martes, 19 de noviembre de 2013

Pronóstico precoz en lesión meníngea - DiarioMedico.com

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mediante una punción en la espalda

Pronóstico precoz en lesión meníngea

La respuesta a un fármaco ayuda a la decisión terapéutica en metástasis meníngeas de tumor sólido.
Redacción. Madrid | dmredaccion@diariomedico.com   |  19/11/2013 00:00


Ignacio Gil Bazo, Eduardo Castañón Álvarez, José Manuel Aramendía Beitia, Juan Pablo Fusco Morales y Marta Santisteban Eslava,
Ignacio Gil Bazo, Eduardo Castañón Álvarez, José Manuel Aramendía Beitia, Juan Pablo Fusco Morales y Marta Santisteban Eslava, del Departamento de Oncología de la Clínica Universidad de Navarra. (CUN)

Los resultados de un estudio elaborado por especialistas del Departamento de Oncología de la Clínica Universidad de Navarra ayudarán a predecir de forma precoz qué pacientes se van a beneficiar de un tratamiento frente a las metástasis meníngeas. Teniendo en cuenta los inconvenientes que conlleva para el paciente la administración de dicha terapia, pues se realiza mediante una punción en la espalda o a través de un reservorio colocado en el cráneo, conocer su eficacia prevista individual es fundamental para decidir cuanto antes si se mantiene o suspende, según los datos que publican en el último número de Journal of Neuro-Oncology.

Las metástasis meníngeas ocurren en un 5-10 por ciento de los pacientes con tumores sólidos y resultan difíciles de diagnosticar porque los síntomas neurológicos son variados y aparecen con distinta intensidad. "Se caraterizan por su mal pronóstico. En ocasiones el plazo de supervivencia se estima en semanas, pero en otras pueden durar meses e incluso años", según Ignacio Gil Bazo, de la Clínica Universidad de Navarra y del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), de la misma universidad.


Inconvenientes
El tratamiento clásico consistía en cuidados paliativos para los síntomas. Posteriormente se descubrió que la quimioterapia con fármacos como el metotrexato y la citarabina, mediante su administración dentro del compartimento de la médula por el que fluye el líquido cefalorraquídeo (LCR), puede mejorar la calidad de vida porque alivia los síntomas e incluso alarga la supervivencia. Uno de sus inconvenientes era su vía de administración por punción lumbar semanal para mantener niveles elevados del quimioterápico dentro del LCR que baña las meninges. "La citarabina liposomal, sin embargo, se puede administrar cada dos semanas e incluso se puede colocar un reservorio en el cráneo para su aplicación, lo que evita practicar una punción lumbar para cada administración", detalla Gil.

La aparición hace unos años de la citarabina liposomal permitió ampliar a dos semanas el tiempo entre cada dosis administrada "porque va recubierto de unas partículas que permiten mantener niveles altos del fármaco en el líquido cefalorraquídeo durante más tiempo".


Respuesta clínica
El estudio ha consistido en analizar la experiencia clínica de los últimos 27 pacientes con metástasis meníngeas que han sido tratados en el citado centro con citarabina liposomal. "Tras un primer ciclo de tratamiento, cuando los pacientes vienen a recibir la segunda dosis, analizamos de nuevo su LCR. Hemos descubierto que si han desaparecido las células tumorales en el líquido y además el paciente presenta una respuesta clínica neurológica de los síntomas que tenía antes de empezar el tratamiento, aumenta notablemente su probabilidad de tener una mayor supervivencia y de que transcurra más tiempo hasta la progresión de la enfermedad".

Por tanto, con un solo ciclo de tratamiento se puede predecir de forma precoz en qué paciente tiene sentido continuar con la terapia y en quién es mejor suspenderla. "Se trata del primer estudio que demuestra cómo la combinación de estas variables prevé un mejor resultado". A su juicio, este primer estudio abre la posibilidad de desarrollar un ensayo clínico para seleccionar en qué pacientes resultaría más eficaz el tratamiento, lo que facilitaría que se aprobara su administración frente a la afectación metastásica de las meninges.

Junto a Gil Bazo, en el estudio han participado Juan Fusco, Eduardo Castañón, Omar Carranza, Leire Zubiri, Patricia Martín, Jaime Espinós, Javier Rodríguez, Marta Santisteban y José Manuel Aramendía.

Utilización por vía compasiva

Citarabina liposomal no está aprobado para su administración habitual en tumores sólidos con afectación meníngea. De momento, sólo lo está para tratar la linfomatosis meníngea, relacionada con un linfoma o tumor hematológico. "Se puede utilizar, y así lo hemos hecho, mediante uso compasivo, solicitando autorización para su empleo al Ministerio de Sanidad exponiendo las características de cada paciente y los beneficios que le puede suponer", indica Gil Bazo.

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