jueves, 24 de abril de 2014

El 75% de las lesiones por maltrato infantil se producen en la cabeza y el cuello

25 de abril, Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil

El 75% de las lesiones por maltrato infantil se producen en la cabeza y el cuello
                                                                                                                                
·           La SECOM y la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI) elaboran un decálogo de consejos para ayudar en la detección y notificación de casos

 
·         Entre el 15 y 20% de los niños, niñas y adolescentes es víctima de alguna modalidad de maltrato, abuso o explotación sexual infantil, según FAPMI


Madrid, 24 de abril de 2014. El 75% de las lesiones por maltrato infantil se producen en la zona de la cabeza o el cuello, y el 10% en la cavidad oral, según estimaciones de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial  (SECOM). El maltrato, abuso o explotación sexual es sufrido por entre el 15 y 20% de los niños y adolescentes de España, según datos de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil (FAPMI). Para ayudar a detectar casos de agresiones faciales la SECOM y FAPMI han elaborado un decálogo de consejos con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Maltrato Infantil que se celebra el 25 de abril.

Existen varias manifestaciones de maltrato infantil, “puede ser por negligencia cuando el menor está desatendido, por agresión física o sexual. El físico es el segundo más frecuente y a la vez, el más difícil de diagnosticar ya que se encubre muchas veces. Por eso es muy importante la labor de detección de todos los profesionales sanitarios. Los cirujanos orales y maxilofaciales queremos aportar nuestra experiencia y conocimiento de las lesiones faciales, ya que son las más frecuentes y visibles, para ayudar a otros profesionales en la detección”, asegura el doctor Javier González Lagunas, presidente de la SECOM.

Uno de los principales problemas relacionados con la detección del maltrato infantil, según la SECOM y FAPMI, radica en las dificultades para distinguir las lesiones no accidentales por parte de todas aquellas personas que rodean al menor, como profesionales sanitarios, profesores o familiares. “Todo esto hace que ocultarlo sea muy fácil para el agresor y que las agresiones se vuelvan a repetir, lo que ocurre en el 85% de los casos”, advierte el doctor Jesús Manuel Muñoz Caro, del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario La Paz, de Madrid.
                                              
La lesión más habitual dentro de las producidas en la cabeza y el cuello es la rotura del frenillo labial de la que hay que sospechar maltrato cuando “se produce en niños que aún no caminan, puede ir asociada a quemaduras orales por una alimentación forzada, por ejemplo, o cuando hay hematomas peribucales que pueden deberse a una compresión forzada de la boca para hacer callar”, explica este cirujano oral y maxilofacial.  También son comunes, añade, las lesiones traumáticas dentarias repetidas, “en cuyo caso hay que sospechar cuando se produzcan en dientes no incisivos ya que es muy raro que ocurra por accidente en los premolares”.  Los hematomas faciales en zonas no prominentes también son sospechosos en menores que no andan o cuando se sitúan en la parte retroauricular o en el cuello, “ya que una caída no suele dañar ese tipo de zonas”, indica este doctor.

En caso de que se quieran detectar lesiones internas, antiguas y fracturas no documentadas, “puede ser útil la petición de pruebas complementarias por el profesional sanitario como ortopantomografía, radiografía de tórax, una serie ósea o el examen de fondo de ojo"”, señala el doctor Muñoz Caro.

Ante la sospecha, notifica
Una de las premisas en la lucha contra el maltrato infantil es “notificar cualquier sospecha que se tenga sobre la existencia de un posible caso de agresión a menores, de ahí la importancia de detectarlo desde la consulta”, asegura Tomás Aller Floreancig, coordinador general de FAPMI. Los menores no son capaces de comunicar por sí mismos una situación de esta naturaleza, “por lo que precisan del apoyo y mediación de los adultos tanto en la detección como en la posterior comunicación”, añade.

“La ausencia de notificación por parte de ciudadanos y profesionales relacionados con la atención a la infancia es uno de los motivos por los que se desconoce la magnitud real de este problema. Sin embargo, todos están obligados a notificar las sospechas”, explica Aller. La única forma de activar los recursos de apoyo y protección a las víctimas es la detección de posibles situaciones de maltrato y su inmediata comunicación a los dispositivos existentes para atender estas situaciones. De hecho, para notificarlo, no es necesario disponer de la certeza de que existe maltrato, “ya que una vez que se ha puesto en conocimiento de los servicios sociales, son estos los que se ocupan de confirmarlo e iniciar la protección de la víctima, así como de denunciar”, expone.

El profesional sanitario, al igual que otros que se dedican a la atención del menor, “tiene a su disposición en cada comunidad autónoma las llamadas Hojas de Detección y Notificación de Maltrato Infantil en las que podrán notificar una sospecha a los Servicios Sociales”, concluye el coordinador de FAPMI.


Además, está a disposición de los ciudadanos, profesionales y personas menores de edad el Teléfono Europeo de Ayuda a la Infancia (116 111). Es un servicio gratuito, confidencial, disponible 24 horas, atendido por profesionales y gestionado a nivel autonómico. En él se puede obtener asesoramiento y orientación sobre los pasos a seguir en función del lugar de residencia del niño, niña o adolescente.

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