domingo, 22 de diciembre de 2013

Una evaluación simple del rendimiento físico anticipa la discapacidad: MedlinePlus

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Una evaluación simple del rendimiento físico anticipa la discapacidad

Traducido del inglés: jueves, 19 de diciembre, 2013
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Por Lorraine L. Janeczko
NUEVA YORK (Reuters Health) - Una prueba de velocidad al caminar y una Batería Breve de Rendimiento Físico (SPPB, por su sigla en inglés) anticipa de manera confiable futuros problemas de movilidad o para realizar las actividades cotidianas, según reveló un nuevo estudio.
El rendimiento de las extremidades inferiores en un punto en el tiempo es un poderoso predictor de discapacidad futura, según publicaron los autores del estudio en Journal of Gerontology.
"No importa cuán bueno o malo haya sido el rendimiento físico de una persona, sino cuál es su nivel de aptitud física actual para predecir su deterioro funcional y el riesgo de discapacidad y dependencia futuras", dijo la autora principal del estudio, la doctora Sari Stenholm, del Departamento of Salud Pública de la Universidad de Turku, Finlandia.
"Los antecedentes físicos no importan en términos de riesgo futuro de discapacidad", aseveró.
La experta realizó junto a su el estudio InCHIANTI sobre los factores que favorecen la pérdida de movilidad en la tercera edad en dos ciudades de Italia de la zona del Chianti. Los autores estudiaron a una muestra al azar de residentes mayores de 65 años sin discapacidades para realizar las actividades diarias al inicio del estudio y a los tres años.
El equipo evaluó la velocidad al caminar y realizó la SPPB al comienzo del estudio (tiempo cero) y a los tres años. Luego, aplicó una regresión para determinar la asociación entre el rendimiento físico, la movilidad y la discapacidad para realizar las actividades diarias a los seis y nueve años de seguimiento.
De las 1.155 personas que accedieron a participar, 977 realizaron las pruebas al inicio y a los tres años.
Para evaluar la velocidad al caminar, debían recorrer un corredor de cuatro metros de largo como si estuvieran caminando en la calle. Podían utilizar un bastón u otra asistencia si así lo necesitaban.
La SPPB incluyó tres pruebas de rendimiento de las piernas: recorrer dos veces el corredor de cuatro metros a la velocidad normal, pararse de una silla y volverse a sentar lo más rápido posible cinco veces y con los brazos cruzados a la altura del pecho, y permanecer parado en tres posiciones cada vez más difíciles.
El resultado de ambas pruebas en el tiempo cero anticipó los problemas de movilidad a los tres y seis años, sin importar la edad, el sexo, la educación, el estilo de vida, las enfermedades crónicas y los valores de la velocidad al caminar y la SPPB tres años antes.
A los seis años, el equipo había perdido al 22 por ciento de los participantes. Eran los participantes de mayor edad, más sedentarios y con mayor incidencia de hipertensión, enfermedad coronaria, enfermedad arterial periférica, osteoartritis de rodilla y depresión (p<0 p="" para="" todos="">
Además, caminaban más lentamente y habían obtenido resultados de la SPPB más bajos que los que permanecieron en el estudio (p<0 p="" para="" todos="">
"Nos costaría decidir entre utilizar el nivel de rendimiento evaluado al momento de la pesquisa o seguir a los participantes en el tiempo, incluirlos cuando su rendimiento alcanza una determinada disminución. Este estudio demuestra que la primera estrategia es suficiente y que la segunda, que es más complicada y costosa, no ofrece ventaja alguna", opinó el coautor del estudio, Luigi Ferrucci, geriatra, epidemiólogo y director científico del Instituto Nacional de Envejecimiento, Bethesda.
"Evaluar el rendimiento es fácil, económico y muy informativo. Aunque muchos médicos son escépticos al principio, cuando adoptan esta práctica no la abandonan", agregó.
Stenholm aclaró vía e-mail: "Eso no quiere decir que no tengamos que monitorear el rendimiento físico de los adultos mayores. Al contrario: necesitamos hacerlo con regularidad para detectar tempranamente posibles signos de deterioro".
Melissa Bloom, fisioterapeuta especializada en neurología de Physiotherapy Associates y que no participó en el estudio, comentó que "aunque el estudio no obtuvo resultados más significativos al repetir las evaluaciones en el tiempo, esos controles a intervalos regulares permiten identificar clínicamente cualquier deterioro apenas comienza, que sería el momento apropiado para iniciar la fisioterapia".
"Los tratamientos de fisioterapia a menudo eliminan esas limitaciones identificadas en la población estudiada", destacó.
FUENTE: Journal of Gerontology, online 23 de noviembre del 2013.
Reuters Health
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