La asistencia inicial al niño con trauma influye en la posterior morbimortalidad

Un buen control inicial de las lesiones que pueden acabar con la vida de un niño que ha sufrido un traumatismo es un factor que puede pronosticar su abordaje y evolución posterior. La estabilización rápida y eficaz en el primer momento del accidente ha disminuido las cifras de mortalidad y secuelas en una población para la que la prevención sigue siendo esencial.

Raquel Serrano | 12/09/2012 00:00

Jorge Parise, cirujano pediátrico del Hospital 12 de Octubre, de Madrid. (DM)

Prevenir la hipoxia, la hipovolemia y la hipotermia son, por este orden, los tres objetivos de la primera asistencia de todo paciente que ha sufrido un traumatismo. En el caso del niño, existe una primera media hora muy importante para intentar controlar los parámetros anteriormente citados; es lo que se conoce como etapa inicial del trauma y que abarca desde el momento en que se produjo el accidente hasta la primera hora de estancia en el hospital, momentos críticos porque los traumatizados pueden presentar lesiones que provocan la muerte. Una intervención extrahospitalaria adecuada, en tiempos cortos, "disminuye drásticamente la morbimortalidad en esta etapa inicial. Además, un manejo rápido y corto facilita el tratamiento definitivo del niño, porque tendrá menos secuelas en la asistencia hospitalaria. Se sabe que más del 30 por ciento de los niños que han sufrido lesiones por descarga de energía tendrán secuelas más o menos definitivas, según la atención inicial que recibieron y, por supuesto, de las lesiones que sufrieron", ha indicado a DM Jorge Parise, del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Infantil 12 de Octubre, de Madrid, y director de un curso interactivo sobre abordaje y manejo del trauma infantil celebrado en Madrid.

El traumatismo craneoencefálico se siguen manteniendo como primera causa de mortalidad en niños, así como de secuelas más o menos definitivas

Causas que se mantienen
Después de la inicial, aparece la etapa intermedia, que es el primer día de ingreso en el hospital y, por último, la tardía, que va desde el primer día de ingreso hasta los sucesivos. Se trata de un esquema básico en el que, no obstante, se pueden variar los tiempos, dependiendo de la situación del paciente. La primera causa de muerte entre niños y jóvenes hasta los 18 años siguen siendo los accidente de tráfico, sobre todo en menores de cinco años, aunque afortunadamente su descenso está siendo espectacular en los últimos años. Le siguen el ahogamiento, también en niños de menos de cinco años, y las quemaduras. El traumatismo craneoencefálico se mantiene como primera lesión de causa de muerte y de secuelas graves.

Aunque todo es mejorable, Parise confirma que en España los profesionales que se encargan de este tipo de asistencia, en cualquiera de la etapas, están perfectamente preparados, lo cual está ofreciendo resultados "magníficos en cuanto a disminución de tasas de morbimortalidad. En este ámbito concreto de la atención médico, cualquier tiempo pasado no fue mejor. Actualmente, todos los equipos de atención al trauma, tanto extrahospitalarios como hospitalarios, son excelentes".

Sin embargo, el profesional hace hincapié en un punto que cada día va tomando más relieve: la prevención del accidente es, a su juicio, el mejor tratamiento. "La concienciación entre la población sobre qué puede desembocar en una lesión traumática es cada día mayor y eso se traduce en actos que son, en sí mismos, preventivos". De hecho, y en función de la etiología, los datos apuntan a que la mortalidad infantil por trauma ha disminuido notablemente. En los accidentes de tráfico, por ejemplo, las muertes se han reducido un 50 por ciento en los últimos cinco años, "cifra que sitúa a España como uno de los países europeos con mayor éxito en cuanto al control del accidente de tráfico, a pesar de que las tasas siguen siendo todavía elevadas".

En los últimos cinco años las muertes infantiles por accidente de tráfico se han reducido un 50 por ciento. La prevención empieza a surtir efecto

Sin recursos, más lesiones
Según Parise, un dato relevante es que los accidentes afectan "de manera desproporcionada a niños de familias con menor nivel socioeconómico y cultural porque carecen de los recursos necesarios para protegerlos adecuadamente. Son niños que suelen ir sin sujeción en los coches, no están vigilados en las horas del día y sufren atropellos, carecen de cascos para montar en bicicletas o las usan a edades en las que aún no tienen habilidades ni desarrollo muscular para hacerlo. Viven en casas muy pegadas a carreteras o que se incendian con facilidad. La prevención debe dirigirse precisamente a esos grupos".

El 'abc' del trauma infantil

La regla ABCDE es un método que orienta a los equipos de intervención a atender a accidentados que han sufrido un trauma en las primeras horas después de un accidente. Su fundamento es priorizar e intentar resolver la asistencia de aquellas lesiones que pueden ser responsables de la mortalidad inmediata del paciente pediátrico. Las iniciales de las letras responden a su nombre en inglés.
A) Airway: Abrir la vía aérea
Atención a la vía aérea, que sea permeable, así como a la inmovilización de la columna cervical.
B) Breathing: Buena respiración
Conseguir la ventilación del paciente y que pueda respirar, verificando después la calidad de la respiración y las veces que lo hace por minuto.
C) Circulation: Circulación y control de hemorragia
Se trata de comprobar la existencia y calidad del pulso. Es necesario cohibir la hemorragia externa y el estado de choque.
D) Disability: Delicado SNC
Comprobación del estado neurológico global.
E) Exposure: Exposición
Comprobación y exposición de las áreas lesionadas y control de la hipotermia.
Cuando el paciente está estabilizado, se realiza un segundo examen físico para evaluar las lesiones que no suponían riesgo vital en el primer examen.