viernes, 18 de julio de 2014

El 33% de muertes súbitas inexplicables de jóvenes tiene origen genético | Cataluña | EL PAÍS

El 33% de muertes súbitas inexplicables de jóvenes tiene origen genético | Cataluña | EL PAÍS



El 33% de muertes súbitas inexplicables de jóvenes tiene origen genético

3.500 personas fallecen cada año en Cataluña por causas repentinas



“¿Por qué muere la gente joven?”, fue una de las preguntas que llevó al cardiólogo Ramon Brugada, investigador del Instituto de Investigación Biomédica de Girona, a comenzar en el año 2012 un estudio sobre la muerte súbita en jóvenes. El estudio Moscat (Muerte súbita de Cataluña), tenía como objetivo investigar si había una causa genética detrás de las muertes súbitas inexplicables en gente joven.
 La muerte súbita cardíaca afecta a 3.500 personas en Cataluña cada año y, más de un centenar de estas muertes repentinas de menores de cincuenta años son de origen inexplicable. Durante el estudio fueron analizadas 400 muestras, de las cuales, el 70% de las personas que sufrieron muerte súbita tenían entre 30 y 50 años, el 10% entre 20 y 30 años, otro 10% tenían menos de 10 años y el 10% restante eran menores de un año.
 “Antes no sabían de qué morían los jóvenes cuya autopsia era normal”, ha asegurado Ramon Brugada, “y ahora sabemos que el 33% de estas muertes repentinas son de origen genético”. A pesar de que el primer síntoma es la muerte, el saber que hay una causa hereditaria ayuda a la prevención del resto de la familia. Los tratamientos que tendrían que llevar a cabo los familiares afectados de este tipo de síndromes o enfermedades dependerían de la gravedad del mismo, “desde pruebas de control o medicamentos hasta la implantación de un desfibrilador en caso de ser necesario” ha apuntado Brugada.
La muerte súbita en jóvenes no suele estar causada por enfermedades coronarias, sino por enfermedades genéticas que se transmiten a través de las generaciones de una familia. A pesar de que este tipo de muertes no es muy frecuente, sí crean un gran impacto social, sobre todo cuando se trata de deportistas. “Hay personas para las que el deporte puede ser nocivo”, ha asegurado Brugada, que recomienda a los jóvenes deportistas realizarse pruebas de esfuerzo o un electrocardiograma para descartar cualquier anomalía. “Muchas veces esas pruebas no son obligatorias, pero pueden resultar imprescindibles para prevenir una muerte súbita”, ha puntualizado.
 El estudio Moscat, que tiene previsto continuar, irá añadiendo entre 30 y 40 familias más al año con el objetivo de seguir previendo muertes. Además del Instituto de Investigación Biomédica de Girona, este estudio ha sido posible gracias a la colaboración conjunta del Instituto de Medicina Legal de Cataluña, el hospital Josep Trueta de Girona, los hospitales Clínic y Sant Joan de Déu de Barcelona y la Obra Social La Caixa.

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