lunes, 24 de junio de 2013

Se buscan indicadores del abordaje - DiarioMedico.com

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objetivo artrosis

Se buscan indicadores del abordaje

La situación de la patología ha sido expuesta en un curso de verano, donde las sociedades científicas debatieron sobre el impacto sanitario, económico y sociolaboral que provoca la enfermedad.
Ester Crespo | dmredaccion@diariomedico.com   |  24/06/2013 00:00
 

La prevalencia de la artrosis y el coste que supone son algunas de las razones que llevaron a desarrollar un encuentro sobre la enfermedad, dentro de un curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander. En el foro Dimensión sanitaria y social de la artrosis. Proyecto Dissar, se debatió sobre el impacto sanitario, económico y sociolaboral de la enfermedad. Diario Médico, junto a Bioibérica Farma, recoge aquí sus conclusiones dentro del programa Objetivo: Artrosis para centrar la atención sobre el peso de esa enfermedad en la población.
  • Siete millones de personas tienen artrosis, lo que supone un coste de 4.800 millones de euros y un gasto para la Seguridad Social de más de 1.200 millones
Dirigido a sociedades científicas, el encuentro aportó datos sobre la prevalencia y el impacto de la artrosis: "Siete millones de personas padecen la enfermedad, 4.800 millones de euros están relacionados con ella y la Seguridad Social gasta más de 1.200 millones de euros por incapacidades temporales", afirmó Julio César Sánchez, de la Asociación Española de Derecho Sanitario y director del curso. Más costes se derivan del ámbito socioecónomico por el absentismo en el puesto de trabajo, lo que se traduce en pérdidas de primas e incentivos. Además, según evoluciona la enfermedad, las ausencias repetidas suelen terminar en una pérdida del empleo. El paciente ve reducidos sus ingresos, mientras que debe afrontar otros gastos adicionales, como el cuidado que requiere por parte de terceras personas (la familia o los cuidadores).

Aspectos como estos son algunas de las conclusiones del proyecto Dissar, investigación que comenzó el pasado año, que muestra también que, aunque la artrosis está concentrada en personas de edad avanzada, también se da en jóvenes que practican deportes de manera inadecuada. De esta forma, el curso buscaba la actualización de una enfermedad que consume un alto número de recursos.

Al ser una patología crónica, Sánchez considera que en la estrategia de abordaje de la cronicidad, la artrosis debería ocupar un puesto primordial. "Es necesario un trabajo combinado de diferentes especialidades, para mejorar la calidad de vida, reducir el dolor, efectuar la cirugía adecuada y los reemplazos articulares necesarios, y administrar los fármacos indicados". En esto último hace hincapié Sánchez, pues en los pacientes con situaciones de comorbilidad, a veces los tratamientos son contradictorios. Sánchez aboga por la creación de indicadores para monitorizar esos procesos. Por ello, aunque el objetivo final es conseguir mejorar la calidad de vida del paciente y reducir el dolor, otro objetivo primordial del curso es el intercambio de esos temas entre sociedades y analizar la capacidad de construir un grupo, con permanencia en el tiempo, y no sólo puntual durante este encuentro. "Habrá que ver cómo lo hacemos, qué alcance y qué características tendrán esos indicadores", añade.


Condroprotectores
Además de la prevalencia y el impacto de la artrosis, en el curso se ha tratado el papel del reumatólogo en la patología, la calidad en la atención al paciente y, por último, una de las ponencias versó sobre el tratamiento farmacológico para la enfermedad, sobre todo del papel de los sysadoas, qué indicaciones tienen y cuáles son sus efectos secundarios.
  • Los sysadoas tardan en hacer efecto, pero alivian los síntomas de forma crónica y evitan los efectos secundarios de los AINE; se indican sobre todo en fases iniciales
Dentro de esta familia de fármacos se encuentran sobre todo el sulfato de condroitín y la glucosamina. "Tardan en hacer efecto y su objetivo es aliviar los síntomas de forma crónica", explicó Alfonso Moreno, catedrático y jefe del Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid. Los AINE también alivian, pero se aconsejan para situaciones agudas, pues tomarlos durante mucho tiempo causa problemas ya conocidos.

En cuanto a los efectos secundarios, Moreno dijo que los sysadoas, al contrario que los AINE, están exentos de problemas digestivos, cardiovasculares, neurológicos y de hemorragias. Además, "estos fármacos hacen que haya menos intervenciones quirúrgicas a largo plazo", continúa Moreno.

Las guías de las sociedades recomiendan el uso de los sysadoas, en especial en pacientes iniciales, porque como reconoce Moreno, en un proceso de artrosis de gran evolución no hacen efecto, pero tampoco los AINE. En estas situaciones se necesitan analgésicos más potentes, como los opiáceos.

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