica diaria.
Pilar Laguna. Murcia | dmredaccion@diariomedico.com | 15/09/2014 00:00
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Pablo Artal, del Laboratorio de Óptica de la Universidad de Murcia, ha dirigido el desarrollo del sistema. (DM)
VISTA:
- La combinación de la información objetiva que ofrece al oftalmólogo y la subjetiva del paciente es la más adecuada para optar por la solución a medida
El grupo de investigación de excelencia del Laboratorio de Óptica (LOUM) de la Universidad de Murcia (UMU), dirigido por Pablo Artal, ha conseguido hacer realidad uno de los numerosos desarrollos de I+D+i en óptica adaptativa en los que trabajan desde hace 15 años. Uno de sus artilugios, con propiedades diagnósticas, se ha puesto de largo durante el Congreso de la Sociedad Europea de Cirugía de Cataratas y Refractiva (Escrs, en sus siglas en inglés), que se está celebrando en Londres. Lo ha desarrollado Voptica, una spinoff que definen como "pequeña compañía quijotesca del sureste español". En concreto, se trata del AOneye (Adaptive Optic on eye), un analizador visual de óptica adaptativa generado en el LOUM que aspira a liderar una nueva era en el proceso de evaluación y corrección de la visión. "Inventa una categoría nueva de instrumentos oftálmicos que podría sustituir con mejoras ostensibles a los que vienen utilizándose en la rutina clínica", comenta Pablo Artal, subrayando la singularidad de su diseño y aplicaciones.
Soluciones adaptadas
Pero lo que más destaca es la capacidad para simular soluciones adaptadas a las necesidades de cada paciente: desde decidir qué lente es la más adecuada en cirugía de cataratas hasta el grado de curvatura de la córnea que cada usuario requiera en una intervención refractiva.
Son ventajas para el oftalmólogo y también para el paciente. El profesional tendrá toda la información precisa antes de abordar la cirugía, no sólo las mediciones subjetivas que obtienen del usuario, sino también datos que ayudan a seleccionar mejor a los candidatos -incluso pronosticar su grado de adaptación a la lente- y a descartar cirugías no indicadas. El paciente, por su parte, podrá elegir a través de este simulador, que recoge todos los datos de su óptica visual, la mejor opción para lentes intraoculares, cirugía refractiva, lentillas o incluso gafas.
El AOneye que ha desarrollado Voptica acumula en un aparato optoelectrónico compacto diversas funciones de la práctica clínica. Realiza la evaluación visual completa del foróptero (las lentes combinadas que se utilizan en consultas para medir la refracción subjetiva, según las letras que va viendo el paciente) y del autorrefractómetro, añadiendo mediciones objetivas que no pueden aportar otros aparatos convencionales. "Combina esas tecnologías tradicionales con una aproximación novedosa de la óptica adaptativa, teniendo como corazón un elemento de cristal líquido que permite generar multitud de lentes y cambiar sus propiedades sólo tocando un botón", explica Artal, quien considera que es "el futuro de la evaluación en oftalmología". Esta máquina, que debuta finalmente en el mercado tras cinco prototipos, combina óptica propia, electrónica y software. El componente de cristal líquido es lo que permite inducir cambios de lentes de forma que el paciente pueda probarlas sin ponérselas, "pero como si las llevara puestas", y predecir su idoneidad.
Pero lo que más destaca es la capacidad para simular soluciones adaptadas a las necesidades de cada paciente: desde decidir qué lente es la más adecuada en cirugía de cataratas hasta el grado de curvatura de la córnea que cada usuario requiera en una intervención refractiva.
Son ventajas para el oftalmólogo y también para el paciente. El profesional tendrá toda la información precisa antes de abordar la cirugía, no sólo las mediciones subjetivas que obtienen del usuario, sino también datos que ayudan a seleccionar mejor a los candidatos -incluso pronosticar su grado de adaptación a la lente- y a descartar cirugías no indicadas. El paciente, por su parte, podrá elegir a través de este simulador, que recoge todos los datos de su óptica visual, la mejor opción para lentes intraoculares, cirugía refractiva, lentillas o incluso gafas.
El AOneye que ha desarrollado Voptica acumula en un aparato optoelectrónico compacto diversas funciones de la práctica clínica. Realiza la evaluación visual completa del foróptero (las lentes combinadas que se utilizan en consultas para medir la refracción subjetiva, según las letras que va viendo el paciente) y del autorrefractómetro, añadiendo mediciones objetivas que no pueden aportar otros aparatos convencionales. "Combina esas tecnologías tradicionales con una aproximación novedosa de la óptica adaptativa, teniendo como corazón un elemento de cristal líquido que permite generar multitud de lentes y cambiar sus propiedades sólo tocando un botón", explica Artal, quien considera que es "el futuro de la evaluación en oftalmología". Esta máquina, que debuta finalmente en el mercado tras cinco prototipos, combina óptica propia, electrónica y software. El componente de cristal líquido es lo que permite inducir cambios de lentes de forma que el paciente pueda probarlas sin ponérselas, "pero como si las llevara puestas", y predecir su idoneidad.
- El sistema tiene una gran capacidad para simular soluciones adaptadas a las necesidades de cada paciente; incluso qué lente es la más adecuada en cataratas
Combinar información
Consta también de una micropantalla donde se proyectan las letras, al estilo del foróptero, pero que también genera imágenes brutas de películas o visión nocturna, entre otras, que aportan más información sobre la calidad visual, no sólo la agudeza. Por último, un láser infrarrojo indica medidas objetivas sobre las características del ojo que se suman a las aportadas subjetivamente por el usuario. "Veo un poco mejor, solemos decir, ¿pero cuánto?", señala Artal. El aparato se incorpora ya al mercado internacional con idea de implantarse en la oftalmología premium de la mano de la empresa Calhoum Vision.
Consta también de una micropantalla donde se proyectan las letras, al estilo del foróptero, pero que también genera imágenes brutas de películas o visión nocturna, entre otras, que aportan más información sobre la calidad visual, no sólo la agudeza. Por último, un láser infrarrojo indica medidas objetivas sobre las características del ojo que se suman a las aportadas subjetivamente por el usuario. "Veo un poco mejor, solemos decir, ¿pero cuánto?", señala Artal. El aparato se incorpora ya al mercado internacional con idea de implantarse en la oftalmología premium de la mano de la empresa Calhoum Vision.
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