domingo, 15 de diciembre de 2013

En situaciones de estrés hay más ingesta calórica - DiarioMedico.com

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DÍA NACIONAL DE LA PERSONA OBESA

En situaciones de estrés hay más ingesta calórica

La SEEN y la Seedo alertan de que la tensión emocional provoca un acceso a alimentos ricos en grasas que generan un estado de felicidad momentánea.
Soledad Parés. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com   |  13/12/2013 00:00
Albert Lecube y Susana Monereo
Albert Lecube, de la SEEN, y Susana Monereo, de la Seedo, durante la presentación en Madrid. (José Luis Pindado)
La obesidad afecta al 24 por ciento de los hombres y al 21 por ciento de mujeres, siendo la segunda causa de mortalidad prevenible por detrás del consumo del tabaco. Con motivo de la celebración, hoy, del Día Nacional de la Persona Obesa, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo) han presentado en Madrid los resultados obtenidos en un estudio que alerta del riesgo que supone el estrés en las personas con obesidad o sobrepeso.
"Tres de cada diez personas con obesidad sufren problemas de estrés, lo que favorece e incrementa el consumo de alimentos calóricos que son considerados como una recompensa. Su ingesta provoca una situación de felicidad momentánea que, sin embargo, desaparece pasados unos minutos", explica Albert Lecube, coordinador del Grupo de Obesidad de la SEEN.
Por ello, a través de la campaña Dile NO al estrés, organizada por ambas sociedades, se quiere prevenir situaciones de estrés que alienten el consumo de alimentos calóricos, más ricos en grasas o dulces, con el fin de frenar la "actual pandemia de la obesidad", explica Lecube. El estrés, sin embargo, no provoca una respuesta homogénea y uniforme en pacientes con obesidad; "aproximadamente, el 20 por ciento de la población no variará su patrón alimentario; sin embargo, el 40 por ciento sí incrementará la ingesta de alimentos con alto contenido calórico. Es a este grupo al que deben ir dirigidos los intentos y campañas de prevención", indica Lecube.
  • La obesidad afecta al 24 por ciento de los hombres y al 21 por ciento de las mujeres, siendo la segunda causa de mortalidad prevenible, por detrás del tabaquismo
Las actuales situaciones de incertidumbre o ansiedad están provocando "una modificación en el comportamiento alimentario de la población, y no sólo eso: el estrés también tiene influencia en la elección de los alimentos y en el tamaño de las raciones, que aumentan considerablemente en comparación con situaciones de relajación emocional", explica Lecube.
La exposición acumulada a situaciones de tensión o ansiedad emocional aumenta el riesgo de desarrollar un síndrome metabólico capaz de provocar la aparición de enfermedades como la anorexia o la bulimia. Además, el estrés supone un factor de riesgo adicional para el desarrollo de diferentes patologías tales como enfermedades cardiovasculares.
La actual coyuntura económica también está provocando cambios en los alimentos más consumidos y, por ende, en el incremento de la población obesa: "El precio más elevado de alimentos saludables como frutas y verduras está desencadenando que, a la hora de hacer la compra, se compren más productos calóricos cuyo precio es menor y cuyo consumo excesivo está contraindicado", reconoce Susana Monereo, secretaria general de la Seedo.
Estrés familiar
"El estrés familiar puede provocar obesidad en los hijos. Un padre o una madre estresada induce a crear estrés en el núcleo familiar, provocando agobio o ansiedad a sus hijos que, durante su madurez, serán más propensos a padecer obesidad o sobrepeso", indica Monereo. "Por ello, el mejor tratamiento es educar desde la infancia en el orden y los horarios, evitar saltarse las comidas, dormir bien y hacer ejercicio físico regularmente. Esta metodología es la que realmente funciona. Hay que huir de dietas milagro que, al final, acaban creando un efecto yo-yó y causan situaciones reiteradas de estrés que, a su vez, provocan la ingesta de alimentos calóricos".
Es importante, por ello, reeducar y ayudar a cambiar los hábitos alimenticios de forma progresiva y controlada por un especialista; "debemos volver a los patrones clásicos de alimentación, ya que, actualmente, se ha roto el equilibrio entre las calorías que consumimos y las que gastamos", según Monereo.

... Y cómo prevenir el estrés?

  • Evitar situaciones identificadas como estresantes.
  • Planificar los grandes cambios en el estilo de vida (nuevo trabajo, nueva casa, etc.).
  • Descubrir las limitaciones propias y aprender a decir NO a nuevas responsabilidades que no podrían cumplirse.
  • Organizar las prioridades.
  • Tener una actitud positiva.
  • Hacer ejercicio.
  • Cuidar la alimentación y dormir el número necesario de horas.

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