martes, 8 de mayo de 2012

El bisfenol, tóxico para las glándulas mamarias | Noticias | elmundo.es

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QUÍMICA | Estudio en monos

El bisfenol, tóxico para las glándulas mamarias

El uso de bisfenol en los biberones ya se prohibió por los riesgos.| Luis Parejo El uso de bisfenol en los biberones ya se prohibió por los riesgos.| Luis Parejo
  • Este componente de los plásticos ha mostrado su toxicidad en ratones
  • Ahora un estudio analiza su efecto sobre macacos durante su gestación
  • Este compuesto genera un patrón anómalo en el desarrollo de la mama
Maria Valerio | Madrid
Actualizado martes 08/05/2012 05:02 horas
 
Aunque las autoridades sanitarias siguen resistiéndose a prohibir completamente el bisfenol A -un componente del plástico-, las evidencias sobre sus efectos perjudiciales se siguen acumulando sobre las mesas de sus despachos. Si hasta ahora los ensayos se habían llevado a cabo mayoritariamente en ratones, un trabajo ratifica ahora que este tóxico también es capaz de alterar el desarrollo de las glándulas mamarias en monos, un mamífero mucho más parecido al humano.

Ana M. Soto, de la Universidad de Tufts (EEUU), explica que la mayoría de trabajos sobre los efectos de la exposición prenatal al bisfenol (BPA) se habían llevado a cabo en roedoes; "por cuestiones éticas y económicas". Pero ésta es la primera vez que se demuestra que los monos rhesus (macacos) que están en contacto con el bisfenol A durante su desarrollo fetal, tienen importantes alteraciones en sus glándulas mamarias al nacer.

"La mama de los primates se parece más a la nuestra que a la de los ratones", explica esta investigadora de origen argentino que lleva años estudiando los riesgos de este 'ingrediente' del plástico. Y si hasta ahora se habían cuestionado algunos de los potenciales riesgos del bisfenol porque se habían observado únicamente en roedores, "ahora ya no hay excusas, con este hallazgo nos acercamos un paso más a lo que puede estar pasando realmente en el útero materno humano", explica Soto a ELMUNDO.es.

Desde junio de 2011, la Unión Europea prohíbe la comercialización e importación de productos que contengan bisfenol A y estén destinados a entrar en contacto con la comida. Eso afecta a los biberones infantiles, el primer producto del que se 'desterró' completamente este tipo de plástico por el riesgo de que pudiese pasar a la leche debido al calor y ser ingerido por los bebés. Pero pese a estas prohibiciones que van abriéndose paso en la legislación mundial poco a poco, en el mundo siguen produciéndose más de tres millones de toneladas métricas de BPA cada año.

Dosis 'normales' en el embarazo

En colaboración con un centro de experimentación en primates, y gracias a una beca de los Instituos Nacionales de Salud de EEUU (NIH), Soto y su equipo alimentaron con pequeñas dosis de bisfenol A a una serie de hembras de macaco que estaban preñadas. "La dosis empleada es equivalente a la que se ha observado en la orina de ciudadanos americanos en estudios recientes", apunta la investigadora, despejando de nuevo otras críticas a este tipo de trabajos ("no ha sido una dosis muy elevada").

Nada más nacer, compararon las glándulas mamarias de sus crías con las de otras monas que no habían estado en contacto con bisfenol A y observaron un patrón de desarrollo anómalo. Unas anomalías que Soto (en colaboración con Carlos Sonnenschein, también de la Universidad de Tufts) ya había observado con anterioridad en ratones, y que pueden ser el origen de lesiones precancerosas. "Y si un disruptor endocrino es capaz de causar cáncer en los ratones, también lo hará en los humanos", añade.

Soto es partidaria de una prohibición total del BPA, teniendo en cuenta que este tipo de componente del plástico está presente en numerosos envases y contenedores (como algunas garrafas de agua). "Como ya ha hecho la Sociedad de Endocrinología de EEUU, que por primera vez en sus 100 años de historia hizo un comunicado público pidiendo a las autoridades que apliquen el principio de precaución", insiste.

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