martes, 4 de junio de 2013

El tumor cerebral sigue siendo un hueso duro de roer

ANÁLISIS | Datos en ASCO

El tumor cerebral sigue siendo un hueso duro de roer

Corte transversal de un cerebro. | EMCorte transversal de un cerebro. | EM
El Congreso de la Sociedad Americana de Oncologia Clínica (ASCO) es un congreso de esperanza. Cada año, más de 30.000 oncólogos de todo el mundo comparten en este escenario avances en torno a la lucha contra el cáncer y queda más que claro que la Oncología es una especialidad muy viva. Sin embargo, igual que los avances en algunos tipos de cáncer son continuos, existen otros casos en los que estos brillan por su ausencia. Los tumores cerebrales pertenecen a esta última categoría.

El único estudio que se ha presentado en la sesión plenaria -la que selecciona los trabajos más importantes- sobre tumor cerebral ha sido para decir no a una alternativa para los afectados por glioblastoma (el peor de los tumores cerebrales), una que ya se utiliza con éxito en segunda línea (cuando el cáncer ha recurrido) y que funciona 'matando de hambre' a los vasos sanguíneos que utiliza el tumor para alimentarse, lo que se conoce como angiogénesis.

El trabajo ha sido polémico porque ha coincidido con la presentación de otro estudio -con importante participación española- que concluye, contrariamente, que añadir un fármaco antiangiogénico -bevacizumab- a la radio y quimioterapia aumentaba el tiempo de supervivencia libre de progresión en cuatro meses.

Así, en la rueda de prensa en la que se presentaron los resultados del primer trabajo, muchas fueron las preguntas relativas a la diferencia entre ambos estudios. "Hay potencial para su uso si encontramos a los pacientes correctos, pero en este estudio no se han encontrado", explicó Mark Gilbert, del MD Anderson Cancer Center, autor del trabajo.

El neuroncólogo español Juan Manuel Sepúlveda, que no ha participado en ninguno de los estudios, valora la diferencia entre ambos trabajos como una cuestión del diseño de los estudios: "En el 'RTOG 0825'-así se llama el estadounidense- se excluyó a pacientes inoperables, que constituyen un 20% del total; además, la administración del antiangiogénico fue más tardía que en el AVAglio -nombre del estudio europeo que sí ha sido positivo- y, por ultimo, en el estudio estadounidense se permitía lo que se conoce como 'crossover'; cuando los pacientes recurrían, se les daba la opción de recibir el fármaco por lo que, al final, la mayoría de los pacientes se había tratado con el medicamento".

Más allá de la polémica, ni siquiera el estudio más positivo permitía hablar de reducción global de la mortalidad. De hecho, ningún trabajo presentado en ASCO lo ha hecho. Sepúlveda se 'defiende': "No es cierto que no haya avances. Los hay, pero vamos despacio". 

Este especialista destaca el trabajo que se lleva a cabo en el Grupo Español de Investigación en Neuroncología (GEINO), que combina investigación básica puntera con clínica. Además, señala que las cosas "han cambiado radicalmente en los últimos años" en los que se ha asistido a una mejora en la radioterapia, la introducción de una quimioterapia y el uso de bevacizumab cuando el tumor se reproduce. "Son pequeñas buenas noticias", subraya el especialista.

"El problema de los tumores cerebrales es que se activan muchas alteraciones moleculares a la vez; es algo parecido a lo que pasa en el cáncer de páncreas. Por eso estamos continuamente buscando algún punto débil", apunta el experto.

Esos presumibles puntos débiles pueden dar sus frutos algún día. En uno de ellos ya trabaja una molécula nueva dirigida a una proteína que juega un papel esencial en los tumores cerebrales, el TGF beta, y de la que se han presentado resultados de seguridad en este congreso. El equipo de Sepúlveda está participando en sus ensayos clínicos, junto con otros hospitales españoles.

No es el único fármaco en estudio. Desde GEINO, se analiza también la eficacia de un inhibidor de la familia de receptores HER, en pacientes con glioblastoma recurrente que tienen amplificaciones en el gen EGFR, destaca el neuroncólogo español. Su equipo, junto a biólogos del Instituto de Salud Carlos III dirigidos por Pilar Sánchez, acaban también de describir una nueva diana terapéutica en glioblastomas, la proteína DYRK1A. 

Quizás los próximos congresos sean, por fin, los de las buenas noticias en torno al tumor cerebral.

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