martes, 18 de febrero de 2014

¿Una crisis marcada por la hormona del estrés? | Salud | EL MUNDO

¿Una crisis marcada por la hormona del estrés? | Salud | EL MUNDO



PSICOLOGÍA Mecanismos biológicos

¿Una crisis marcada por la hormona del estrés?



  • Cuando hay mucho estrés, como en situaciones de incertidumbre, se produce cortisol

  • El nivel alto y crónico cortisol genera que disminuya la capacidad para asumir riesgos



Un bróker gesticula ante varias pantallas en la Bolsa de Fráncfort...
Un bróker en la Bolsa de Fráncfort (Alemania) ARNE DEDERT Efe




La fluctuación de los mercados bursátiles es algo habitual. Sin embargo, en épocas de grandes crisis financieras, como la originada en EEUU en 2007, la volatilidad de los valores puede convertirse en una situación muy vertiginosa, sobre todo para los profesionales de este negocio, como los corredores de bolsa que deben tomar decisiones importantes basadas en su experiencia acumulada en el tiempo. Pero, ¿hasta qué punto el estrés mantenido por una gran crisis financiera influye en esas decisiones? Un estudio, cuyos datos publica la revista PNAS, afirma que las hormonas generadas por el estrés contribuyen y mucho en estas personas.
Seguramente se lo habrá preguntado en más de una ocasión: ¿por qué las acciones suben un día y al otro bajan? ¿Quién, o qué, está detrás del Dow-Jones? El clima bursátil parece estar más humanizado de lo que se podría pensar a priori. Y no porque esté mediatizado por decisiones concienzudamente valoradas sino por el efecto del estrés en el ser humano.
Investigadores del departamento de medicina del Instituto de Ciencias Metabólicas en la Escuela de Negocios Judge (Cambridge, Reino Unido) hace unos cuatro años llevaron a cabo un estudio en el que "examinamos los efectos de la volatilidad de los mercados en un grupo de financieros de la City de Londres y encontramos que esa volatilidad mantenida durante un periodo de ocho días dio lugar a un aumento del 68% de los niveles diarios de cortisol [la hormona que genera el estrés]", explican. Pero, una vez comprobado esto, los científicos fueron más allá. Querían saber cómo afecta ese aumento de cortisol (de forma aguda y crónica) a la toma de decisiones de estas personas.
Para ello, elaboraron un experimento en el que le inyectaron hidrocortisona [la forma farmacéutica del cortisol] a 36 voluntarios, 20 hombres y 16 mujeres, de entre 20 y 36 años. La sustancia fue administrada tres veces al día, durante ocho días, en función del peso de cada uno de ellos.
En primer lugar, comprobaron que sus niveles de cortisol, en sangre y en saliva, aumentaron un 69%, una cifra muy similar a la observada en el anterior trabajo.
Pero, para saber si ese estrés afectaba a su toma de decisiones, los voluntarios tuvieron que llevar a cabo una serie de tareas, como jugar a la lotería, similares a las transacciones que se llevan a cabo en la bolsa.
Tras la realización de estas pruebas, se comprobó que, en los primeros días, mientras el nivel de cortisol no era muy elevado, los voluntarios tomaban decisiones adecuadas. Sin embargo, a medida que la concentración de esta hormona aumentaba, también lo hacía su aversión al riesgo.
"Si el cortisol responde poderosamente a mayores niveles de incertidumbre y volatilidad, entonces se tomarán menos riesgos justo cuando la economía más los necesita, cuando los mercados están en crisis y necesitan inversores que compren activos en peligro", consideran estos investigadores.

Cambios cerebrales

La explicación a este cambio de actitud podría estar en los efectos que el estrés genera en el cerebro. En la corteza prefrontal, el cortisol puede deteriorar la memoria de trabajo, reducir el control en la atención y limitar la flexibilidad conductual. "Estos efectos aumentan la posibilidad de que el estrés crónico pueda cambiar la toma de decisiones de una persona de un proceso con un objetivo hacia otros más habituales y reducir su motivación y capacidad para considerar nuevas acciones", explica el estudio.
John Coates, coautor principal del primer estudio y ex-agente de Wall Street, señala que "cualquier agente sabe que los mercados llevan su cuerpo a una montaña rusa. Lo que no conocíamos es que estos cambios fisiológicos, los niveles subclínicos de estrés de los que apenas somos conscientes, están alterando, en realidad, nuestra capacidad de asumir riesgos. Es aterrador darse cuenta de quenadie en el mundo financiero sabe que se producen estos cambios subterráneos en la preferencia del riesgo".
Para Ana Santos, del departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante, es sorprendente uno de los resultados del estudio: que el estrés agudo no genera cambios en las decisiones. "Hasta ahora, los estudios señalaban que también empeoraba la toma de decisiones. Quizás puede ser porque el aumento del nivel de cortisol era por una causa exógena (la inyección de la sustancia) y no por una situación percibida, quizás esto no active los mismos mecanismos".
Esta especialista, junto con Isabel Peralta, profesora titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada, llevaron a cabo otro estudio en el que comprobaron que aquellas personas con menos habilidades para tomar decisiones presentan mayores niveles de cortisol. "El matiz en nuestro estudio es diferente porque lo que vimos es que en función de cuánto estrés percibas, la situación te va a generar más estrés o menos".

Cómo gestionar el estrés

En cuanto a cómo gestionar bien el estrés, Peralta, autora del libroPrograma para control del estrés (Ediciones Pirámides), señala que se puede reducir teniendo en cuenta una serie de pautas. "Llevamos a cabo este programa, que luego publicamos a modo de manual, con el personal estresado de la Universidad de Granada y los resultados fueron buenos. En diferentes sesiones, además de técnicas de relajación, les enseñamos a controlar los pensamientos, que suelen llevar al estrés, como por ejemplo etiquetarnos, al hacer algo mal, como soy un desastre".
También se focalizan en mejorar las habilidades sociales, como por ejemplo aprender a decir no. "Muchas personas son incapaces de negar peticiones y se cargan de tareas que terminan saturándolas. Trabajamos con el control del tiempo y de la organización. Otro punto es el control de la ira que o bien se opta por soltarla en cualquier lugar o guardarla siempre. Les enseñamos a que no se cabreen con las cosas del día a día, porque muchos enfados van detrás del debería, pero el mundo es como es", afirma Peralta.
Por último, en el programa se intentan fortalecer el optimismo ante la vida. "Con este programa hemos visto que no sólo reduce el estrés sino que aumenta la calidad de vida, reduce la ansiedad, etc. Y estos resultados satisfactorios se han dado no sólo en profesionales estresados sino en pacientes con lupus. Lo curioso en estos últimos es que conseguimos frenar la progresión de la enfermedad. Hay que tener en cuenta que el estrés en el organismo es canallesco", concluye esta especialista.

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