Los pacientes anticoagulados podrán llevar una tarjeta identificativa para facilitar la información de su tratamiento
Madrid (14/12/2012) - Silvia C. Carpallo
• La tarjeta identificativa nacional "Estoy Anticoagulado" deberá ser visible en la cartera del paciente, estará traducida al chino y al inglés, y el médico deberá apuntar en ella el tratamiento concreto de cada paciente para su mejor atención en urgencias• Se han percibido inequidades en la prescripción de los nuevos tratamientos anticoagulantes orales, ya que algunas CC.AA. ponen impedimentos para su indicación por parte del profesional tanto de Atención Primaria como del servicio de Urgencias
En España más de 800.000 personas viven auticoaguladas, de las cuales, se calcula que un 70 por ciento lo estarán de por vida, porque su riesgo tromboembólico es continuo. Por ello, estos pacientes sufren de un riesgo especial a la hora de ser atendidos en una situación de urgencia. Así lo transmitía Alfonso Martín, coordinador del grupo de arritmias cardiacas de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), "es importante conocer si en caso de hemorragia, esta es espontánea o puede estar en relación al tratamiento con un anticoagulante, puesto que esto puede variar el diagnóstico y el tratamiento".
Para evitar estas situaciones de riesgo para el paciente, se ha creado la tarjeta identificativa nacional "estoy anticoagulado", que se dispensará en primer lugar en las asociaciones de pacientes, para después llegar a los centros de salud y a las oficinas de farmacia. Se adjuntará junto con un folleto informativo, y estará traducida al inglés y al chino, para poder ser llevada de forma visible en la cartera en caso de que el paciente llegue en estado de inconsciencia, sea atendido en un país en el que desconoce el idioma, o simplemente la ansiedad le impida comunicar su enfermedad. Según explicaba en la presentación de la misma Luciano Arochena, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), la idea está en que el paciente lo lleve a su médico para "que rellene el espacio dedicado al tratamiento", y enseñarlo así a todos los profesionales sanitarios, puesto que el paciente "debe ser consciente de la necesidad de informar a todos los profesionales sanitarios de su situación de anticoagulado, sea cual sea su especialidad".
Igualmente se realizará una campaña informativa para los propios médicos, ya que tal como señalaba Tomás Toranzo, presidente de la SEMES, los profesionales sanitarios "debes ser capaces de identificarla y saber lo que significa". Es por ello que la sociedad piensa poner a disposición de sus socios toda la información en su página web, para poder hacer este sistema mucho más efectivo. En ello insistía Alfonso Martín, que explicaba que a urgencias acuden pacientes ancianos, discapacitados, con bajo nivel de conciencia o que simplemente no recuerdan toda su medicación, y es "muy importante recabar toda la información, puesto que eso permite al médico tener más datos para hacer un mejor diagnóstico y poner un tratamiento más ajustado".
Inequidad en el acceso a los tratamientos
Aprovechando este encuentro con la prensa, Toranzo hacía mención a un problema creciente, como es la dificultad de acceso a algunos tratamientos dependiendo no sólo de cada Comunidad Autónoma, sino incluso por provincias dentro de la misma autonomía. El problema deriva en la prescripción de los nuevos anticoagulantes orales, que tienen unas indicaciones muy concretas, y por tanto, unos requisitos muy concretos para la misma. Pese a ello, según informaba el presidente de la SEMES, "se está produciendo dificultades para prescribirlos en algunos servicios de urgencias y también en Atención Primaria". Por tanto, "se somete al paciente a un riesgo innecesario".
Este es el caso de CC.AA. como Castilla-La Mancha "donde no se deja prescribirlos", La Rioja, Canarias, Asturias o Baleares. Existen casos más concretos como los de Aragón y Murcia, donde se prescribe en Urgencias pero no en Atención Primaria, o por provincias, como es el caso de Palencia, Valladolid o Badajoz, que tienen más dificultades que el resto de sus provincias vecinas.
Para evitar estas situaciones de riesgo para el paciente, se ha creado la tarjeta identificativa nacional "estoy anticoagulado", que se dispensará en primer lugar en las asociaciones de pacientes, para después llegar a los centros de salud y a las oficinas de farmacia. Se adjuntará junto con un folleto informativo, y estará traducida al inglés y al chino, para poder ser llevada de forma visible en la cartera en caso de que el paciente llegue en estado de inconsciencia, sea atendido en un país en el que desconoce el idioma, o simplemente la ansiedad le impida comunicar su enfermedad. Según explicaba en la presentación de la misma Luciano Arochena, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN), la idea está en que el paciente lo lleve a su médico para "que rellene el espacio dedicado al tratamiento", y enseñarlo así a todos los profesionales sanitarios, puesto que el paciente "debe ser consciente de la necesidad de informar a todos los profesionales sanitarios de su situación de anticoagulado, sea cual sea su especialidad".
Igualmente se realizará una campaña informativa para los propios médicos, ya que tal como señalaba Tomás Toranzo, presidente de la SEMES, los profesionales sanitarios "debes ser capaces de identificarla y saber lo que significa". Es por ello que la sociedad piensa poner a disposición de sus socios toda la información en su página web, para poder hacer este sistema mucho más efectivo. En ello insistía Alfonso Martín, que explicaba que a urgencias acuden pacientes ancianos, discapacitados, con bajo nivel de conciencia o que simplemente no recuerdan toda su medicación, y es "muy importante recabar toda la información, puesto que eso permite al médico tener más datos para hacer un mejor diagnóstico y poner un tratamiento más ajustado".
Inequidad en el acceso a los tratamientos
Aprovechando este encuentro con la prensa, Toranzo hacía mención a un problema creciente, como es la dificultad de acceso a algunos tratamientos dependiendo no sólo de cada Comunidad Autónoma, sino incluso por provincias dentro de la misma autonomía. El problema deriva en la prescripción de los nuevos anticoagulantes orales, que tienen unas indicaciones muy concretas, y por tanto, unos requisitos muy concretos para la misma. Pese a ello, según informaba el presidente de la SEMES, "se está produciendo dificultades para prescribirlos en algunos servicios de urgencias y también en Atención Primaria". Por tanto, "se somete al paciente a un riesgo innecesario".
Este es el caso de CC.AA. como Castilla-La Mancha "donde no se deja prescribirlos", La Rioja, Canarias, Asturias o Baleares. Existen casos más concretos como los de Aragón y Murcia, donde se prescribe en Urgencias pero no en Atención Primaria, o por provincias, como es el caso de Palencia, Valladolid o Badajoz, que tienen más dificultades que el resto de sus provincias vecinas.
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