Un historial de infertilidad, con o sin tratamiento, es otro elemento que influye
La inyección intracitoplásmica se asocia con más riesgo de defectos congénitos que la fecundación 'in vitro'
El encuentro científico ha servido como marco para la presentación de un trabajo, cuya publicación ha adelantado The New England Journal of Medicine, sobre técnicas de reproducción y riesgo de defectos de nacimiento, realizado por el equipo de Michael Davies, del Robinson Institute de Adelaida (Australia).
J. G. R./Redacción. Barcelona | 09/05/2012 00:00
El estudio, el más ambicioso publicado, compara la probabilidad de sufrir alteraciones congénitas graves en cada una de las técnicas de reproducción asistida más utilizadas en todo el mundo: fecundación in vitro, inyección intracitoplásmica de espermatozoides (ICSI) e inducción de ovulación. Las tasas de defectos congénitos también se han comparado en la transferencia de embriones congelados y en la de frescos.
- Pedro Barri: "Pese a que existe un pequeño riesgo de defectos, el trabajo muestra que el factor que influye es la esterilidad y no tanto el tratamiento"
Uno de los últimos trabajos que habían estudiado las alteraciones congénitas en los nacidos mediante reproducción asistida concluía que los concebidos mediante fecundación in vitro o por ICSI tienen un 37 por ciento más riesgo de sufrir malformaciones congénitas que los concebidos espontáneamente. El trabajo, publicado en Fertility and Sterility, se llevó a cabo en China, coordinado por Zhibin Hu, de la Universidad de Nanjing, sobre más de 124.000 niños, y no establecía diferencias entre el riesgo de ambos métodos (ver DM del 25-IV-2012).
Sobre su estudio, Davies indica que "el riesgo de defecto congénito en un embarazo que implicaba reproducción asistida era del 8,3 por ciento, mientras que fue del 5,8 por ciento en gestaciones espontáneas. El riesgo de defectos para la fecundación in vitro fue de 7,2 por ciento, y en el caso de ICSI alcanzó el 9,9 por ciento".
El autor principal argumenta que "un historial de infertilidad, con o sin reproducción asistida, se asocia significativamente a defectos congénitos. Si bien los factores asociados con las causas de infertilidad explicaron el exceso de riesgo de defectos asociado a la fecundación in vitro, ese riesgo observado con otras técnicas no se puede explicar por factores de los pacientes. La inyección intracitoplasmática, por ejemplo, registró un 57 por ciento de aumento en la tasa de riesgo de defecto grave, aunque la cifra de riesgo absoluto fue relativamente pequeña". Además, la congelación de embriones rebaja el riesgo, sobre todo en el caso de la ICSI, "probablemente porque a los embriones cuyo desarrollo está comprometido les cuesta más sobrevivir a este proceso".
Sobre el estudio, Pedro Barri, de USP Instituto Universitario Dexeus, de Barcelona, expone que, "pese a que afirma que hay un pequeño riesgo de malformaciones en los niños nacidos a través de fecundación in vitro, el análisis del trabajo muestra que este hecho se debe a la población que tiene ya problemas de fertilidad: porque aquella población que tenía problemas de fertilidad y consiguió un embarazo espontáneo tenía el mismo riesgo de malformaciones fetales en un porcentaje superior que las parejas que se sometían a fecundación in vitro. Por tanto, el factor de riesgo sería la esterilidad y no tanto el tratamiento".
(NEJM DOI: 10.1056 /nejmoa1008095).
EMBARAZO ESPONTÁNEO
Un porcentaje significativo de parejas que se han sometido a una técnica de reproducción asistida conciben posteriormente de manera espontánea, como refleja un estudio realizado por Pénélope Troude, del Instituto francés de Investigación Médica (Inserm), sobre 2.100 parejas francesas; de ellas, 1.300 tuvieron descendencia gracias a la fecundación in vitro, pero en un 17 por ciento de los casos no hizo falta para volver a concebir. Y entre las parejas donde las técnicas reproductivas fracasaron, un 24 por ciento logró un embarazo espontáneo. Esto es una buena noticia, según Troude, para las parejas en las que no se encuentra un origen a su infertilidad, que en el estudio abarcaba un 12 por ciento de los casos.
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