lunes, 7 de octubre de 2013

El 'estirón' del ensayo infantil - DiarioMedico.com

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ensayos clínicos en pediatría

El 'estirón' del ensayo infantil

El Hospital San Juan de Dios (Barcelona) ha aumentado un 58% los ensayos en niños en dos años. La alianza CNIO con el Hospital Niño Jesús favorece la cooperación con otros centros generales.
Raquel Serrano/Sonia Moreno. Madrid   |  07/10/2013 00:00

La Unidad de Ensayos del Hospital San Juan de Dios (Barcelona
La Unidad de Ensayos del Hospital San Juan de Dios (Barcelona): de pie, Joan Vinent (farmacéutico), Alba Murciano (farmacéutica), Joana Claverol (jefa de la Unidad), Cristina Llanos (enfermera de investigación); sentadas, Rosa Morales (gestión económica), Laura Solé (enfermera de investigación) y Marta Sánchez (enfermera de investigación). (Jaume Cosialls)
Tradicionalmente, los medicamentos que se han destinado a los niños han sido una fiel copia, aunque en menores dosis, de los que recibían los adultos. La eficacia, seguridad o tolerancia han ido, en gran medida, a remolque de la investigación farmacológica realizada en el adulto. Sin embargo, en los últimos seis años el panorama ha empezado a cambiar. Los ensayos clínicos en población pediátrica han ido aumentando, comenzando su fase de mayoría de edad.
  • Uno de los incentivos de la UE es que las empresas que investiguen en pediatría pueden alargar la patente de los fármacos indicados en adultos seis meses
La mitad de los fármacos que se administran a los niños no tienen indicación pediátrica; en el grupo de los neonatos el porcentaje oscila, según la publicación, entre el 70 y el 90 por ciento. Las autoridades reguladoras prefirieron, en lugar de perpetuar un uso off-label de los fármacos, normalizar o regularizar un marco que fuera atractivo para la industria farmacéutica, en el que se favoreciera el desarrollo de indicaciones infantiles.

Fruto de ello es el Reglamento (CE) nº 1901/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo de 12 de diciembre de 2006 sobre medicamentos para uso pediátrico (modificado por el Reglamento nº 1902/2006). Este Reglamento entró en vigor el 26 de julio de 2007 e incentiva a la industria para que investigue medicamentos específicamente para los niños.


Punto de inflexión
Uno de sus principales pilares es el Plan de Investigación Pediátrica (PIP), es decir, los plazos y las medidas propuestas para evaluar la calidad, la seguridad y la eficacia de un medicamento en todos los subgrupos de edad relevantes de la población pediátrica. Toda nueva solicitud de ensayo clínico sobre un fármaco dirigido a una enfermedad que también se produce en la infancia debe ir acompañada del PIP, requisito indispensable para que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autorice la comercialización. Un comité específico de la EMA -conocido por sus siglas en inglés, PDCO- se encarga de revisar todos los PIP que presentan las compañías. Entre los incentivos de esta regulación, destaca que se puede alargar en seis meses la patente de los fármacos indicados en adultos.
  • En oncología se debe saber que hay protocolos, pero que si éstos fracasan, existe la posibilidad de participar en ensayos con nuevos tratamientos
El efecto de este impulso normativo se ha visto de forma clara en la Unidad de Ensayos Pediátricos, del Hospital Materno-Infantil de San Juan de Dios en Esplugas (Barcelona). Esta unidad, la primera en abrirse en España, ha visto aumentar el número de estudios clínicos en el centro un 58 por ciento en sus casi dos años de vida. Según comenta su coordinadora, Joana Claverol, "hemos pasado de los 36 ensayos clínicos en 2011 a los 57 que hay ahora en marcha. Se ha notado el efecto del cambio en la regulación".

La nueva regulación, con todo, no supone un proceso administrativo menos tedioso, al que se añade la dificultad de buscar financiación. Sí cambia el número de pacientes que han de incluirse. "Se recluta el mínimo, porque la regulación es clara a la hora de ajustar la población que se somete a ensayo, al considerarse vulnerable. Por ejemplo, un estudio en fase II en adultos llevaría a 300 pacientes y uno pediátrico se cerraría con 30 enfermos", matiza Claverol. También se busca ajustar al máximo el número de pruebas invasivas, de extracciones de sangre y otro tipo de análisis. "No está específicamente regulado, pero se tiene en cuenta en los comités de bioética a la hora de aprobar los estudios".

Por áreas terapéuticas, Claverol destaca que hay un amplio abanico de especialidades y enumera endocrinología, reumatología, cardiología, dermatología, anestesiología, gastroentorología e inmunología. No obstante, la oncología es la que acapara más estudios clínicos, seguida de cerca por las enfermedades neurológicas y las infecciosas. De hecho, la recién presentada en sociedad Unidad de Investigación de Ensayos Clínicos Oncológicos Pediátricos, llevada a cabo entre el Hospital Infantil Niño Jesús y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ambos en Madrid, y en la que también se establecerán colaboraciones con otros hospitales españoles -ya existen con el Valle de Hebrón, en Barcelona, y La Fe, de Valencia- es pionera en este ámbito.

