lunes, 3 de marzo de 2014

Los investigadores necesitan tanto cerebros sanos como enfermos - DiarioMedico.com

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REQUIEREN MÁS DONACIONES

Los investigadores necesitan tanto cerebros sanos como enfermos

La ciencia sigue necesitando más cerebros para descubrir las causas y los mecanismos que provocan enfermedades tan comunes como el Alzheimer o el Parkinson.
Alba de Toro. Madrid | alba.detoro@unidadeditorial.es   |  03/03/2014 00:00

El estudio de las enfermedades neurológicas ha avanzado mucho durante los últimos años gracias a las donaciones de tejido cerebral. Sin embargo, la ciencia sigue necesitando más cerebros para descubrir las causas y los mecanismos que provocan enfermedades tan comunes como el Alzheimer o el Parkinson.
Por eso, especialistas como Alberto Rábano, responsable de Neuropatología y Banco de Tejidos de la Fundación Centro Investigación de Enfermedades Neurológicas, no se cansan de explicarlo.
La importancia de las donaciones radica en los modelos animales de laboratorio que utilizan los especialistas, que no reproducen completamente la enfermedad en el ser humano. "Especialmente en esa analogía continua entre los modelos y la enfermedad humana es para lo que nos están pidiendo más tejido", afirma Rábano.
"Para nosotros es fundamental tener cerebros que nos donen los pacientes y familiares, porque nos los solicitan los investigadores. Y sólo por eso, deberíamos mantener la actividad de donación", explica.
Actualmente, el ritmo de donaciones anuales se encuentra en torno a unos 400 ó 500 cerebros, si se tienen en cuenta todos los bancos de cerebros que existen en el país. Esto supone un incremento anual de un 20 ó 30 por ciento.
Tejido sano 
Aun así, el problema no es el número de donaciones, sino la distribución de las enfermedades. "Últimamente nos encontramos con que hay enfermedades muy comunes de las que no tenemos casi muestras, como en el caso del Parkinson. Y, por otro lado, contamos con muchos tejidos, por ejemplo, de la enfermedad de Huntington, que aun siendo una enfermedad poco común, el movimiento de las asociaciones ha favorecido las donaciones".
Sin embargo, el problema más acuciante es la falta de tejido sano. "El déficit que tenemos desde hace mucho tiempo en todos los bancos del mundo son las donaciones de control", explica Rábano.
Y éste es el caso de la Fundación Pasqual Maragall, presidida por Diana Garrigosa, que está realizando el estudio Alfa (Alzheimer y Familias), en el que participan 2.000 voluntarios de 45 a 65 años.
Ahora, esta investigación, cuyo objetivo es determinar los factores que influyen en la aparición de la enfermedad, busca otros 300 voluntarios. Esta vez, necesitan personas sanas de entre 60 y 75 años, hijos o hijas de personas afectadas por la enfermedad.

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