viernes, 12 de septiembre de 2014

Reducen con nanotecnología células cancerígenas - Investigación y Desarrollo

Reducen con nanotecnología células cancerígenas - Investigación y Desarrollo





REDUCEN CON NANOTECNOLOGÍA CÉLULAS CANCERÍGENAS

Al aplicar un método que incorpora nanotecnología e hipertermia magnética, científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Saltillo, han logrado, eliminar células, en pruebas en laboratorio,  cancerígenas óseas en menos de 15 minutos con una efectividad de 90 por ciento en la destrucción de tumores.
Este tratamiento es menos invasivo y riesgoso que los existentes, porque no es necesario extirpar el órgano afectado, y más económico, porque requiere menos sesiones, señaló Alicia Cortés Hernández, investigadora del área de nanomateriales del Cinvestav Unidad Saltillo.
Este tratamiento para combatir cáncer óseo también tiene la ventaja de no afectar las células sanas, como ocurre con la quimioterapia o la radioterapia.
Cortés Hernández precisó que esta técnica, la cual también se empieza a analizar su efectividad para combatir el cáncer de mama, consiste en recubrir las nanopartículas con un polímero bioactivo, que luego son colocadas en un fluido químico similar a la sangre e inyectada vía intravenosa.
Hasta el momento, los experimentos se han realizado in vitro, por lo que el siguiente paso es aplicarlo en ratones, por lo que se calcula que de continuar los buenos resultados, la técnica podría estar lista en unos tres años para llevarla en pruebas controladas con pacientes.
De acuerdo con la experta, la particularidad de esta investigación, a diferencia de las que se realizan en países como Alemania y Japón, es que las nanopartículas son recubiertas con materiales biomiméticos, es decir, que se unen químicamente al tejido y mejor aún, promueven el crecimiento del tejido óseo cuando están en contacto con los fluidos fisiológicos del organismo. Este es un método químico desarrollado en el Cinvestav.
Lo que hacemos es introducir las nanopartículas en la sangre y guiarlas hasta la zona del tumor o inyectarlas directamente en el área afectada, para luego someter al paciente a un campo magnético oscilatorio que elevará la temperatura del tejido.
Lo que ocurre es que a diferencias de las células normales, las cancerígenas están compactadas, por lo que la irrigación sanguínea es mínima, por ello, al aumentar la temperatura, los fenómenos metabólicos de éstas se aceleran, requieren más oxígeno y nutrientes para sobrevivir, necesidades que no logran cubrir y ocurre lo que llaman oclusión vascular, es decir, no reciben ni sangre ni oxígeno y, por lo tanto, mueren.
Las células normales, por el contrario, no sufren ninguna alteración, pues ellas sí gozan de una buena irrigación sanguínea, oxígeno y nutrientes, siempre y cuando no se expongan más del tiempo de terapia indicado, comentó la experta en biomateriales.
A diferencia de otros tratamientos que resultan agresivos, donde se extirpan órganos, con este se lograría eliminar 90 por ciento de células cancerígenas, y el restante puede tratarse con quimioterapia o radioterapia, lo que va a significar menos daño para el individuo.
De acuerdo con Cortés Hernández, la aplicación de esta terapia dependerá del tipo y tamaño del cáncer, la edad y sexo del paciente, en qué órgano está el tumor, entre otros factores, mientras que el tiempo del tratamiento lo determinará el médico.
En cuanto a las contraindicaciones, las personas con marcapasos podrían ser sensibles debido a la aplicación de campo magnético, pero de realizarse el procedimiento de manera local, puede controlarse el problema.

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