  • La tasa de reclutamiento para ensayos clínicos infantiles es mucho más elevada que la de las investigaciones que se llevan a cabo en adultos
Dianas específicas
Sus almas mater, Luis Madero y Lucas Moreno, del Niño Jesús y del CNIO, respectivamente, están convencidos de que, aunque este tipo de estudios son necesarios en todos los ámbitos infantiles, el de la oncología justifica su desarrollo por el creciente e imparable descubrimiento de dianas moleculares, exitosas en adultos, y que en tumores de niños son específicas o por compatir mecanismos de actividad con algunas de la población adulta. "En oncología infantil están protocolizados los tratamientos de primera línea con los que se alcanzan tasas de curaciones superiores al 70 por ciento de los casos. Pero hay que dar opciones a las recurrencias y a los fracasos, que acaparan casi a un 30 por ciento de los niños enfermos", señala Madero. Así, y considerando que estas nuevas estrategias pueden acompañarse a largo plazo de una perspectiva coste-efectiva, Moreno no pasa por alto que lo relevante es que "estamos hablando de eficacia en términos de supervivencia y esto, es siempre coste-efectivo".


El paciente, en el centro
En oncología, los ensayos clínicos profesionalizados, como ocurre con la Unidad Oncológica HNJS-CNIO, garantizan que los niños puedan acceder a otros medicamentos, cuando los consolidados no han tenido éxito y siempre "con el menor riesgo posible", señalan los responsables de la Unidad. Lo cierto es que los especialistas en oncología pediátrica han sido testigos de un salto cualitativo y cuantitativo a raíz de la normativa europea de 2006. Además de la obligación que establece la Unión Europea para la industria farmacéutica, también han aumentado los ensayos académicos financionados por las administraciones sanitarias, así como de las fundaciones biomédicas de ciertos hospitales, señala Madero.


Sin embargo, la consolidación de estos ensayos no sería posible sin la participación del niño. En este sentido, Moreno hace hincapié en que el acceso a la información sobre estos programas debe ser una máxima para las familias, así como la colaboración entre éstas y los especialistas. "Deben conocer que existen otras opciones, como la posibilidad de participar en estos tratamientos; que no es obligatorio, pero que es una opción".
Gracias, en gran parte, al buen flujo comunicativo, se puede explicar que la tasa de reclutamiento en los estudios clínicos pediátricos sea superior a la alcanzada en los ensayos no pediátricos. Así lo indican los datos del Proyecto Best de Excelencia en Investigación Clínica promovido por la patronal Farmaindustria. Según esta fuente, la tasa media de pacientes reclutados en los ensayos finalizados (808 incluidos para este análisis) es del 79 por ciento. La Unidad de Ensayos Pediátricos del Hospital San Juan de Dios afirma haber llegado a una tasa de reclutamiento del 100 por cien en sus estudios.

Para Joana Claverol, la elevada aceptación es lógica si se piensa que en algunos casos el ensayo es la única alternativa terapéutica con que se cuenta. Por otro lado, "en enfermos con patología crónica, como hepatitis o epilepsia, la relación con el médico es continuada en el tiempo, lo que favorece que se avenga a participar en un eventual estudio con más facilidad".

De esta filosofía de colocar al paciente en el centro del proceso participa el hecho de que las unidades centralicen la atención de cualquier enfermo reclutado para un ensayo. Es el caso de la unidad barcelonesa, en la que el niño, sea cual sea su enfermedad, entra en un circuito único, que puede incluir la realización de la fase I del estudio en una sala específica.

La industria, un apoyo de las unidades de ensayo pediátrico

A través del Programa +i de Cooperación con las comunidades autónomas, Farmaindustria ha colaborado en la cofinanciación del desarrollo de la Unidad Ensayos Clínicos Pediátricos para Terapias Avanzadas en el Hospital Universitario Niño Jesús de Madrid, en la puesta en marcha de la Unidad de Ensayos Clínico-Pediátricos del Hospital San Juan de Dios, de Barcelona, así como en la creación de un Biobanco Pediátrico en el Hospital Niño Jesús, con el fin de ampliar la capacidad de investigación y de participar en proyectos cooperativos multicéntricos que requieran muestras biológicas de enfermedades infantiles. Los datos aportados a DM por Farmaindustria, basados en el Proyecto BEST de Excelencia en Investigación Clínica, confirman que el número de ensayos en población pediátrica ha aumentado a lo largo de los últimos años, siendo el número de estudios autorizados con población adolescente más elevado respecto al de los niños más pequeños.

Alteraciones concretas para agentes oncológicos específicos

La nueva Unidad de Investigación para Ensayos Oncopediátricos HNJS y CNIO ya ha puesto en la meta de salida cerca de 13 ensayos clínicos, algunos en colaboración con otros centros españoles, para patología tumoral infantil. En el punto de mira están neuroblastomas, sarcomas y meduloblastomas, entre otros. Estas son las principales dianas moleculares para fármacos ya en marcha:
  • Inhibidores para alteraciones de la vía Hedgehog implicada en diversos subtipos de meduloblastomas infantiles.
  • Inhibidores para alteraciones de ALK, presente en neuroblastomas o rabdomiosarcomas.
  • Futuras dianas abiertas: mutaciones en los genes BRAF y MEK.

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