domingo, 23 de septiembre de 2012

Adelantarse al Alzheimer - DiarioMedico.com

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IDENTIFICAR A PERSONAS DE RIESGO

Adelantarse al Alzheimer

Un siglo después de que Alois Alzheimer caracterizara la enfermedad que lleva su nombre, se sigue resistiendo la curación. "Aún no tenemos el final feliz de la enfermedad de Alzheimer, porque no es una película sino un culebrón: habrá muchos capítulos y finales parciales felices. Al igual que ha ocurrido con el cáncer, en las demencias no llegará una única píldora que las cure todas", dice Jesús Ávila, director científico del Ciber de Enfermedades Neurodegenerativas. Escribir esos finales felices dependerá de un mayor conocimiento de las fases precoces de este mal de la memoria.
Sonia Moreno | 21/09/2012 00:00

De pie: Pablo Martínez, director científico de la Unidad de Investigación del Proyecto Alzheimer; Arturo Coello, secretario de la Fundación Reina Sofía; José Ramón Naranjo, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), del CSIC, y Jesús Ávila, director cien
De pie: Pablo Martínez, director científico de la Unidad de Investigación del Proyecto Alzheimer; Arturo Coello, secretario de la Fundación Reina Sofía; José Ramón Naranjo, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB), del CSIC, y Jesús Ávila, director científico de CiberNED; sentadas: Mª Ángeles Pérez, directora gerente de la Fundación CIEN, y Mª Joao Forjaz, del Instituto de Salud Carlos III. (Luis Camacho)


El vaso está medio lleno para Pablo Martínez, director científico de la Unidad de Investigación del Proyecto Alzheimer, de la Fundación Reina Sofía y la Fundación Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas (CIEN). El especialista huye del derrotismo: "Se ha avanzado, y muchísimo, en la última década. En investigación clínica, la situación es ahora muy diferente. Los avances aún no están listos para su uso clínico, pero tenemos nuevos marcadores en líquido cefalorraquídeo (LCR) y con neuroimagen validados". Todo apunta a un objetivo claro: identificar a las personas con altísimo riesgo de padecer Alzheimer cuando están asintomáticas.


La 'bobera'
En la búsqueda de nuevos marcadores, más tempranos, los pacientes con EA familiar pueden ser de gran ayuda. Dos trabajos, uno en Colombia (iniciativa API, sobre 300 miembros de familias colombianas afectados por lo que allí se conoce como la bobera, con cien portadores de la misma mutación en PSEN1) y otro en Estados Unidos (DIAN, con 240 miembros de familias y diferentes mutaciones genéticas), están probando tratamientos con anticuerpos anti-amiloide. Diferente es el estudio A4, centrado en la forma más esporádica del Alzheimer, que supone un 98 por ciento de los casos.

El trabajo reúne a mayores de 70 años sanos pero que ya exhiben en pruebas de imagen acumulación de amiloide cerebral. Estos pacientes recibirán uno de los anticuerpos que se están ensayando en fase III. A pesar de que los fármacos no están obteniendo los resultados esperados en los pacientes con EA -los recientes datos de bapineuzumab han sido decepcionantes-, se cree que la causa está en que se administran demasiado tarde. Eso, o que la estrategia clásica de ataque a la placa de beta-amiloide no sea la más adecuada. "Lo más probable es que no llegamos a tiempo y eso explicaría los fracasos de los últimos estudios, pero hay abiertas otras vías de investigación", apunta Martínez.


Otras vías
Algunas de ellas se presentan hoy en Madrid en el VIII Simposio Internacional Avances en la EA, codirigido por Pablo Martínez y Jesús Ávila, y promovido por las fundaciones Reina Sofía y CIEN, coincidiendo con el día mundial de la enfermedad. Es el caso del estudio del glucógeno sintasa cinasa-3 (GSK-3), cuya actividad se cree fundamental en la patogénesis de la EA; también se investiga la modulación farmacológica del sodio mitocondrial, así como el prisma de las calciopatías (ver apoyo) y de la proteína tau, y más recientemente, se ha incorporado la proteína prión (PrP) a este complejo puzzle.

"A nivel lo más general posible se busca la posible convergencia de todos esos factores en una sola vía", dice Ávila. Determinar esa diana única bien supondría un happy-end. Pero el camino es largo y requiere más conocimiento del cerebro, lo que es de esperar con iniciativas como BlueBrain y 3pi.

Desde la cama del paciente también se espera la llegada de nuevos datos. Así, la unidad de Martínez pone en práctica un protocolo que, previo consentimiento, sigue con análisis específicos cada seis meses a los pacientes con EA en su unidad, y continúa abierto el proyecto Vallecas en individuos mayores sanos.

UN 'SUEÑO' DE PROTEÍNA

El grupo de José Ramón Naranjo, en el CNB (CSIC), clonó la proteína DREAM hace más de diez años. Este regulador transcripcional del calcio ha demostrado ser un marcador común a la enfermedad de Alzheimer (EA), la de Huntington y el síndrome de Down, pues todos ellos comparten una anomalía en la homeostasis intracelular del calcio. De hecho, para algunos científicos, el síndrome de Down es una EA precoz. El bloqueo de DREAM, que según ha demostrado Naranjo en modelos murinos tiene un efecto neuroprotector, podría ser útil en esas enfermedades. Con el Instituto de Química Médica (CSIC) y el apoyo de la Fundación Reina Sofía y del CiberNED han investigado varias moléculas que inhiben DREAM. Una de ellas se utiliza ya en clínica con indicación en la diabetes, y el resto están diseñadas por estos científicos. A raíz de los buenos resultados obtenidos en trabajos experimentales, Naranjo confía en contar pronto con financiación para poder iniciar estudios clínicos con estas moléculas; probablemente, los primeros estudios pilotos se hagan en Huntington.

RESIDENCIA

Mujer de 86 años, viuda, con nivel educativo bajo (primaria o inferior), diagnosticada de Alzheimer y con grado de dependencia y demencia grave. Este es el retrato robot del típico paciente con demencia institucionalizado. Un estudio llevado a cabo por Mª Joao Forjaz, científica del Instituto de Salud Carlos III (Madrid), junto con el Grupo español de investigación en calidad de vida y envejecimiento, revela además que el estado de salud de esos pacientes es bajo, pues sufren alrededor de ocho enfermedades crónicas (incluyendo la demencia). El trabajo, financiado por la Fundación CIEN, se ha realizado sobre más de 500 pacientes en 14 residencias de toda España, de los que más de la mitad fueron reevaluados a los 19 meses. Las principales conclusiones del estudio indican que los factores que más influyen en la calidad de vida de estos mayores son el estado funcional, la comorbilidad y la calidad de vida anterior. Forjaz comenta que "si se quiere mejorar el bienestar global de estas personas, además de tratar sus patologías, hay que actuar en los síntomas de depresión y no olvidar el ámbito social: fomentar la participación en actividades de ocio, y el contacto con amigos y familiares".

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