martes, 22 de enero de 2013

La cocaína produce alteraciones genéticas en el sistema dopaminérgico - DiarioMedico.com

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PROBADO EN EMBRIONES DE PEZ CEBRA

La cocaína produce alteraciones genéticas en el sistema dopaminérgico

Según un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Neurociencias de Castilla y León publicada en PLoS ONE, la cocaína produce alteraciones genéticas en los embriones de pez cebra.
Redacción   |  21/01/2013 19:41

Según ha comentado Roger López Bellido, uno de los principales responsables de la investigación, la cocaína disminuye el microARN 133b, aumentando la función del factor de transcripción Pitx3 y, a su vez, incrementando la dopamina y la actividad de los receptores dopaminérgicos.

"Si te gusta el chocolate, al comerlo, liberas dopamina en ese núcleo pero el efecto de la cocaína es muy superior. El cerebro pide más cocaína y esto deriva en una mayor tolerancia, de manera que se necesita cada vez mayor cantidad para lograr los mismos efectos y con el tiempo las personas se vuelven adictas", ha señalado el investigador. La novedad ha sido descubrir que está implicado un microARN que regula la expresión de los genes, lo que supone la existencia de alteraciones genéticas.

"Si una madre está embarazada y consume cocaína, la cantidad que llega al embrión produce una alteración del sistema dopaminérgico puede hacer que, en el futuro, el niño tenga una predisposición al consumo de cocaína o desarrolle una adicción con mayor facilidad", ha explicado López. "Desde la gestación se estarían alterando ciertos genes que desarrollarían mucho más el sistema dopaminérgico y, de esta manera, ante una exposición a la cocaína, se incrementaría la necesidad de volver a consumirla".

El siguiente paso sería comprobar si, efectivamente, estas alteraciones se ven reflejadas en el comportamiento de estos animales, algo más difícil de analizar, aunque podrían desarrollarse pruebas para determinarlo como los existentes para otros animales de laboratorio, por ejemplo, los ratones.

Asimismo, en otro estudio publicado en la misma revista se ha tenido en cuenta que la cocaína afecta no sólo a los receptores dopaminérgicos sino que también perturba los receptores opioides, relacionados con el dolor.

En concreto, la cocaína aumenta la actividad de las enzimas  let7d involucradas en la formación del microARN y un incremento de éstas provoca una disminución de los receptores opioides, de manera que los analgésicos opioides ejercen un efecto mucho menor. 

Extrapolado al ser humano, esto supone que si una madre consumiera cocaína, disminuiría la formación de algunos receptores opioides y tanto ellas como sus embriones necesitarían una mayor cantidad de analgésico para calmar su dolor.

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