Cómo responde el cuerpo tumbado 21 días

La Agencia Espacial Europea inicia un estudio para saber las reacciones orgánicas en reposos prolongados.

José A. Rodríguez. Barcelona | dmredaccion@diariomedico.com | 09/01/2013 18:37

La Agencia Espacial Europea (ESA), dentro del Programna Europeo para la Vida y las Ciencias Físicas (Elips, por sus siglas en inglés), ha iniciado un experimento durante el pasado mes de diciembre para comprender mejor qué ocurre con los astronautas, sometidos a reducción de gravedad, y con las personas que deben pasar mucho tiempo en la cama, ya sea por edad avanzada, enfermedad o dicapacidad.

Para ello, ha contado con 12 voluntarios que han permanecido 21 días en una cama con una inclinación de seis grados tumbados con la cabeza en la parte más baja.

Dolores de cabeza, vómitos y falta de apetito son los primeros efectos; a largo plazo, atrofia muscular, osteoporosis y cambios de metabolismo

Vittorio Cotronei, de la División de Ciencias y Aplicaciones de la ESA explica que "la prioridad de este experimento es comprender la respuesta del cuerpo a los cambios en la carga y la movilidad que se producen en el espacio y en determinadas situaciones clínicas" que obligan a estar en cama largas temporadas. En estos casos se producen "desplazamientos de los fluidos corporales hacia la cabeza, reducción de los requerimientos de energía, ausencia de aceleración lineal, reducción de la estimulación propioceptiva, alteraciones de las interacciones sociales y de los ciclos de trabajo y descanso, reducción de la estimulación sensorial global… Todo ello afecta directa o indirectamente a cada órgano".

El experimento se ha llevado a cabo en el centro de estudios clínicos Medes, en Toulouse (Francia), y durante los 21 días que ha durado, los voluntarios (todos hombres y con edades comprendidas entre los 20 y los 44 años) han realizado todas las actividades en la cama. La norma era que siempre tuvieran como mínimo o un hombro o una cadera apoyados en la cama. Cotronei relata que "algunos de los voluntarios han tenido dolores de cabeza, vómitos y falta de apetito sobre todo al principio. A largo plazo, los problemas de la inactividad son atrofia de los músculos, osteoporosis, cambios en el metabolismo de las proteínas e intolerancia ortostática".

Los voluntarios han estado divididos en tres grupos. Uno de ellos realizaba ejercicios en una plataforma vibratoria para ejercitar los músculos de las piernas. Otro hacía los mismos ejercicios e ingería con suplementos de proteínas para aumentar la masa muscular, y el tercer grupo era el de control. "Hemos sometido a los voluntarios a numerosas pruebas: de resistencia al estrés, densitometrías óseas, imágenes por resonancia magnética, biopsias de los músculos y análisis de sangre y orina". El experimento, con los mismos doce voluntarios, "está organizado en tres campañas diferentes, con un periodo de descanso de cuatro meses entre cada una de ellas" y la idea es que todos los voluntarios pasen por los diferentes grupos.