Instituto de Biomecánica de Valencia
Nuevo método para reducir impactos en las articulaciones
El ejercicio se realiza sobre plataforma de disipación de aire. Disminuye los problemas de movilidad de algunas personas.
Enrique Mezquita. Valencia | dmredaccion@diariomedico.com | 26/11/2012 00:00
Aunque son de sobra conocidas las bondades del ejercicio físico para la salud y el bienestar de las personas, existen colectivos, personas mayores, con sobrepeso o con problemas articulares, entre otros, que no suelen realizar ejercicios o acudir a gimnasios debido a la dureza del trabajo sobre determinadas superficies.
En este escenario, un nuevo método de ejercicio sobre una plataforma de disipación de aire, el sistema ABE, puede brindar más beneficios y mayor gasto energético que en suelo firme y, además, con un mínimo impacto sobre las articulaciones. Además, las clases con este sistema tienen lugar al ritmo de la música y se combinan múltiples ejercicios y movimientos de todas las partes del cuerpo y grupos musculares, a los que se añaden elementos como pesas, palos, cintas elásticas o maracas, lo cual favorece aún más la fidelización a la actividad.
Mayor adherencia
Para confirmar sus posibilidades, el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) ha realizado un proyecto de investigación. Según ha explicado a DM Salvador Pitarch, fisioterapeuta y técnico de Valoración Biomecánica en el IBV, "con el objetivo de estudiar la disipación de impactos a nivel de determinados segmentos corporales se efectuó un estudio comparativo sobre el sistema ABE y sobre el suelo firme en la ejecución de una determinada rutina de ejercicios dirigidos en una muestra de mujeres", y ha destacado que "éstas cumplían unos determinados criterios de inclusión en relación a edad, índice de masa corporal y hábitos deportivos: edad entre 35 y 45 años, IMC entre 24 y 30 y realización de actividad física semanal ligera". La rutina de ejercicios constaba de cinco condiciones variables en intensidad, que comprendían desde la marcha al trote. Además, dentro de este estudio se registraron y analizaron diversas variables relacionadas con el esfuerzo físico y percepción de la dureza del mismo en ambas condiciones.
Pitarch ha comentado que "las principales conclusiones del estudio son que el sistema ABE evidencia, frente al suelo, una mayor disipación de impactos en la realización de un ejercicio físico de intensidad moderada". A su vez, se observó un aumento del requerimiento físico sobre la plataforma ABE que sobre el suelo rígido"; ha matizado que "las variables que indicaron esta diferencia fueron la frecuencia cardiaca y el volumen de oxígeno consumido en la valoración global de la rutina de ejercicios".
Según Alberto Sacristán, director médico del sistema ABE, "en la práctica, si se selecciona una persona de 70 kilogramos, como resultado se obtendría que consumiría entre un 15 y un 20 por ciento más calorías por minuto en la plataforma ABE que sobre el suelo realizando el mismo ejercicio". También ha hecho hincapié en que, "aunque el consumo calórico es superior a una clase de aerobic, la sensación de cansancio es menor, y tanto las personas que no han practicado nunca ejercicio como quienes tienen problemas de movilidad pueden moverse a su propio ritmo durante más tiempo, sin agotarse".
Evaluación inicial
El origen del sistema ABE se remonta a una innovación desarrollada en Argentina y que se lleva practicando allí desde hace diez años, primero en plataformas sobre cámaras de ruedas de camión y posteriormente sobre cámaras de disipación de aire. Sus resultados en la salud cardiovascular fueron demostrados por la Universidad Caece (Centro de Altos Estudios en Ciencias Exactas) y otros trabajos médicos, y la adecuación a España, con una rutina de ejercicios aeróbicos acompasados de música, se debe al emprendedor Alfonso Moreno, tras un análisis previo con médicos del deporte y profesores de Educación Física. Otra diferencia con el sistema original, así como con la mayoría de los métodos de ejercicio, es la evaluación médica previa. Antes de iniciarse en el sistema ABE es necesaria una valoración de la salud y la condición física, que se puede complementar con un asesoramiento nutricional.
En este escenario, un nuevo método de ejercicio sobre una plataforma de disipación de aire, el sistema ABE, puede brindar más beneficios y mayor gasto energético que en suelo firme y, además, con un mínimo impacto sobre las articulaciones. Además, las clases con este sistema tienen lugar al ritmo de la música y se combinan múltiples ejercicios y movimientos de todas las partes del cuerpo y grupos musculares, a los que se añaden elementos como pesas, palos, cintas elásticas o maracas, lo cual favorece aún más la fidelización a la actividad.
Mayor adherencia
Para confirmar sus posibilidades, el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) ha realizado un proyecto de investigación. Según ha explicado a DM Salvador Pitarch, fisioterapeuta y técnico de Valoración Biomecánica en el IBV, "con el objetivo de estudiar la disipación de impactos a nivel de determinados segmentos corporales se efectuó un estudio comparativo sobre el sistema ABE y sobre el suelo firme en la ejecución de una determinada rutina de ejercicios dirigidos en una muestra de mujeres", y ha destacado que "éstas cumplían unos determinados criterios de inclusión en relación a edad, índice de masa corporal y hábitos deportivos: edad entre 35 y 45 años, IMC entre 24 y 30 y realización de actividad física semanal ligera". La rutina de ejercicios constaba de cinco condiciones variables en intensidad, que comprendían desde la marcha al trote. Además, dentro de este estudio se registraron y analizaron diversas variables relacionadas con el esfuerzo físico y percepción de la dureza del mismo en ambas condiciones.
Pitarch ha comentado que "las principales conclusiones del estudio son que el sistema ABE evidencia, frente al suelo, una mayor disipación de impactos en la realización de un ejercicio físico de intensidad moderada". A su vez, se observó un aumento del requerimiento físico sobre la plataforma ABE que sobre el suelo rígido"; ha matizado que "las variables que indicaron esta diferencia fueron la frecuencia cardiaca y el volumen de oxígeno consumido en la valoración global de la rutina de ejercicios".
Según Alberto Sacristán, director médico del sistema ABE, "en la práctica, si se selecciona una persona de 70 kilogramos, como resultado se obtendría que consumiría entre un 15 y un 20 por ciento más calorías por minuto en la plataforma ABE que sobre el suelo realizando el mismo ejercicio". También ha hecho hincapié en que, "aunque el consumo calórico es superior a una clase de aerobic, la sensación de cansancio es menor, y tanto las personas que no han practicado nunca ejercicio como quienes tienen problemas de movilidad pueden moverse a su propio ritmo durante más tiempo, sin agotarse".
Evaluación inicial
El origen del sistema ABE se remonta a una innovación desarrollada en Argentina y que se lleva practicando allí desde hace diez años, primero en plataformas sobre cámaras de ruedas de camión y posteriormente sobre cámaras de disipación de aire. Sus resultados en la salud cardiovascular fueron demostrados por la Universidad Caece (Centro de Altos Estudios en Ciencias Exactas) y otros trabajos médicos, y la adecuación a España, con una rutina de ejercicios aeróbicos acompasados de música, se debe al emprendedor Alfonso Moreno, tras un análisis previo con médicos del deporte y profesores de Educación Física. Otra diferencia con el sistema original, así como con la mayoría de los métodos de ejercicio, es la evaluación médica previa. Antes de iniciarse en el sistema ABE es necesaria una valoración de la salud y la condición física, que se puede complementar con un asesoramiento nutricional.
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