jueves, 23 de enero de 2014

Las conmociones cerebrales son comunes en las chicas de escuela intermedia que juegan al fútbol, según un estudio: MedlinePlus

Las conmociones cerebrales son comunes en las chicas de escuela intermedia que juegan al fútbol, según un estudio: MedlinePlus



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Las conmociones cerebrales son comunes en las chicas de escuela intermedia que juegan al fútbol, según un estudio

Muchas siguen jugando con los síntomas, lo que aumenta el riesgo de una segunda lesión, advierten los expertos
Traducido del inglés: martes, 21 de enero, 2014
Imagen de noticias HealthDay
LUNES, 20 de enero de 2014 (HealthDay News) -- Las chicas que juegan fútbol en la escuela intermedia son vulnerables a las conmociones cerebrales, muestra una investigación reciente.
Y a pesar de los consejos médicos de hacer lo contrario, muchas juegan con la lesión, lo que aumenta el riesgo de una segunda conmoción, halló un estudio.
Aunque la concienciación sobre las conmociones cerebrales deportivas ha aumentado, se ha realizado poca investigación sobre los deportistas de la escuela intermedia, sobre todo las chicas, anotó la coautora del estudio, la Dra. Melissa Schiff, profesora de epidemiología de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Washington, en Seattle.
En el estudio, que evaluó a 351 jugadoras de fútbol de 11 a 14 años de edad, Schiff y sus colaboradores hallaron 59 conmociones cerebrales. Una conmoción cerebral se define como una lesión traumática en el cerebro tras un golpe, sacudida o giro violento. En el estudio, los síntomas de las niñas incluyeron dolor de cabeza, mareo, somnolencia y problemas para concentrarse.
Schiff dijo que esa tasa de lesiones es más alta de lo que se ha reportado en el fútbol femenino de secundaria o universitario.
Los golpes a la pelota con la cabeza tienen la culpa de alrededor del 30 por ciento de las lesiones. Esto conlleva golpear la pelota con la frente para redirigir la pelota en el partido. Más de la mitad de las conmociones se debieron a contacto con otra jugadora.
Los expertos recomiendan que los que sufren de una conmoción sean evaluados por un médico u otro profesional de la atención sanitaria entrenado en ese tipo de lesión, pero Schiff halló que "el 56 por ciento nunca fueron evaluadas". Los expertos también aconsejan que los jugadores no vuelvan a las prácticas ni a los partidos hasta que los síntomas desaparezcan, pero el 58 por ciento de las jugadoras del estudio siguieron jugando incluso mientras los síntomas persistan, señaló.
El estudio aparece en la edición en línea del 20 de enero de la revista JAMA Pediatrics.
La concienciación sobre los peligros de las conmociones cerebrales ha aumentado, apuntó Schiff, comenzando con la atención que la Liga Nacional de Fútbol Americano (National Football League) le ha prestado al problema. La investigación sobre el problema ha aumentado poco a poco para abarcar a los jugadores de nivel universitario, de escuela secundaria, y ahora de escuela intermedia, apuntó.
En este estudio, los investigadores seleccionaron al azar a 33 de 72 equipos élite de cuatro clubes de fútbol juvenil de la región de Puget Sound del estado de Washington. El estudio siguió de 2008 a 2012. Las jugadoras reportaron las lesiones y los síntomas.
Los cabezazos a las pelotas tienen la culpa de tantas lesiones que, ¿deberían ser prohibidas?
Schiff cree que eso es poco realista. "Es parte del fútbol", afirmó. Pero se halló que se producía una conmoción 23 veces más a menudo en un partido que en un entrenamiento. Apuntó que una sugerencia es enseñar a los deportistas de escuela intermedia a dar cabezazos en los entrenamientos, pero decirles que no lo hagan en los partidos hasta que tengan más edad. Los investigadores especulan que los cerebros inmaduros y los músculos más débiles en el cuello de los jugadores más jóvenes, junto con una peor técnica para dar el cabezazo, podrían contribuir al número de conmociones cerebrales.
El nuevo estudio "llama la atención sobre la alta incidencia de las conmociones en este grupo de edad", apuntó el Dr. John Kuluz, director de lesiones cerebrales traumáticas y neurorehabilitación del Hospital Pediátrico de Miami.
El número de lesiones provocadas por los cabezazos a las pelotas, el 30 por ciento, no resulta sorprendente, afirmó. "Lo veo todo el tiempo", explicó Kuluz. Anotó que, con frecuencia, una lesión por un cabezazo ocurre junto con un choque con otro jugador.
Kuluz aconseja a los jóvenes deportistas que han sufrido una conmoción que eviten dar cabezazos a la pelota.
Los padres deben prestar atención a sus hijos durante y después del fútbol, sugirió. "En caso de lesión, preste atención a los síntomas", dijo Kuluz. Añadió que si se sospecha que se ha producido una conmoción, el joven deportista debe ser evaluado por un médico o entrenador que tenga experiencia con las conmociones.
"Se puede jugar fútbol de forma segura", enfatizó, pero los padres y los entrenadores deben conocer los síntomas de la conmoción y obtener una buena evaluación y atención médicas.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Melissa Schiff, M.D., M.P.H., professor, epidemiology, University of Washington School of Public Health, Seattle; John Kuluz, M.D., director, traumatic brain injury and neurorehabilitation, Miami Children's Hospital; Jan. 20, 2014, JAMA Pediatrics, online
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