miércoles, 13 de marzo de 2013

Combinar pruebas acota las displasias corticales - DiarioMedico.com

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XXXIV Simposio anual de Avances en Epilepsia

Combinar pruebas acota las displasias corticales

La colocación de electrodos profundos y las pruebas de imagen afinan la identificación de las zonas epileptógenas en la malformación cortical.
Sonia Moreno. Madrid | soniamb@diariomedico.com   |  12/03/2013 17:20

Laura López Marín, Mª Luz Ruiz Falco, Concha Fournier, Verónica Cantarín, Massimo Cossu, Francisco Villarejo, Mª Ángeles Pérez Jiménez, Marcelo Budke, Anna Duat y Luis Gutiérrez Solana
De izda. a dcha., el equipo de la Unidad de Epilepsia del Hospital Niño Jésus: Laura López Marín, Mª Luz Ruiz Falco, Concha Fournier, Verónica Cantarín, Massimo Cossu (Centro de Cirugía de Epilepsia Claudio Munari, de Milán), Francisco Villarejo, Mª Ángeles Pérez Jiménez, Marcelo Budke, Anna Duat y Luis Gutiérrez Solana. (José Luis Pindado)

El estudio de cómo se tratan las malformaciones del desarrollo cortical cuando provocan crisis epilépticas susceptibles de cirugía ha centrado el XXXIV Simposio anual de Avances en Epilepsia organizado por la Unidad de Cirugía de la Epilepsia del Hospital Niño Jesús, de Madrid, y dirigido por el jefe de Servicio de Neurocirugía del hospital, Francisco Villarejo.

Las displasias corticales son malformaciones que se producen durante el desarrollo embrionario y en algunos casos llegan a generar crisis epilépticas catastróficas, provocando que el paciente se encuentre en un estado de inestabilidad clínica. La cirugía en esos casos se efectúa generalmente entre los seis meses y los catorce años de edad.

Centralización
Afortunadamente, la incidencia de estas malformaciones no es elevada, pero los buenos resultados de su abordaje dependen de la experiencia acumulada por los profesionales, como se ha destacado en el simposio; así, se ha citado a modo de ejemplo la centralización de las cirugías de la epilepsia en Italia, a través del Centro Claudio Munari, en Milán.

"Esto es una labor de equipo, en la que tan importante resulta la intervención quirúrgica en sí misma como la evaluación prequirúrgica del paciente y el seguimiento posterior", ha expuesto Villarejo.

Precisamente, uno de los puntos controvertidos en la cirugía de la epilepsia actual es el peso de las pruebas de imagen y de los métodos invasivos en el estudio antes de la intervención del paciente con displasia. Según lo debatido en el simposio, hay grupos en todo el mundo que consideran que el corregistro de la resonancia magnética (RM) y la tomografía por emisión de positrones (PET), realizado de forma exhaustiva, es suficiente para determinar la zona epileptógena. Sin embargo, otros equipos especializados prefieren recurrir a los electrodos profundos para revelar los focos de epilepsia alejados de la parte más superficial del cerebro.

"Nosotros optamos por evaluar a cada paciente y recurrir a las pruebas necesarias en cada caso, sean de imagen o invasivas; hay que recordar que la mielinización en los primeros meses de vida dificulta la visión de las malformaciones, aunque eso mejorará con la aparición de herramientas de imagen más potentes".

En la reunión también se han aportado los resultados de una serie de 60 enfermos con displasias corticales operadas, recabada en el Hospital Niño Jesús durante diez años, y que ha arrojado unos resultados de entre el 50 y el 80 por ciento de resolución de las crisis.

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