jueves, 21 de noviembre de 2013

Algunos médicos cuestionan las nuevas directrices sobre las estatinas: MedlinePlus

Algunos médicos cuestionan las nuevas directrices sobre las estatinas: MedlinePlus

 

Algunos médicos cuestionan las nuevas directrices sobre las estatinas

Señalan que demasiadas personas recibirían los fármacos para bajar el colesterol; los grupos cardiacos defienden las recomendaciones

Traducido del inglés: martes, 19 de noviembre, 2013
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LUNES, 18 de noviembre de 2013 (HealthDay News) -- Una nueva calculadora en línea del riesgo de colesterol producida por dos importantes organizaciones cardiacas de EE. UU. contiene fallos y exagera el riesgo de enfermedad cardiaca de una persona, afirman dos profesores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
Los profesores afirman que esos fallos pueden llevar a que la calculadora sugiera erróneamente que millones de personas deben tomar estatinas, unos fármacos para reducir el colesterol, reportó el lunes el periódico The New York Times.
Altos funcionarios de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA) y del Colegio Americano de Cardiología (American College of Cardiology, ACC), defendieron la calculadora durante una conferencian de prensa que convocaron apresuradamente el lunes por la mañana durante la reunión anual de la asociación del corazón, en Dallas.
Los profesores de la Harvard, el Dr. Paul Ridker y la Dra. Nancy Cook supuestamente apuntaron a los problemas de la calculadora hace un año, afirmando que no parecía funcionar con precisión cuando la evaluaron utilizando datos de pacientes, reportó el Times.
Cuando la calculadora comenzó a funcionar la semana pasada, Ridker y Cook la evaluaron de nuevo y reportaron errores graves que podrían sobreestimar el riesgo de una enfermedad cardiaca de una persona en entre un 75 y un 150 por ciento, reportó el periódico. Sus hallazgos aparecerán el martes en la revista médica The Lancet, según el informe del Times.
Los funcionarios de la AHA y el ACC dijeron el lunes que el análisis de la calculadora de los profesores de la Harvard utilizó datos de pacientes de tres estudios cardiacos en que participaron personas tanto más jóvenes como más sanas que el estadounidense promedio.
"Esas personas existen en la población de EE. UU., pero se trata de un grupo muy sano y sesgado", apuntó el Dr. Donald Lloyd-Jones, catedrático del departamento de medicina preventiva de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern.
Lloyd-Jones comentó que él y otras personas se reunieron el sábado con Ridker, al inicio de la reunión de la AHA, y revisaron una cantidad limitada de los datos del médico de la Harvard. Dijo que todavía está esperando para ver el informe completo.
"Creo que a todos nos gustaría ver los datos del Dr. Ridker, y ver que se resuelva en una discusión científica, en lugar de los medios de comunicación", planteó Lloyd-Jones.
Los dos grupos cardiacos afirmaron que habían creado la calculadora, además de un nuevo conjunto de agresivas directrices para reducir el colesterol, utilizando una amplia gama de datos de pacientes, lo que les permitió incorporar factores que no se habían incluido en las evaluaciones del riesgo anteriores. Por ejemplo, los esfuerzos anteriores no incluían cálculos para la población afroamericana, y no intentaban incluir el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV).
"La verdad es que las ecuaciones de riesgo funcionan exactamente como queremos", afirmó Lloyd-Jones.
Funcionarios de ambos grupos del corazón añadieron que solo porque la calculadora sugiera que algunas personas se beneficiarían de las estatinas no significa que estén absolutamente obligadas a tomarlas.
En lugar de ello, la calculadora debe fomentar una conversación con el médico sobre si deben tomar estatinas o someterse a otros cambios en el estilo de vida para reducir su colesterol.
"Reconocemos el juicio exclusivo del médico cuando observa la condición específica de un paciente", señaló el Dr. Neil Stone, presidente del comité de directrices del colesterol de la AHA y profesor de cardiología preventiva de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern.
A los cardiólogos les preocupa que la confusión respecto a la calculadora y las nuevas directrices de tratamiento del colesterol pueda hacer que los pacientes se rehúsen a tomar estatinas.
"Temo que la confusión afectará a la confianza del público en estos fármacos que salvan vidas", lamentó el Dr. Kevin Marzo, jefe de cardiología del Hospital de la Universidad de Winthrop en Mineola, Nueva York. "Mi esperanza es que los redactores de las directrices revisen la calculadora en línea de forma que cualquier deficiencia se corrija rápidamente".
Los dos grupos cardiacos desvelaron la calculadora la semana pasada en conexión con unas nuevas directrices agresivas para combatir el colesterol alto. Esas directrices llaman al uso de estatinas para tratar a más personas.
Antes, los médicos se adherían a unas rígidas directrices clínicas para recetar una estatina una vez los niveles de colesterol habían alcanzado un cierto umbral.
Bajo las nuevas directrices, se aconsejará a las personas tomar estatinas basándose en una variedad de distintos factores de riesgo de la salud. Esos factores de riesgo incluyen si ya tienen una enfermedad cardiaca, si el nivel de colesterol malo (LDL) es extremadamente alto (190 miligramos por decilitro de sangre o más) o si están en la mediana edad y tienen diabetes tipo 2.
Además, a las personas de entre 40 y 75 años de edad con un riesgo estimado a 10 años de sufrir una enfermedad cardiaca del 7.5 por ciento o más se les aconsejará que tomen estatinas. Los expertos dicen que esta nueva regla podría alterar enormemente la cantidad de pacientes a los que se aconsejará ahora que tomen dichos medicamentos.
"Hemos creado un método que llama al tratamiento de alrededor de un tercio de los adultos de 40 a 75 años de edad con estatinas para la prevención primaria", explicó el Dr. David Goff, copresidente del grupo de trabajo de evaluación del riesgo de las directrices, y decano de la Facultad de Medicina Pública Colorado de la Universidad de Colorado, en Denver.
"Creo que eso es más o menos correcto", dado que alrededor de uno de cada tres estadounidenses muere de enfermedad cardiaca y ACV, comentó Goff.
Los supuestos problemas con la calculadora hicieron que al menos un cardiólogo prominente dijera al Times que se debe retrasar la implementación de las nuevas directrices de tratamiento para el colesterol.
"Es increíble", dijo al periódico el Dr. Steven Nissen, jefe de medicina cardiovascular de la Clínica Cleveland. "Debemos hacer una pausa para evaluar mejor este método antes de implementarlo en general".
El Dr. Sidney Smith, cardiólogo de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y ex presidente de la AHA, dijo que eso no sucederá.
"Tenemos la intención de seguir adelante con estas directrices y desarrollar estrategias efectivas para implementarlas", señaló Smith.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Kevin Marzo, M.D., chief of cardiology, Winthrop-University Hospital, Mineola, N.Y.; Nov. 18, 2013, news conference, with Donald Lloyd-Jones, M.D., Sc.M., chair, department of preventive medicine, Northwestern University's Feinberg School of Medicine, Chicago; Neil Stone, M.D., chair, American Heart Association's cholesterol guideline committee and professor, preventive cardiology, Northwestern's Feinberg School of Medicine; David Goff, M.D., Ph.D., FACP, FAHA, dean, School of Public Health, University of Colorado-Denver; Sidney Smith, M.D., cardiologist, University of North Carolina at Chapel Hill and past president American Heart Association; Nov. 18, 2013, The New York Times
HealthDay
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