viernes, 16 de mayo de 2014

Pronóstico funcional, futuro en neurofisiología - DiarioMedico.com

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MONITORIZACIÓN INTRAOPERATORIA

Pronóstico funcional, futuro en neurofisiología

Actualmente ofrece un diagnóstico funcional intraoperatorio, pero ahora el nuevo reto es establecer el probable pronóstico de la evolución.
Raquel Serrano. Madrid | raquelserrano@unidadeditorial.es   |  16/05/2014 00:00

Mercedes González y Susana Martín
Mercedes González y Susana Martín, del Servicio de Neurofisiología del Hospital Clínico de Madrid. (Lenda)
Los estudios de monitorización neurofisiológica van tomando cada vez más posiciones como parte integral de tratamientos quirúrgicos, aunque siguen siendo un campo novedoso y cambiante "porque la monitorización se adapta a cada tipo de cirugía requerida y a la situación de cada paciente. Pero, en suma, su principal objetivo es favorecer la seguridad y eficacia quirúrgica con el mínimo coste funcional. Estos estudios son una aportación más al trabajo del cirujano", ha explicado a DM Mercedes González Hidalgo, jefe del Servicio de Neurofisiología, que junto a Susana Martín Albarrán, del mismo servicio, ambas del Hospital Clínico de Madrid, han organizado el IV Congreso de Monitorización Neurofisiológica Intraoperatoria que se ha celebrado en el citado hospital.
La monitorización neurofisiológica intraoperatoria, que se engloba dentro de un trabajo multidisciplinar, persigue prevenir el potencial riesgo neurológico posterior a la cirugía mediante el diagnóstico de cambios funcionales que puede ocasionar el procedimiento.
Avanzar con prudencia 
Sin embargo, prueba de su constante evolución es que los cirujanos ya empiezan, y es algo que las expertas consideran como el reto futuro más inmediato, "a demandar no solo el diagnóstico funcional, o alteración concreta que se visualiza intraoperatoriamente, sino también el pronóstico funcional de la evolución de un paciente", señala González Hidalgo, quien indica, aunque se muestra muy cauta por la escasa experiencia en el tiempo, que su equipo ya ha evaluado el coste funcional en un nervio periférico.
Prevenir el riesgo neurológico y ofrecer al cirujano un mayor margen de maniobra con total seguridad es una de las grandes aportaciones de la monitorización neurofisiológica intraoperatoria, teniendo en cuenta que las estructuras abordadas son de elevada complejidad y sensibilidad: neurales, de la corteza cerebral, medulares y del nervio periférico. Así, sus mayores ámbitos de actuación -aunque, según Martín Albarrán, "actuamos a demanda del equipo quirúrgico y con trabajo previo a la cirugía, valorando la patología y cómo se encuentra el paciente desde el punto de vista funcional"- son la neurocirugía, en cualquiera de sus facetas, así como traumatología, sobre todo en lo que se refiere al abordaje de la columna o nervio periférico.
Abordajes específicos 
Normalmente, durante la intervención el paciente se encuentra bajo anestesia general y es el neurofisiólogo el que actúa como un guía en las maniobras que pueden resultar comprometidas. Sin embargo, existen abordajes, normalmente referidos a la corteza cerebral, en los que es imprescindible la colaboración del paciente. Este es el caso concreto de la estimulación cerebral profunda, a cualquier nivel, porque se estimula y registra en diferentes núcleos: en Párkinson, el subtálamo; en temblor, el ventromedial del tálamo; en distonía, el pálido y en psicocirugía, el núcleo accumbens.
Para González Hidalgo, "la labor es registrar cómo funciona el núcleo y detectar los efectos adversos que podría tener en el paciente esa estimulación que, en muchas ocasiones, no podrían localizarse sin la colaboración del paciente".
También es necesaria la colaboración del paciente cuando se trata de preservar el lenguaje en lesiones corticales. En otras áreas cerebrales en las que se buscan ciertas tareas ejecutivas existe un campo que es límite y que dependen de lo que estime el cirujano. En lesiones motoras, por ejemplo, depende de si se considera que el paciente puede tolerar una cirugía despierto, chequeando, por tanto, el lenguaje motor.

Avances casi impensables hace poco

Neurocirugía, COT y ORL, por las estructuras que abordan, son los clientes mayoritarios de la monitorización, aunque también colaboran con Maxilofacial y Vascular. El equipo del Clínico es pionero, ya que comenzó con la monitorización en 1988, y su boom más generalizado en España se produjo entre 2000 y 2004.
Su aportación al abordaje integral avanza notablemente porque los equipos informáticos son cada vez más innovadores y "permiten valorar aspectos que antes eran casi impensables", indica Mercedes González, jefe de Neurofisiología.

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