martes, 5 de marzo de 2013

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El Vall d’Hebrón publica el primer atlas en línea para diagnosticar las lesiones previas al cáncer anal con una técnica pionera

Barcelona (05/03/2013) - Redacción

Se trata del primer atlas de anoscopia de alta resolución, una técnica que permite analizar la mucosa anal para detectar lesiones precancerígenas

El Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario Vall d'Hebron, donde se controlan unas 2.600 personas infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), de las cuales una proporción importante son hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH), inició hace cuatro años el cribado sistemático del cáncer anal en este grupo de riesgo, por lo que se ha convertido en una de las unidades pioneras en Europa en el diagnóstico y tratamiento precoz del cáncer anal relacionado con el virus del papiloma humano. Durante estos años, la Unidad de Cribado de  Displasia Anal (UCDA) también ha formado a profesionales de otros centros de Barcelona, como el Hospital de Bellvitge, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, la Unidad de Infecciones de Trasmisión Sexual (ITS) de Drassanes y el Hospital Clínico de Barcelona.

De los casi 600 pacientes visitados en estos años, el 99 por ciento presentaba infección por el virus del papiloma humano (VPH), en un 90 por ciento para más de un serotipo diferente. Se han diagnosticado siete carcinomas in situ que se han tratado con éxito, requirieron sólo en dos ocasiones escisión quirúrgica. Las lesiones displásicas de alto grado (preneoplásicas), llamadas AIN2 y AIN3, se han podido tratar también exitosamente mediante electrocoagulación de la mucosa anal afectada.

En esta unidad, UCDA, se realiza la anoscopia de alta resolución, una técnica de que disponen pocos centros en la actualidad. Para suplir la falta de material didáctico que facilite la práctica de esta técnica a los profesionales clínicos, hace un año el Servicio de Enfermedades Infecciosas del HUVH decidió crear un atlas con material teórico y sobre todo visual, incluyendo vídeos que permiten hacerse una idea completa de las técnicas y habilidades necesarias para tratar las lesiones precancerígenas en el ano. Este atlas en línea es de acceso libre y es el primero de sus características en todo el mundo.


Incidencia del cáncer anal y virus del papiloma humano
El cáncer anal corresponde a menos de un cinco por ciento de todos los cánceres de las vías digestivas en la población general. Su incidencia anual es de 1 caso por cada 100.000 personas, pero aumenta considerablemente entre el colectivo HSH, donde la incidencia es de 35 casos por cada 100.000 personas, siendo de 70 casos por cada 100.000 en los HSH VIH positivos.

El VPH juega un papel determinante en el desarrollo tanto del cáncer de cérvix en la mujer como en anal en el hombre. Asimismo, el VPH también es el agente causante de los condilomas o verrugas genitales, patología benigna pero a veces de difícil tratamiento y control.

El VPH se transmite con las relaciones sexuales, y es conocido fundamentalmente como responsable del cáncer de cuello uterino en la mujer, por lo que hace años que se establecieron los sistemas de cribado mediante citología y revisión ginecológica. Se transmite con mucha facilidad y puede tardar años en eliminarse del organismo una vez nos infecta. Hay que tener en cuenta que la población VIH positiva tiene entre dos y seis veces más probabilidad de que la infección por el VPH sea persistente, debido a la inmunosupresión que limita la capacidad del propio organismo de eliminarlo.

En los últimos años se han publicado varios estudios que permiten asegurar que el cribado anual del cáncer anal por el virus del papiloma humano en HSH es tan efectivo como el cribado de cáncer de cérvix en la mujer.

Consiste en la realización de tacto rectal, citología y anoscopia de alta resolución. Esta última técnica, que consiste en la visualización directa de la mucosa anal a través de un videocolposcopio después de aplicar una sencilla tinción con ácido acético, permite detectar lesiones incipientes, que pueden pasar desapercibidas al tacto y a la citología, así como a la anoscopia convencional.

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