martes, 5 de marzo de 2013

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Pliazón, crema tópica de Merck Serono ayuda a controlar erupciones cutáneas en pacientes oncológicos

Madrid (05/03/2013) - Redacción

• Con vitamina K1, urea y ceramidas, Pliazón es una crema regeneradora e hidratante, capaz de normalizar dichas erupciones, permitiendo  mejorar la calidad de vida del paciente y  aumentando la adherencia al tratamiento

• Cerca del 80 por ciento de los pacientes con cáncer tratados con inhibidores del EFGR (una terapia personalizada) sufren erupciones cutáneas que afectan a su bienestar, lo que puede incidir en el cumplimiento de su tratamiento

Las nuevas terapias dirigidas contra el cáncer han supuesto un gran avance en la lucha contra ciertos tumores,  mejorando la supervivencia general y, a la vez, reduciendo la toxicidad y con distintos efectos secundarios respecto de las terapias tradicionales. Hablamos de lo que se conoce como medicina personalizada, que, a través de marcadores predictivos,  permite administrar el fármaco solo a los pacientes que se benefician más del mismo y no al resto, logrando así altas tasas de eficacia y ahorrando al sistema gastos innecesarios.

Se ha comprobado que el mecanismo de acción de algunos de estos tratamientos, incluidos los inhibidores del EGFR (siglas de Receptor del Factor de Crecimiento Epidérmico), interfiere con el crecimiento normal de las células de la epidermis, y puede causar una erupción (o 'rash') cutáneo en los pacientes. En algunos pacientes, esta reacción podría dar lugar a reducciones de la dosis del fármaco o, incluso, a la interrupción del tratamiento.

"Cerca del 80 por ciento de los pacientes en tratamiento con antiEFGR experimentan un 'rash' cutáneo que puede ser aliviado con la aplicación de una crema hidratante,  protectora y de acción regenerativa basada en la vitamina K1, urea y ceramidas. En concreto, el uso tópico de la crema Pliazón permite reactivar y normalizar el proceso normal de crecimiento de la piel, reduciendo los síntomas del rash y sin interferir en la eficacia del tratamiento antitumoral", explica la doctora Ruth Vera, jefa de servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario de Navarra.

Aplicada en las zonas afectadas dos veces al día, Pliazón  consigue reconstruir y reforzar la película hidrolipídica natural, reduciendo los síntomas de 'rash' cutáneo asociado a la administración de fármacos anti-EGFR. "En la mayoría de pacientes tratados con Pliazón  se observa un rápido alivio del dolor y el picor y una clara disminución del propio 'rash' y las complicaciones asociadas al mismo, entre ellas la de infección. Ello reduce la  necesidad de utilizar antibióticos tópicos y sistémicos y, sobre todo, mejora el bienestar del paciente, ayudando a asegurar la adherencia y cumplimiento del tratamiento, y, en definitiva, aumentando las oportunidades de supervivencia para el paciente".


Abriendo la puerta al tratamiento personalizado
El EGFR es un receptor implicado en el desarrollo y progresión de muchos tipos de cáncer, entre ellos los de pulmón, colorrectal, y tumores cabeza y cuello. Tiene un  papel fundamental en la activación del ciclo celular, así como en el desarrollo del epitelio. La activación de EGFR inicia una compleja reacción en cascada que influye en la proliferación, adhesión (o  expresión de moléculas de adhesión), supervivencia, migración y diferenciación de las células.

Si bien esos procesos están controlados en las células sanas, en las células tumorales escapan de los controles normales del organismo, dando lugar al típico  crecimiento y división celular descontrolados que caracterizan al cáncer.  Un componente fundamental en el proceso de estimulación del EGFR es la proteína KRAS, hoy un biomarcador oncológico que permite a los médicos  identificar a pacientes con cáncer que van a beneficiarse de tratamientos antiEFGR.

"Los pacientes con un gen KRAS no mutado (o nativo), lo que ocurre en el 65 por ciento de los casos, son candidatos al tratamiento con anti-EGFR. Los que tienen un gen KRAS mutado (el restante 35 por ciento) no se benefician de él", aclara la doctora Vera.  "La identificación del estado mutacional del gen KRAS como biomarcador predictivo de respuesta a anti-EGFRs (mediante lo que se conoce como test KRAS)  ha permitido el desarrollo de la medicina personalizada para pacientes con cáncer colorrectal metastásico", añade.

"Esto significa la optimización del tratamiento y  la reducción de toxicidades en pacientes que no se benefician del mismo. Ahora, para aquellos pacientes que sí pueden beneficiarse de las terapias anti-EFGR, los especialistas disponemos ahora de una solución capaz de mejorar el bienestar del paciente, favoreciendo así el cumplimiento de los objetivos terapéuticos", termina diciendo la especialista.

El desarrollo del programa Determina KRAS -diseñado por Merck Serono para favorecer el acceso al test KRAS y abrir la puerta al tratamiento con cetuximab a pacientes con cáncer colorrectal  metastásico que se benefician de él (unos ocho mil en España)- es una muestra clara del compromiso de la compañía con el paciente oncológico, pero no la única. "Nuestra responsabilidad hacia el paciente es integral", aclara  Enrique Granados, responsable del área médica de Oncología en Merck. "Más allá de los propios tratamientos y los objetivos de  supervivencia y  curación, queremos mejorar el bienestar integral del paciente, lo que en este caso pasa por asegurar que las reacciones cutáneas no sólo no le  impidan seguir su tratamiento de manera efectiva, sino que no afecten a su calidad de vida y autoestima".


Objetivo: aliviar el 'rash' cutáneo
Las alteraciones cutáneas producidas por los inhibidores del EFGR son frecuentes, pero fácilmente manejables. "Dichas alteraciones alcanzan su máxima intensidad durante la tercera semana de tratamiento con dichos fármacos y disminuyen de forma progresiva en los meses siguientes", explica la doctora Ruth Vera. "Por eso es importante establecer unas medidas y recomendaciones generales, algunas tan sencillas como no lavarse con agua caliente, que ayuden a minimizar las reacciones cutáneas y, sobre todo, ser consistente en ellas", señala.

Las alteraciones cutáneas más frecuentes en la primera semana de tratamiento con inhibidores del EGFR son  erupciones acneiformes en la cara, cuero cabelludo, tórax y espalda. En las semanas posteriores, pueden observarse síntomas como sequedad de piel, fisuras y grietas en palmas de las manos y plantas de los pies, así como paroniquia (lesiones dolorosas alrededor de las uñas).

No afeitarse con cuchilla o navaja, no exponerse a la luz solar, evitar el calzado estrecho, no rascarse ni manipular las lesiones... son algunas de las recomendaciones que dan  los  especialistas a los pacientes. A la vez, se recomienda el uso de jabones neutros, métodos de protección solar,  aplicación frecuente de cremas hidratantes y el recurso a las maquinillas eléctricas como alternativa a las cuchillas o navajas.

Desde el lanzamiento de Pliazón, hace un año, Merck Serono ha distribuido gratuitamente más de 10.000 packs a pacientes tratados con terapias anti-EGFR.

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