HIPEC, opción válida en carcinomatosis peritoneal

La cirugía radical más la quimioterapia hipertérmica es una estrategia terapéutica de control de la carcinomatosis peritoneal.

Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com | 03/10/2013 00:00

José Farré, jefe del Servicio de Cirugía del hospital Quirón de Torrevieja. (DM)

El III Congreso Nacional de la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica (SEOQ) y la V Reunión del Grupo Español de Cirugía Oncológica Peritoneal (GECOP) reúne en el Colegio de Médicos de Alicante a más de 250 profesionales de diversas especialidades (cirujanos oncológicos y torácicos, oncólogos, radioterapeutas, cirujanos torácicos, urólogos, personal de enfermería) para tratar las últimas novedades en este campo. Una de las manifestaciones más temidas de un cáncer digestivo o ginecológico es la carcinomatosis peritoneal. Según ha explicado a DM José Farré, presidente del comité organizador y jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Quirón Torrevieja, "es considerada como un estadio de la enfermedad con un desenlace fatal a corto plazo", y ha matizado que, "gracias al cambio del enfoque llevado a cabo por Paul Sugarbaker, al que posteriormente se han unido muchos hospitales de todo el mundo, se ha abierto la esperanza a la prolongación de la vida de muchos pacientes y, en algunos casos, a curarse".

Datos beneficiosos
Los resultados de la técnica de Sugarbaker, la cirugía radical de la carcinomatosis peritoneal con quimioterapia-hipertermia (HIPEC), "dependen de múltiples factores, principalmente de una adecuada selección de pacientes -cuanto más precoz sea el abordaje, mejor- y del origen de la carcinomatosis". Como es de esperar, ha señalado Farré, "los mejores resultados se obtienen en aquellos casos en los que existe menor volumen de carcinomatosis y en los que la cirugía ha conseguido una buena citorreducción", y ha precisado que "un índice de carcinomatosis superior a 13 según el esquema de Sugarbaker es sinónimo de mal pronóstico". En la práctica, los mejores resultados se obtienen de las carcinomatosis de origen apendicular (carcinomas mucinosos), "en los que hay largas supervivencias y curaciones. Asimismo, hay logros en la carcinomatosis de origen en el colon, donde se obtienen supervivencias superiores al 40 por ciento a los cinco años y existen largos supervivientes, y en el cáncer de ovario, con resultados similares. Además, se han reportado buenos datos en un cáncer tan difícil como el pancreático. Por el contrario, según Farré, se consiguen peores resultados en el cáncer gástrico. Mesoteliomas y sarcomas también tienen unas perspectivas menos esperanzadoras, aunque, "a veces, es la única medida terapéutica".

Márgenes de mejora
Respecto a los posibles avances, Farré ha apuntado que "el margen de mejora aún es muy amplio, ya que existen controversias sobre los mejores y nuevos fármacos, efectos de la hipertermia, tiempos de exposición y variantes en la aplicación de la quimioterapia intraperitoneal, entre otros," y ha recordado que "el único factor determinante en el pronóstico de estos pacientes, y los estudios científicos lo resaltan, es el conseguir una citorreducción completa".
Asimismo, "la pericia del cirujano es otro de los factores determinantes de los resultados". Farré también ha hecho hincapié en que "el tratamiento de la carcinomatosis peritoneal debe hacerse dentro de un enfoque multidisciplinar, ya que estos pacientes no sólo se beneficiarán de la técnica propuesta por Sugarbaker, sino que después podrán continuar con otros tratamientos de quimioterapia que les van a prolongar la vida".

Robótica con beneficio oncológico

La creciente influencia de la cirugía robótica en el tratamiento del cáncer de próstata, páncreas, colon y recto, así como los futuros avances que promete la tecnología, también se han expuesto en el congreso de Alicante. Según ha expuesto José Farré, "en oncología mejora los resultados de la cirugía abierta e iguala y, en algunos casos, mejora los resultados de la laparoscópica".
Ello se debe a que "permite un mejor acceso a áreas difíciles, como la pelvis, sobre todo la de varón; facilita la disección, la visión tridimensional y, en especial, hacer suturas en espacios reducidos". Las ventajas favorecen una recuperación más rápida y una mejor calidad de vida para el paciente . "Además, la menor agresión tiene una marcada influencia en el estado inmunológico del paciente en su lucha contra el cáncer y su pronta recuperación, y va a facilitar el poder iniciar otros tratamientos -quimioterapia o radioterapia- cuanto antes". Para el especialista, es en cáncer de próstata donde la cirugía robótica se ha desarrollado más y con mejores resultados, sobre todo en términos de "menos incontinencia y menos secuelas sobre la capacidad sexual".