miércoles, 19 de diciembre de 2012

Investigadores de la RICET encuentran en un antitumoral la nueva arma terapéutica para combatir la leishmaniasis y desarrollan una metodología que permitirá probar cientos de fármacos

Investigadores de la RICET encuentran en un antitumoral la nueva arma terapéutica para combatir la leishmaniasis y desarrollan una metodología que permitirá probar cientos de fármacos
·         El parásito no ha podido todavía hacerse resistente a diferencia de los tratamientos actuales.
·         La nueva metodología utilizada permitirá probar miles de compuestos farmacéuticos para estudiar su potencial eficacia frente al parásito.
·         Han creado clones de leishmania modificados genéticamente para que sean fluorescentes.
Un principio activo hasta ahora utilizado como antitumoral, el Indotecan, se ha revelado como nueva arma terapéutica contra la leishmaniasis humana, gracias a una investigación realizada por científicos de la Red de Investigación de Enfermedades Tropicales (RICET) perteneciente al Instituto de Salud Carlos III.
Aunque originaria de países tropicales y subtropicales, la leishmaniasis humana tiene también una incidencia significativa en nuestro país, de hecho toda la cuenca mediterránea es endémica. La presentación de la enfermedad es insidiosa y en pocas semanas se padecen infecciones recurrentes que hacen de la leishmaniasis una asesina silente.
El clima de España es adecuado para el desarrollo de los mosquitos responsables de la transmisión del parásito Leishmania, microorganismo causante de esta enfermedad. La alta incidencia de esta enfermedad en roedores, animales domésticos (perros fundamentalmente) o silvestres de nuestro país, además de ser un problema veterinario, es un factor añadido de riesgo para la transmisión a humanos.
Un ejemplo concreto de estos dos últimos años ha sido el brote epidémico de leishmaniasis desarrollado en la zona sur de la Comunidad de Madrid, donde empezaron a presentarse un número inusualmente elevado de casos de leishmaniasis, que llegaron a triplicar sólo en esta localidad las cifras habituales para toda España. Investigadores de la RICET encontraron la causa en una proliferación en la zona de liebres silvestres infectadas por el parásito, lo cual incrementó la transmisión de la enfermedad mediante mosquitos transmisores.
No hay comercializada ninguna vacuna frente a la leishmaniasis humana (pese a existir una patente de la misma desarrollada por los propios investigadores de la RICET). Los tratamientos actuales carecen de la eficacia deseable, debido fundamentalmente a la resistencia que con los años ha ido desarrollando el parásito, al tiempo que pueden ocasionar algunos efectos secundarios.
Un principio activo hasta ahora utilizado como antitumoral, el Indotecan, se ha revelado como nueva arma terapéutica contra la leishmaniasis humana, gracias a una investigación realizada por científicos de la Red de Investigación de Enfermedades Tropicales (RICET) perteneciente al Instituto de Salud Carlos III. El arsenal existente  de fármacos en la actualidad para combatir la leishmaniasis es pequeño, bastante antiguo y cuenta con fármacos muy tóxicos, de ahí la importancia de poder añadir un nuevo tratamiento, el Indotecan, al cual el parásito no ha tenido tiempo de desarrollar resistencia y que demuestra una eficacia del 80-90%.
Según el estudio de los investigadores de la RICET que ha publicado la revista americana Antimicrobial Agents & Chemotherapy, los llamados derivados indenoisoquinolínicos (Indotecan) son capaces de penetrar en los macrófagos, es decir, las células humanas donde se aloja el parásito de la leishmaniasis. Una vez dentro de los macrógafos, el Indotecan se introduce dentro del parásito y actúa sobre las topoisomerasas, unas proteínas enzimáticas que son capaces de desenrollar la cadena de ADN del parásito y con ello provocar finalmente su muerte. Todo esto, el Indotecan lo consigue a concentraciones que no son tóxicas para la célula humana en la que penetra, lo que permite que elimine el parásito pero salvaguardando la célula humana en la que estaba alojado.
Además, han descubierto que la topoisomerasa concreta del parásito de la leishmania, la llamada ADN topoisomerasa IB (TopoIB) tiene una estructura atípica frente a las topoisomerasas que están presentes en todos los organismos. Mientras estas segundas constan de una única proteína, la TopoIB está formada por dos proteínas y esto explicaría la alta efectividad del 80-90% del Indotecan para eliminar el parásito de la leishmaniasis.
La segunda parte de la investigación de la RICET constituye un avance metodológico sin precedentes que permite poner a prueba de forma rápida y masiva la potencial eficacia o no contra la leishmaniasis de miles de compuestos farmacéuticos. La nueva metodología se basa en utilizar un sistema de ensayo llamado “ex vivo” y que es capaz de reproducir las condiciones en las que se encuentra el parásito durante la infección de personas o animales, pero sin la necesidad de utilizar cientos de ratones de experimentación.
Los investigadores infectaron un ratón con el parásito y luego le extrajeron el bazo, órgano donde se encuentran fundamentalmente las células infectadas. Cultivando “in vitro” estas células infectadas, se pueden reproducir en cientos de ocasiones las condiciones en que se encuentra el parasito en el animal. Así no es necesario utilizar un animal cada vez que se quiere probar la posible eficacia de un compuesto farmacéutico, sino que a partir de un ratón es posible llegar a probar hasta 50.000 potenciales medicamentos en tan sólo un mes mediante un procedimiento robotizado.
Para aumentar la sensibilidad de la nueva técnica, los investigadores de la RICET han generado además cepas de Leishmania genéticamente modificadas para que sean capaces de emitir fluorescencia infrarroja, lo que permite detectar fácilmente al parásito sin necesidad de utilizar los tradicionales sistemas de tinción o cultivo del parásito. En una placa de cultivo habrá tantas fluorescencias como parásitos, porque cada fluorescencia se corresponde con un parásito genéticamente modificado.
La combinación de estos dos procedimientos, el ensayo “ex vivo” junto con las cepas de leishmania fluorescentes, es la primera vez que se realiza en todo el mundo.
Estos hallazgos son fruto de la investigación desarrollada por el Grupo de la RICET que coordina la Dra. Rosa María Reguera (Universidad de León-ULE), en colaboración con el también investigador de la RICET José María Requena (Universidad Autónoma de Madrid) y los científicos Yves Pommier (National Cancer Institute, NIH, Bethesda, USA) y Mark Cushman (Purdue University, USA).
Referencia bibliográfica:
Balaña-Fouce R, Prada CF, Requena JM, Cushman M, Pommier Y, Alvarez-Velilla R, Escudero-Martínez JM, Calvo-Álvarez E, Pérez-Pertejo Y, Reguera RM. Indotecan (LMP400) and AM13-55: two novel indenoisoquinolines show potential for treating visceral leishmaniasis. Antimicrob Agents Chemother. 2012 Oct;56(10):5264-70.
Foto 1 fluorescencia: Leishmania emitiendo fluorescencia roja y núcleo del macrófago emitiendo fluorescencia azul.
Foto 2 investigadores (de izqda a dcha): Rosa Reguera (Coordinadora Grupo de León RICET), Estefanía Calvo, Christopher Fernández, Raquel Álvarez, Jose Miguel Escudero, Yolanda Pérez y Rafael Balaña-Fouce
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