GINECOLOGÍA
La cirugía con mallas o sling quirúrgicos para tratar el prolapso permite a las mujeres recuperar su vida sexual
JANO.es · 17 Junio 2013 13:21
Según los datos expuestos en una jornada sobre salud femenina organizada por American Medical Systems, sólo un 25% de las afectadas acude al especialista.
El prolapso o descolgamiento de órganos del suelo pélvico afecta en España al 20% de las mujeres mayores de 45 años que han tenido un parto natural. Este trastorno, que se produce por la debilitación del suelo pélvico, es una de las causas más comunes de disfunción sexual entre las mujeres.
Entre los síntomas que ayudan a la mujer a detectar el prolapso, se encuentran las protuberancias, la incontinencia urinaria, la sensación de tirantez e incluso las dificultades en las relaciones sexuales, que además suelen ser más dolorosas. Sin embargo, según los últimos estudios, sólo entre el 25 y el 30% de las afectadas acude a un especialista.
Por ello, y con el objetivo de profundizar en los conocimientos y tratamientos en torno al prolapso de órganos pélvicos, AMS (American Medical Systems) ha reunido a algunos de los mayores expertos en la materia en España para debatir sobre salud femenina en general y sobre el prolapso en particular.
Durante la sesión, los expertos han incidido sobre la necesidad de dar a conocer a las mujeres los tratamientos para el prolapso, que, además de permitirles mejorar su calidad de vida, les ayudan a recuperar la plenitud en sus relaciones sexuales. En este sentido, uno de los tratamientos más efectivos, con una eficacia superior al 85%, es la cirugía con mallas o sling quirúrgicos.
Tal como explica el Dr. Ignacio Galmés, director del Instituto Urológico IGB, esta técnica consiste en la colocación de una pequeña malla de polipropileno que se introduce en el cuerpo a través de una pequeña incisión, adhiriéndose al mismo para evitar el descolgamiento.
“El objetivo de la cirugía con mallas es restaurar la anatomía natural y fortalecer las estructuras que rodean la vagina para mantener el apoyo de los órganos”, afirma este especialista. “A través de una pequeña incisión vaginal, se introduce el sling, y la paciente puede volver a tomar el control sobre su vida", concluye.
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