jueves, 5 de septiembre de 2013

20º Congreso Internacional de Nutrición :: El Médico Interactivo :: Una alimentación y nutrición adecuadas previenen el desarrollo de enfermedades crónicas, principal causa de mortalidad en el mundo actual

:: El Médico Interactivo :: Una alimentación y nutrición adecuadas previenen el desarrollo de enfermedades crónicas, principal causa de mortalidad en el mundo actual

Una alimentación y nutrición adecuadas previenen el desarrollo de enfermedades crónicas, principal causa de mortalidad en el mundo actual


Madrid (05/09/2013) - Redacción

España acogerá por primera vez el 20º Congreso Internacional de Nutrición, que se celebrará del 15 al 20 de septiembre en Granada

La nutrición tiene un papel fundamental en la prevención o el manejo de enfermedades crónicas como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el cáncer, las enfermedades inflamatorias y óseas (osteoporosis) y neurodegenerativas, según la evidencia creciente que se presentará y discutirá en el próximo 20º Congreso Internacional de Nutrición, que se celebrará del 15 al 20 de septiembre en Granada.
En su conjunto, todas estas enfermedades suponen la principal causa de muerte a nivel mundial, de ahí que el conocimiento de cómo la nutrición puede influir en su prevención o sobre su desarrollo tiene un importante valor desde el punto de vista de la salud pública.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en Europa,  siendo las responsables de cerca de la mitad de las muertes (42 por ciento en Europa). En España, más de tres de cada diez fallecimientos se deben a estas patologías, que incluyen, entre otras, el infarto, el ictus o los tromboembolismos.
"Una dieta malsana, la inactividad física, el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol son las causas más importantes y modificables de cardiopatía y accidente cerebrovasculares y responsables del 80 por ciento de casos", ha señalado Ángel Gil, presidente del 20º Congreso Internacional de Nutrición.
Para el profesor Gil, "los efectos de las dietas malsanas y de la inactividad física pueden manifestarse por aumentos de la tensión arterial, la glucosa y los lípidos de la sangre, sobrepeso u obesidad. Hay estudios que demuestran que el cese de consumo de tabaco, la reducción de la sal en la dieta, el consumo de frutas y hortalizas, la actividad física regular y un consumo no excesivo de alcohol reducen el riesgo de estas enfermedades", ha concluido.
El cáncer es otra de las patologías que, en algunos de sus tipos, puede estar influida por la dieta. Las grasas de la dieta se han relacionado en humanos con diferentes tipos de cáncer (próstata, colon y mama). En el otro extremo, podrían actuar como protectores sustancias con potencial antioxidante, como las vitaminas A, C y E, compuestos fenólicos, compuestos sulfhídricos y algunos alimentos como el té, la piel de naranja y ciertas frutas y vegetales. Igualmente, los inhibidores de las prostaglandinas, como el ácido eicosapentanoico, procedente del pescado, y las grasas monoinsaturadas, como el aceite de oliva, tienen un efecto protector.
Obesidad: problema de Salud Pública
De entre todos los problemas de salud pública a los que nos enfrentamos, la obesidad es uno de los principales en los países desarrollados y ya está considerada por la OMS como una epidemia del siglo XXI.  En las personas con obesidad son frecuentes las alteraciones del comportamiento alimentario que van desde los hábitos alimentarios inadecuados, la costumbre de comer deprisa y de forma compulsiva o el hábito de levantarse a comer durante la noche hasta ciertos trastornos cíclicos como el síndrome premenstrual, todos ellos asociados al consumo compulsivo de hidratos de carbono.
La obesidad es, además, el factor de riesgo más importante para la aparición de la diabetes tipo 2. La diabetes mellitus se considera como uno de los problemas principales de salud a escala mundial y en su control la nutrición juega un papel fundamental. No existe una dieta ideal única para la persona con diabetes, aunque está demostrado que un exceso de hidratos de carbono puede empeorar la glucemia; un alto aporte de grasa puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular y un gran aporte de proteína en la dieta puede empeorar la nefropatía diabética.
Las enfermedades neurodegenerativas también están estrechamente relacionadas con la nutrición. "La obesidad, la ingesta excesiva de colesterol y de grasa saturada favorecen el desarrollo de enfermedad arterioesclerótica y enfermedad vascular cerebral. También se ha relacionado un consumo excesivo de grasa saturada con la enfermedad de Parkinson y con la esclerosis lateral amiotrófica", ha comentado el Prof. Gil, que explica que "la deficiencia de vitamina D favorece el desarrollo de enfermedades de base inmunológica, entre ellas la esclerosis múltiple. En cuanto a la ingesta de vitamina E, se ha observado un efecto protector frente el desarrollo de esclerosis lateral amiotrófica y de enfermedad de Parkinson, que no se ha confirmado en estudios de suplementación".
En otras enfermedades crónicas, como la enfermedad inflamatoria intestinal, una alimentación adecuada puede ayudar a prevenir y corregir la desnutrición asociada a esta mejorando los síntomas de la enfermedad. "En la actualidad, no se dispone de evidencias suficientemente convincentes que incriminen a ningún alimento en el desencadenamiento, perpetuación o empeoramiento de la actividad inflamatoria. En consecuencia, y teniendo en cuenta la necesidad de prevenir los déficits nutricionales, los pacientes con colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn en brote deberían evitar sólo aquellos alimentos que de forma reiterada y sistemática aumenten sus síntomas", ha comentado el Prof. Gil, que ha destacado que la mayor controversia la suscitan dos alimentos en concreto: los lácteos y la fibra.
Por último, la salud ósea y la prevención de factores de riesgo de fracturas, como la osteoporosis, también están muy influenciados por lo que ingerimos. "Los hábitos nutricionales y de estilo de vida adquiridos en la infancia ayudan a conseguir la mejor situación ósea posible para la edad madura si se realiza una dieta variada y se evitan tóxicos como fumar o beber alcohol", ha explicado Gil.
Las vitaminas K, C y, por supuesto, la vitamina D se relacionan con la formación de la masa ósea, por lo que se ha sugerido que la dieta, durante la infancia y adolescencia, debe ser rica en frutas y verduras, que contienen estas vitaminas, así como recibir una adecuada exposición solar. Asimismo, los minerales como el calcio, fósforo y magnesio son necesarios para una mineralización ósea adecuada y deben ser aportados mayoritariamente por la dieta.
20ºCongreso Internacional de Nutrición de la IUNS
El  20º Congreso Internacional de Nutrición, acontecimiento de referencia máxima y de mayor prestigio en el sector de la nutrición a escala internacional, está promovido por la Unión Internacional de Ciencias Nutricionales (IUNS) y organizado por la Sociedad Española de Nutrición (SEÑ), con la colaboración de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT). Por primera vez se celebra en España, bajo el lema "La unión de culturas a través de la nutrición".

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