Las personas agresivas reaccionan de manera diferente ante imágenes violentas

Un estudio indica que las personas con tendencias violentas se sienten más inspiradas y cómodas durante el visionado de contenido audiovisual violento.

Redacción | 10/09/2014 20:00

Un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Icahn de Mount Sinai y del Programa Intramural NIH (Estados Unidos) indica que el modo en que los individuos reaccionan ante imágenes violentas depende de los circuitos cerebrales y del grado de agresividad de cada persona.

La investigación a base de escáneres cerebrales, publicada en PLOS One, indicaba que tanto el visionado de imágenes violentas como la ausencia de esta acción, causan variaciones en la actividad cerebral dependiendo de los diferentes niveles de agresividad de cada persona. Además, Nelly Alia-Klein, profesora asociada de Neurociencia y Psiquiatría, y su equipo afirman que los resultados de este estudio podrían utilizarse en programas de intervención para intentar reducir el comportamiento agresivo en la infancia.

Para el estudio, los investigadores pasaron un cuestionario a un grupo de 54 hombres, que a su vez se encontraba divido en dos subgrupos. El primero estaba conformado por participantes con rasgos agresivos, contemplando dentro de este grupo a los individuos que tenían un historial de agresión física. En el segundo subgrupo se encontraban los voluntarios que no poseían ninguna tendencia agresiva. Una vez delimitada la muestra y los subgrupos, se realizó una observación de tres días en la que los cerebros de los participantes fueron escaneados mientras los voluntarios visionaban diferentes contenidos. El primer día, los escáneres se realizaron durante el visionado de una serie de escenas violentas que contenían desde disparos a peleas callejeras; el segundo día, el contenido era emocional pero no violento, como por ejemplo, el desarrollo de un desastre natural; y por último, el tercer día los participantes descansaron del visionado de imágenes.

Los escáneres midieron la actividad metabólica cerebral y la función cerebral, además, también se comprobó la presión arterial cada cinco minutos y se les preguntó a los participantes cómo se sentían cada 15 minutos.

Los resultados mostraron que cuando no se presentaba ningún contenido audiovisual, los participantes con rasgos agresivos mostraban una actividad cerebral inusualmente alta en una red de regiones que se activas cuando el individuo no hace nada en particular. Además, los investigadores averiguaron que los voluntarios con tendencias agresivas tenían un mapa funcional cerebral diferente al de los voluntarios no agresivos.

Durante el visionado de las escenas violentas, el grupo con rasgos agresivos manifestaba una menor actividad cerebral en la corteza orbitofrontal que el otro subgrupo. Además, los integrantes de este grupo también manifestaron sentirse más inspirados y decididos y menos trastornados y nerviosos durante el visionado de las imágenes violentas, en comparación con el día en el que se presentaron piezas audiovisuales que aludían a las emociones. Por último, los resultados también mostraron que la presión arterial de las personas con tendencias agresivas descendía progresivamente con el tiempo mientras veían los contenidos violentos, al contrario que en los voluntarios sin estas tendencias, en los cuales, la presión arterial aumentaba.