miércoles, 19 de marzo de 2014

Un CI más bajo y una peor forma cardiaca en la adolescencia se vinculan con un riesgo de demencia temprana en los hombres: MedlinePlus

Un CI más bajo y una peor forma cardiaca en la adolescencia se vinculan con un riesgo de demencia temprana en los hombres: MedlinePlus

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Un CI más bajo y una peor forma cardiaca en la adolescencia se vinculan con un riesgo de demencia temprana en los hombres

Unos investigadores suecos dieron seguimiento a un millón de hombres durante más de 40 años
Robert Preidt
Traducido del inglés: lunes, 17 de marzo, 2014
Imagen de noticias HealthDay
LUNES, 17 de marzo de 2014 (HealthDay News) -- Tener un coeficiente intelectual (CI) más bajo o una peor forma cardiaca a los 18 años podría aumentar el riesgo de un hombre de contraer demencia antes de los 60 años, sugiere un estudio reciente.
El análisis de los datos de 1.1 millones de hombres suecos sugirió que el riesgo de demencia temprana era 2.5 veces mayor en los que tenían la peor forma cardiaca, cuatro veces mayor en los que tenían un CI más bajo y siete veces mayor entre los que presentaban ambos factores de riesgo.
Los hombres recibieron las primeras evaluaciones como parte del reclutamiento en el servicio militar nacional de Suecia, y se les dio seguimiento durante hasta 42 años.
El aumento del riesgo de demencia persistió incluso cuando los investigadores, de la Universidad de Gotemburgo, tomaron en cuenta otros factores de riesgo, como el estatus socioeconómico y los antecedentes médicos y familiares, según el estudio, que aparece en una edición reciente en línea de la revista Brain.
"Estudios anteriores han mostrado la correlación entre la forma cardiovascular y el riesgo de demencia en la vejez", comentó en un comunicado de prensa de la universidad la autora del estudio, Jenny Nyberg. "Ahora, por primera vez, podemos mostrar que el aumento en el riesgo también se aplica al inicio de la demencia temprana y a sus precursores".
Aunque el estudio halló un mayor riesgo de demencia temprana entre los hombres con un CI más bajo o con unas pruebas de forma física peores en la adolescencia, no probó causalidad.
El autor principal del estudio, el profesor Georg Kuhn, dijo que ya se sabía que el ejercicio tanto físico como mental reducía el riesgo de enfermedades del cerebro.
"El ejercicio físico aumenta la complejidad y la función de las neuronas, e incluso la generación de nuevas células nerviosas en el cerebro adulto, lo que fortalece nuestras funciones mentales y fisiológicas", planteó Kuhn. "En otras palabras, una buena forma cardiovascular hace que el cerebro sea más resistente al daño y a la enfermedad".
Los investigadores dijeron que muchas personas que contraen demencia temprana están en edad laboral, y quizá todavía tengan hijos que vivan en casa. Esto significa que el impacto de la enfermedad sobre estos pacientes y sus familias puede ser más devastador que entre los que contraen demencia a una mayor edad.
Aun así, las personas con demencia de inicio temprano tienden a ser pasadas por alto, señalaron los autores del estudio.
"Esto hace que sea importante iniciar más investigación sobre cómo el ejercicio físico y mental puede afectar la prevalencia de los distintos tipos de demencia", enfatizó Nyberg. "Quizá el ejercicio se pueda utilizar tanto como un [preventivo] y como un tratamiento para los que están en la zona de riesgo de la demencia temprana".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: University of Gothenburg, news release, March 10, 2014
HealthDay
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