jueves, 28 de agosto de 2014

El acoso empieza antes de que empiecen los años escolares, según un estudio: MedlinePlus

El acoso empieza antes de que empiecen los años escolares, según un estudio: MedlinePlus

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El acoso empieza antes de que empiecen los años escolares, según un estudio

Y los chicos obesos tienen más probabilidades de ser acosados y acosadores que los más delgados, informan unos investigadores
Traducido del inglés: martes, 26 de agosto, 2014
Imagen de noticias HealthDay
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LUNES, 25 de agosto de 2014 (HealthDay News) -- En un hallazgo que ilustra la complejidad del acoso escolar, unos investigadores holandeses informan que los chicos obesos tienen más probabilidades de acosar y de ser acosados que los más delgados, y el círculo vicioso empieza antes de que estos niños empiecen a ir a la escuela.
Las investigaciones pasadas han mostrado una asociación entre el acoso escolar y el peso, pero la mayoría de esos estudios se centraron en niños mayores o en adolescentes. La edad promedio de los niños de este nuevo estudio fue de 6 años.
"Me sorprendió mucho lo jóvenes que eran estos niños", dijo Rachel Annuziato, profesora asistente de psicología clínica en la Universidad de Fordham en la ciudad de Nueva York. "Creo que comprendemos el acoso escolar como algo que empieza en un momento más tardío de la cognición y del desarrollo, pero este estudio sugiere que eso no es así. Este problema existe desde el día en que los niños entran en la escuela".
Annuziato señaló que los investigadores han considerado el acoso escolar normalmente como un fenómeno que se produce en la escuela en el que los estudiantes aprenden las conductas de acoso de otros niños. Pero estos hallazgos implican que los niños aprenden estas conductas fuera de la escuela.
Annuziato dijo que también consideró interesante que la obesidad aumentara el riesgo de los chicos de ser perpetradores y víctimas.
"Los niños que son víctimas de acoso podrían empezar a creer que este es el modo de encajar, metiéndose con otros niños", sugirió. "Eso se convierte en su modo de afirmarse a sí mismos después de experimentar el acoso".
El vínculo entre ser un acosador y una víctima del acoso escolar podría ofrecer también pistas con respecto al vínculo entre el acoso escolar y la obesidad, dijo Susan Tortolero, profesora de salud pública en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Texas, en Houston.
"Muchas de estas conductas de riesgo podrían estar relacionadas con la autorregulación, la autodisciplina y la toma de decisiones, cosas que tienen que ver con en el funcionamiento ejecutivo del cerebro", dijo Tortolero. "También podría ser que aquí haya algo de afrontamiento deficiente. Podrían estar expresando la agresión porque están siendo víctimas y no saben cómo afrontarlo o cómo expresarlo".
Esta posibilidad también fue planteada por los investigadores, cuyo trabajo anterior mostró que tener sobrepeso u obesidad puede llevar a los niños a sufrir problemas sociales. Tener dificultades para gestionar sus emociones podría contribuir tanto a los problemas con sus compañeros como a las conductas anómalas con respecto a lo que comen, sugirieron los investigadores.
En el nuevo estudio, se realizó una encuesta a más de 1,300 niños holandeses y a sus profesores para saber qué niños eran acosadores o víctimas, con qué frecuencia se producía el acoso y de qué forma se realizaba: físicamente (golpes, patadas); verbalmente (burlas, insultos); relacionalmente (ser excluido o evitado), o materialmente (se ocultan o rompen objetos personales). Se clasificó a los niños en función de si tenían un peso normal o sobrepeso u obesidad basándose en su índice de masa corporal, una medida usada para evaluar el peso saludable de una persona en función de su estatura.
La investigadora principal, Pauline Jansen, y sus colaboradores de la Universidad de Erasmo en Rotterdam, tomaron en cuenta otros factores que podrían aumentar el riesgo de ser acosador o de ser acosado. Esos factores incluían la edad, el sexo, el origen nacional y el nivel educativo de la madre, además de si el niño tenía hermanos o vivía en un hogar monoparental.
Los hallazgos aparecieron en línea el 25 de agosto en la revista Pediatrics.
Aunque los niños del estudio eran de Holanda, Tortolero afirmó que esperaría encontrar unos hallazgos similares en los niños estadounidenses.
Un modo de afrontar el acoso escolar es modelar las relaciones sociales saludables y consolidar la autoconfianza de los niños, dijo Tortolero.
"Si su hijo tiene un factor de riesgo de que los niños se metan con él, es muy importante que le proporcione las habilidades para afrontar ese tipo de cosas y que fomente su autoestima", señaló. "Si enseña a sus hijos a resolver problemas y a tomar decisiones, entonces tendrán más éxito".
Además de abordar el problema para la salud de la obesidad al ayudar a los niños a tomar mejores decisiones al comer y con respecto a la actividad física, los padres pueden ayudar a los niños a encontrar actividades y aficiones en las que sobresalgan, indicó Tortolero.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Rachel Annuziato, Ph.D., assistant professor, clinical psychology, Fordham University, New York City; Susan Tortolero, Ph.D., professor, health promotion and behavioral sciences, the Allan King Professor of Public Health and director, Center for Health Promotion and Prevention Research, University of Texas School of Public Health, Houston; September 2014 Pediatrics
HealthDay
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