lunes, 22 de octubre de 2012

La patología cutánea puede encubrir un trastorno psiquiátrico

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Hasta en un 20 por ciento de casos

La patología cutánea puede encubrir un trastorno psiquiátrico

La patología dermatológica puede tener, hasta en un 20 por ciento de casos, un origen psicológico o psiquiátrico. Por ello, es fundamental que los dermatólogos dispongan de formación para tratar o derivar.
Raquel Serrano | diariomedico.com   |  22/10/2012 00:00


Aurora Guerra
Aurora Guerra, dermatóloga del 12 de Octubre, de Madrid. (Lenda)

Un 20 por ciento de los pacientes que acuden a las consultas de dermatología presentan algún proceso psiquiátrico añadido que puede ser previo, concomitante o posterior, ya que algunos por su enfermedad psiquiátrica desarrollan patología cutánea y viceversa, según Aurora Guerra, catedrática y jefa de sección de Dermatología del Hospital 12 de Octubre, de Madrid, que ha dirigido la III edición del curso de formación sobre Actualizaciones en Dermatología Psiquiátrica que se ha celebrado en Madrid. A su juicio, basado en estudios recientes, la patología cutánea predispone, en mayor medida que otras, a trastornos psiquiátricos y psicológicos como la depresión, por ejemplo, y debido directamente "a la estigmatización y la discriminación a la que se ve sometido el paciente". Otro dato que lo refuerza: el 5 por ciento de los pacientes con acné han tenido ideación, que no tentativa, suicida por este motivo".


Terapia biológica

Estos argumentos son los que ponen de manifiesto la necesidad de que los dermatólogos reciban la formación necesaria tanto para tratar dermatopatías con alteraciones psiquiátricas subyacentes o como para ser el punto de transición hacia las consultas de psquiatría.

La psoriasis es uno de los procesos de mayor relieve pues suele precisar atención dermatológica y psicológica conjunta. No obstante, y según se ha indicado en las sesiones en las que ha participado el Aula de Innovación Terapéutica de la Clínica Universidad de Navarra, el tratamiento biológico ha supuesto un cambio radical en el manejo de la enfermedad, con protocolos de actuación específica.


Mejoras psiquiátricas

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y el trastorno dismórfico corporal también están en el punto de mira dermatológico. La tricotilomanía, la onicofagia o ciertas alteraciones neuróticas "suelen tener su punto de partida en la mente, ya que, de entrada, el paciente no tiene una enfermedad cutánea, sino que se la provoca". Han aparecido, en este ámbito, importantes expectativas terapéuticas, como la acetilcisteína que en dosis altas interviene, según diversos estudios, entre ellos los realizados en el 12 de Octubre, en la vía del control de impulsos. "Los trabajos se han centrado en tricotilomanía y se han ido ampliando a pacientes con escoriaciones neuróticas. Las respuestas, en algunos casos, son muy satisfactorias".

Tener un concepto distorsionado o dismórfico de ciertas lesiones cutáneas, que suelen ser mínimas, puede encubrir un trastorno psiquiátrico, delirante o no delirante, que de ser grave debe ser remitido a consultas mentales específicas.

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